Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

jueves, 23 de octubre de 2008

Y fueron felices y comieron perdices

¿Y por qué los cuentos acaban siempre así? ¿por qué nunca nos han contado lo que ocurrió cuando el príncipe y la cenicienta tuvieron que aprender a convivir juntos cuando no se conocían más que de un vals rapidito...? y la pregunta más importante... ¿será cierto eso del amor para toda la vida?

Yo os confieso que nunca había creído en él... hasta que conocí a mi marido. Como no había creído nunca en la fidelidad... hasta que conocí a mi marido. Recuerdo que cuando lo comentábamos entre amigas alguna me decía eso tan manido de "eso es porque no has encontrado a la persona adecuada" y yo la miraba con cara de pena y decía sin la menor convicción "sí, eso será..." y el caso es que hoy por hoy sigo creyendo haber encontrado al amor de mi vida, con quien quiero evolucionar y envejecer mano a mano, pero parece que todo se confabula en contra de tan altos ideales. No, no hablo de mí, mi relación sentimental no pasa por ningún bache, afortunadamente, pero ya sabéis, a veces parece que todo lo que oyes, todo lo que lees te lleva al mismo sitio. Y yo últimamente estoy sufriendo cierta sobredosis de malas noticias de pareja. En una semana me llegaron por dos sitios distintos sendas noticias de divorcios, uno de ellos de una pareja que llevaba como veinte años juntos. ¿El motivo? enamoramiento de otra persona en ambos casos.

Recientemente he leído también en blogs diversos comentarios sobre el mismo tema y al final, pues a una le da que pensar. Porque yo mira que sigo convencida de que voy a cumplir las bodas de platino con mi chico (para lo cual los dos tenemos que llegar a la muy respetable edad de 103 años, dicho sea de paso) pero ya me habréis oído decir que no dudar nunca es de tontos.


Porque ¿quién me garantiza a mí que el día de mañana no voy a enamorarme como una tonta de otra persona, o que no lo va a hacer mi marido? nadie, eso no puede garantizarlo nadie. Y hombre, yo tengo claro que hoy por hoy no arriesgo lo que tengo en casa por nada... pero ¿y mañana? las cosas cambian, las personas evolucionamos... ¿seguiré pensando igual dentro de 10 años? ¿seguiré teniendo la fuerza de luchar día a día por mi relación? porque, como bien apuntaba Superwoman en su última entrada, "el amor hay que currárselo" y yo mira, otra cosa no, pero si la relación vale la pena, lucho lo que haga falta por ella. En eso creo que los hombres son distintos, ¿no os parece? no sé si más cobardes o más derrotistas, o qué (hablo por mi propia experiencia, claro)

Os contaré que los principios de mi relación con mi marido fueron bastante complicados pero yo estaba segura de que me merecía la pena luchar y sufrir todo lo que hiciera falta y sin embargo su tendencia era más bien huir, o poner distancia por medio, o yo que sé. Bueno, ¿me entendéis no? en vez de luchar por algo bueno, aunque te haga sufrir un tiempo, prefieren renunciar a ello con la estúpida idea de que así no lo vamos a pasar tan mal. ¿No se darán cuenta de que nos hacen sufrir mucho más? En fin, será que es cierto eso de que somos de planetas distintos...

Pero bueno, no me enredo, que eso ya pasó, afortunadamente, y agua pasada no mueve molino. Siguiendo con el tema de hoy, y también un poco a raíz del último comentario de Sara en "fight for kisses": "que a veces los mayores se dan cuenta que aunque se quieren mucho no son felices viviendo juntos, y que por eso viven separados para ser feliz cada uno por su lado, y de este modo poder hacer felices a sus hijos" frase sabia donde las haya, me estaba planteando la eterna duda. Cuando una pareja va mal... ¿hay que luchar hasta el final por el bien de los hijos? ¿no es mejor para ellos, como dice Sara, que cada uno sea feliz separadamente? ¿no serán más capaces de hacerles felices a ellos? Me recuerda un libro muy interesante que releí hace poco de mi autora francesa favorita: Anna Gavalda. Os lo recomiendo, se titula "La amaba" y según su sinopsis (cito textualmente) "es un conmovedor diálogo entre una joven madre a la que acaba de abandonar su marido por otra mujer, y su suegro, quien viéndose hace años en el mismo caso que su hijo no se atrevió a dar el paso, dejar a su esposa y vivir el gran amor de su vida. Es una novela alegre y triste a la vez, un fragmento de vida, una punzante historia de amor, mediante la que Anna Gavalda a través de un diálogo conmovedor nos habla de nuestras vidas, nuestras dudas, nuestras renuncias, y también de nuestras esperanzas, nuestra ironía y nuestra ternura" La verdad es que aporta una visión interesante de las relaciones extramatrimoniales.

En fin, os dejo tema para reflexionar y espero vuestros comentarios al respecto.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, bueno....pasar toda la vida junto a mi chico....eso espero y quiero, pero como dices en el post....¿pensaré lo mismo dentro de un tiempo??? o él?? Hoy en día, donde el stress, el agobio, el acostrumbrarse y la dejadez están tan de moda, es más fácil de lo que uno piensa coger otro tren que pase por tu estación. Estamos deseosos de que nos colmen de atención, de cariñitos, en definitiva, de amor, que cuando hay un bache en la pareja, que no tiene pq ser malo, pero que si en ese momento alguién suple eso que está en déficit en casa, tu cabeza empiece a dudar. En ese momento, creo que se debe poner en una balanza lo que se tiene y lo que se podría tener y perder a la vez, y tomar una decisión. Todo ésto lo digo pq lo he vivido en tercera persona con una pareja de amigos y que al final "parece" que ha vencido el amor de familia que ya existía a los cariñitos eventuales y sonrisas de media tarde que podía haber en una cafetería o en un coche. Y como creo ya conté hace tiempo sobre este caso, habría puesto la mano en el fuego por esta pareja, y sobre todo por él, que en este caso fue el que hizo un guiño a la aventura.
Creo que en muchos casos de pareja, y ésto es una apreciación personal, estamos al límite muchas veces de que si mi pareja no me hace tal o cual, enseguida estoy abierto a que otr@ me lo haga. No creo que aguantemos mucho en la sociedad que vivimos. Cierto es, que antes se aguantaba demasiado, pero eran otros tiempos donde la mujer no tenía 'donde ir si se separaba', pero hoy en día.....
No soy partidaria de aguantar por aguantar para que mi hijo tenga en casa a papá y mamá, pero a la vez escuche discusiones, malas caras, voces, y eso como poco. Por eso, en esos casos de falta de amor, yo preferiría dejar que mi marido fuera feliz por su lado y yo por el mío, aunque me costara mucho, y más que nada, para que mi hijo no creciera en un ambiente contaminado.
De todas las maneras, todo lo que pueda yo aqui decir es imaginario. No me ha pasado nunca la situación, para bien mío, y por ello, no sé como reaccionaría. Por ahora, quiero pasar toda la vida con mi chico, que me mime, mimar, hasta que seamos viejecitos, pero.......
Besos a todas, y buen fin de semana.

En las nubes. dijo...

Uy temita peliagudo donde los haya...
La verdad es que no sé que pensar, yo llevo con mi chico 7 años y hemos pasado por muchas cosas, siempre ha sido una lucha continua, y seguimos en esa lucha que es encontrar la estabilidad en la vida juntos, construir algo juntos. Hoy por hoy espero de todo corazón que dure que nuestros esfuerzos tengan sus frutos...
Pero cada historia es un mundo, y no soy partidaria de aguantar cuando ya no hay amor, ni cariño ni leches...
Que dure lo que tenga que durar y que mientras tanto sea bonito.
Un besote.

Anónimo dijo...

Soy de las que no abandona fácilmente, cuando decido querer quiero hasta el final, así que miedo me da pensar en qué no haría yo para mantener mi matrimonio a flote. Espero que no tenga que pasar por ello porque no me gustaría que mi hija sufriese.
Mi marido y yo pasamos malos momentos al principio y aguantamos y ahora somos más fuertes y nos queremos más. Lo que pasa es que ahora con la niña no me gustaría revivir aquellos tiempos.
En cuanto a lo de ser fiel, la verdad es que en ocasiones resulta difícil, por mi trabajo me surgen muchas oportunidades pero hasta ahora las he rechazado todas, espero que mi marido lo haga tambien. Besos.

Merce dijo...

Yo creo que lo que hay que hacer es vivir y disfrutar el día a día, no pensar en lo que pueda o no ocurrir dentro de un tiempo. Lo que tenga que pasar, va a pasar, e igual que te enamoraste un vez, lo puedes hacer otra y otra más... o no...

Carpe diem...

Anónimo dijo...

Te veo que tú también estás en esa fase en que lees los cuentos infantiles con otros ojos. Qué mal gusto ponerse a besar princesas muertas o enamorarse de la huerfanita por lo bonito del vestido. ¿qué habría sido de esos matrimonios? Afortunadamente, mis niñas siguen sin verle más moraleja que “el bien siempre triunfa sobre el mal”.
¿Existe el amor eterno? No, yo creo que no, pero el respeto mutuo, el hogar, la familia, eso creo que es algo mucho más importante que el amor ¿suena raro?

Anónimo dijo...

Qué curioso que la frase que uso siempre para explicar a mi hijo porque su papá y su mamá no son "novios" como dice él, haya dado pie a tu reflexión, pues si, yo creo que para hacer feliz a las personas que tienes a tu alrededor primero tienes que ser tú feliz, porque si no, eso es muy dificil, por no decir imposible, tu felicidad no puede depender de los demás, eso lo aprendí tras mi divorcio, después de dos largos meses sumida en una profunda depresión, pero por supuesto teniendo que levantarme cada día para trabajar y cuidar de mi hijo, y la felicidad tiene que salir de uno mismo, y uno buscar en las cosas buenas que cada día se presentan tu felicidad.

Yo creo que es mejor para un hijo tener unos padres separados, que se respeten entre ellos, y que siempre estén ahí para apoyarlo, que sean capaces de darle apoyo cada uno por su lado, y conjuntamente cuando sea necesario, que vivir con un padre y una madre que no se quieran y que además hagan de la convivencia una guerra diaria. La seguridad de un niño se la proporciona el amor que ve a su alrededor, y para dar amor hay que ser feliz. Yo a mi hijo y sé que mi ex hace lo mismo, le hablo maravillosamente de su padre, que a mi como pareja me defraudara, no lo hace peor persona, ni tampoco peor padre, mientras no desfraude al niño, yo no pido más. Y si tengo que hablar con él por teléfono, en persona o como sea, procuro siempre ser cordial, abierta al dialogo (y os confieso que no siempre me apetece, porque hay momentos en que él ha sido impertinente a más no poder, pero yo nunca, nunca entro al trapo, y siempre soy cordial y amable, y eso ha hecho qeu su actitud hacia mí, haya cambiado muchísimo en el último año, y se haya vuelto cordial y amable también la mayor parte del tiempo).

Supongo que todos cuando nos casamos con alguien o decidimos vivir en pareja, creemos que es para siempre, cuando mi ex y yo nos casamos supongo que cada uno de nosotros pensabamos que era para siempre, fuimos novios casi ocho años, y el día de nuestra boda fue un día maravilloso, y ambos dimos el paso pensando que juntos formaríamos una familia, y que sería para siempre. Pero el para siempre no sucedió, nuetro matrimonio no resistió ni cuatro años, y hasta que comenzó la crisis eramos una pareja unida, que haciamos muchas cosas juntos, que siempre estabamos cuidandonos y mimándonos, pero eso en un momento determinado cambió, durante el embarazo de mi hijo yo sentía como él se iba alejando cada vez más y más de mi, como se desvinculaba de mi, y el amor iba dando paso al desamor, y a más intentaba mimarlo y cuidarlo, más sentía que el ponía un muro entre los dos, y con ello lo que aprendí es que para que una relación funcione los dos tienen que poner de su parte, y no basta con que uno solo quiera.

Cuando el desamor entre en la casa, ya sea por uno o por otro miembro de la pareja, si los dos no quieren luchar para salvar la relación, es mejor una separación a tiempo, que dejar que la relación se deterioro hasta niveles inhumanos, como de hecho en algún momento durante los últimos dos meses de mi matrimonio, me dio a mi la imprensión, por el tono y la forma en que esa persona te trata y te hace sentir.

Con mi actual pareja a mi me gustaría que fuera para siempre, pero soy conciente de que no tiene porque serlo, que la vida da muchas vueltas, y lo que hoy te parece fantástico, mañana puede no parecertelo. Yo procuro cada día cuidar nuestra relación, mimarle, hacer su vida más facil, y demostrarle día a día lo importante que es para mi, y él hace otro tanto (el merito no es solo mío) pero si un día se acaba, intentaré si no puedo conservar una relación amistosa, al menos que esta sea cordial, porque al fin y al cabo somos padres de una hija, y aunque te divorcies o separes como pareja, nunca lo haces como padre.

Besitos, Sara.

Anónimo dijo...

Este post me acaba de venir como anillo al dedo. Yo ahora estoy en la situación que comentais. Me paso una cosa parecida a Sara, mi marido no reacciono demasiado bien cuando tuvimos a mi niña, que aunque era buscada, no era lo que el pensaba que seria. A sido una niña algo especial, muy protestona, muy llorona... ahora tiene 15 meses y parece que va mejorando. él no me ayuda en casi nada, no se queda nunca con la niña, y no tengo tiempo para nada. Pero bueno, en esas estamos, intentando aguantar y solucionar la cosa, aunque cada vez se hace más dificil.
Gracias por escribir estos post tan entretenidos.
Besos. Cynthia.

Seguidores