Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

domingo, 30 de junio de 2013

Calabacines rellenos

Ya hacía tiempo que no os ponía recetita, ¿eh? pero es que esta me salió especialmente rica, sobre todo teniendo en cuenta que fue una de esas improvisaciones de crisis tipo: "llegamos de una escapada al Pirineo, tengo la casa medio vacía y no me ha apetecido ir a comprar, ¿qué porras hago yo para cenar?" pues una latita de guisantes rehogados con jamón y... taaachaaan: unos calabacines rellenos de lo que encontremos. O sea:

Ingredientes (totalmente aproximados, ésto es lo que encontré yo por mi frigo pero variar al gusto y/o necesidad):

- un calabacín grande
- una lata de champiñones
- cebolla
- puerro
- un poco de salsa de tomate
- un chirrín de nata

Preparación:

Ponemos a calentar el horno y mientras tanto cortamos por la mitad longitudinalmente el calabacín y lo vacíamos.

Pochamos la carne del calabacín en trocitos pequeños junto con la cebolla, el puerro y los champiñones, todo picado finito.


 Cuando la cebolla empiece a transparentar, añadimos dos o tres cucharadas de salsa de tomate y un poco de nata para cocinar y lo dejamos un ratito más a fuego suave.


Rellenamos los calabacines vacíos con la mezcla ya cocinada,



echamos queso rallado al gusto por encima, 



cubrimos todo con papel de aluminio y lo metemos al horno unos 20 minutos (retirar el papel en el último momento y dejar gratinar el queso)




sábado, 29 de junio de 2013

Mi bañito pirenaico anual

Bueno, bueno, bueno, ya tenía yo morriña de "mis montañitas" y es que mucho tiempo lejos de mis Pirineos no es bueno para mi salud mental. Hace ya tiempo que les teníamos prometida a los niños una escapadita en tienda de campaña y el momento llegó por fin ayer. ¡Su primera noche en tienda! (y también la de maridín, parece mentira, con lo que me gusta a mí la vida en el camping, tanto como a él la vida en el pueblo, claro, a ver si lo vamos acercando al "lado oscuro", jejeje) 



Llegamos al camping de Gavín, nos instalamos en la tienda que nos habían prestado para la ocasión (gracias guapa), comimos y salimos pitando hacia el parque de multiaventura más cercano (Biescas aventura concretamente). Impresionante colgarse de los árboles a esas alturas, sorprendentemente no da ni pizca de vértigo, al menos a nosotros no nos dio. Será el saber que vas tan sujeta con arneses y mosquetones que no puede pasarte nada... Los peques se portaron como campeones.Una vez dominado el circuito infantil, y por sugerencia del monitor, se atrevieron a hacer uno de los de adultos con nosotros. 



¡Como auténticos jabatos! El bocata de después en la zona de picnic nos supo a gloria, ¡que bien se estaba! la verdad es que hemos tenido mucha suerte con el tiempo, esta mañana a las 10:30 ya estábamos Guille y yo bañándonos en la piscina del camping (fresquita, sí, pero qué a gusto se queda una) Los dos únicos locos en el agua, claro... 

Pero todo lo bueno llega a su fin y ha habido que volver a la civilización, por ahora... la tarde está siendo de sentada en casa. Tras un buen rato de tele  (y mira que no la han echado de menos pero una vez de vuelta...) se han animado los dos a participar en el concurso de cuentos de Paranix. Mira que si les toca la tablet... y ahora que hemos conseguido que se vayan a jugar a su cuarto aprovecho yo y me quito también el gusanillo de escribir, que esta semana con ellos ha sido movidita, agotadora y sobre todo ¡muy divertida!


domingo, 23 de junio de 2013

De pelis infantiles, de monstruos y de brillantes equipos

Después de sufrir una aplastante derrota en la bolera frente a nuestros hijos, maridín y yo hemos decidido premiarnos con una peli infantil. Sí, sí, premiarnos nosotros, habéis leído bien. Los niños se lo han pasado pipa por supuesto, pero si yo he sido siempre fan fatal de los dibus, desde que Pixar despegó a lo grande con Toy Story, estoy deseando que saquen la peli de turno para llevar a mis niños. Creo que nadie puede negar que Pixar nos ha obligado a ver el cine infantil de otra manera. Sus pelis, sin dejar de ser divertidísimas para los peques, tienen siempre un algo especial que las hacen interesantes para los adultos. También son especialistas en cargarse eso tan manido de que "segundas partes nunca fueron buenas": la saga de Toy Story es genial (pasaremos por alto la ida de olla de Cars 2) La precuela de una PELÍCULA, así con mayúsculas como Monsters podía dar cierto miedo, sin embargo.


Pues bien, fuera miedos. Desde el punto de vista infantil es divertidísima, con dos o tres de esos momentos en que las carcajadas de tu hijo, sentado justo al lado, no te dejan oir la peli. Y desde el punto de vista adulto, bueno, no es ningún tema súper original, pero como coaching personal no tiene precio y como curso de gestión de equipos no le vendría mal a más de uno que he conocido yo en mi vida laboral. Cómo sacar lo mejor de tu equipo, por muy malo que parezca. Por qué el trabajo en equipo (pero de verdad) es mucho más rentable que la suma de trabajos individuales. La importancia de valorar correctamente a cada persona, y a uno mismo. Porque es verdad que con esfuerzo y tesón se pueden lograr muchas cosas, que no hay que rendirse cuando se desea algo, pero no deja de ser cierto que todos no valemos para las mismas cosas y a veces es mejor reorientar nuestro camino que empecinarnos en conseguir algo para lo que, por mucho que nos esforcemos, lo cierto es que no valemos. La importancia pues de autoanalizarnos con objetividad, conocer por supuesto nuestros puntos fuertes, pero también nuestras debilidades, que las tenemos, y ya se sabe, regla número 1: conoce a tu enemigo. Y conocer de igual modo a nuestro equipo, si lo tenemos.

Alguien a quien he conocido hace poco twiteaba que "Básicamente liderar es rodearte de personas mejores que tú y trabajar duro para estar a su altura. "   La frasecita de marras me dio que pensar. No estoy cien por cien de acuerdo con ella pero aún con todo me gusta. Me gusta la perspectiva de no tener miedo a tener gente mejor que tú en tu equipo, tan alejada de esa tendencia al parecer tan nuestra de rodearte de mediocres para que no te hagan sombra (brillante estrategia, sí, así nos va) Sin embargo, para mí liderar es sobre todo conocer muy bien a los miembros de tu equipo, procurar que sean muy distintos entre sí, buscar cómo aprovechar las sinergias entre ellos, cómo ayudarles a sacar lo mejor de sí mismos, individualmente y en conjunto. Yo creo que lo que mejor muestra Monstruos University es cómo uniendo a dos personas (o más) que no son demasiado buenas en lo suyo puedes conseguir un equipo de auténtico lujo. Así que quizás no haga falta rodearte de gente muy brillante. Todos somos especialmente buenos en algo, lo difícil es encontrar ese algo y potenciarlo. Y más aún combinarlo con lo que hace especialmente bueno al de al lado. Ah, ya, nadie dijo que crear un súper equipo fuera fácil...

Pero me estoy yendo del tema, o no, no sé muy bien cuál era el tema de este blog... ¿las pelis de dibujos? ¡qué distintas unas de otras, ¿no?! La evolución de Disney, con todo lo que la factoría supuso en sus inicios, la entrada de Pixar en el mercado, con su tecnología punta pero sobre todo con su filosofía tan propia. En fin, que me encantan los dibujos animados y para mí es un auténtico placer llevar a mis hijos al cine. Por supuesto no todas las pelis valen lo que cuestan pero por suerte tenemos auténticas joyas también en esta categoría del séptimo arte. ¿No os parece? ¿Alguien en la sala piensa que los dibujos animados son sólo para niños? 

jueves, 20 de junio de 2013

El pijama mágico (mini fragmento)

Hoy me he levantado con el ego subido (ya perdonaréis) así que he decidido compartir con vosotros un pequeño fragmento de mi cuento: "El pijama mágico" Espero verlo publicado algún día pero mientras tanto, a ver qué os parece (vale, el trocito es tan mini que no da tiempo a enterarse de mucho pero si al menos os pico un poco la curiosidad...):

Durante su paseo, como quien no quiere la cosa, iban mirando distraídamente entre los arbustos, pero lo que encontraron no era exactamente lo que esperaban. Sin darse cuenta, se habían ido internando en el parque y se encontraban en una zona especialmente solitaria. De repente, un extraño ruido las sobresaltó. Las tres a una echaron a correr intentando alcanzar la zona más concurrida pero no eran lo bastante rápidas. El gran hombretón rubio que ya las había asustado una vez se echó sobre ellas y sin mediar palabra las arrastró hacia una entrada oculta entre los matorrales. De un empujón las lanzó por la amplia abertura y sin molestarse en comprobar si estaban bien, saltó tras ellas y las arrastró por un largo pasillo excavado en la roca. Durante un rato, que se les hizo eterno no pudieron hacer nada más que dejarse llevar, tratando de no hacerse daño por el camino pero por fin llegaron a una amplia cueva.


Nunca hubieran podido imaginar que bajo su parque favorito se encontrara algo así. La cueva era absolutamente espectacular, un riachulo subterráneo la cruzaba para después perderse misteriosamente por sus paredes. El techo y suelo estaban colmados de estalactitas y estalagmitas. De repente se dieron cuenta de que el hombretón ya no estaba con ellas. ¿Cuándo había desaparecido? Y sobre todo… ¿por dónde? No se veía más salida que el estrecho hueco por el que habían entrado y ellas estaban en medio. No podía haber salido por ahí. Pero no había nada más. El río simplemente aparecía y desaparecía como atravesando las paredes. 

martes, 18 de junio de 2013

El valor de la integración

Pero de la de verdad. ¿Sabéis? a clase de Guille ha ido estos años un niño con necesidades especiales. No entraré en detalles, simplemente porque quiero que esta entrada sea generalista y no se refiera a un problema concreto. Lo cierto es que Guille no ha sido especialmente amigo suyo, como no ha sido especialmente amigo de otros niños, pero tampoco le hemos oído nunca hacer comentarios sobre él, ni para bien ni para mal, justo es decirlo.

Hoy su madre nos ha escrito un mensajito de despedida, puesto que el niño no va a pasar de curso con sus compañeros, y la verdad es que me ha emocionado. Nos daba las gracias a los padres, pero sobre todo a nuestros hijos porque le han hecho sentirse querido, cuidado, y sobre todo, aceptado como uno más de la clase. Me gusta especialmente que destaca que los niños nunca han hablado de diferencias ni de integración ni de nada de eso. Para ellos su compañero ha sido su compañero, sin más, como cualquier otro. Una pieza más en el puzzle de la clase.



Y así es como debería ser ¿no? todos somos distintos, todos tenemos nuestros puntos fuertes y débiles, nuestras características absolutamente peculiares. ¿Que unos entramos en la normalidad más que otros? pues a lo mejor, pero ¿qué demonios es "la normalidad"? ¿no será más bien que nos empeñamos en "encajar" en vez de fomentar precisamente las diferencias, y complementarnos unos con otros? No sé, pero lo que sí sé es que siempre me ha gustado del cole de mis hijos su tratamiento de la diversidad y cómo la muestran a los alumnos, tratando de hacerla normal para ellos. Hasta hoy siempre había sido una de esas teorías que te cuentan cuando te hablan en grandes palabras del ideario del colegio y esas cosas. Ahora veo que no es sólo una teoría sino una realidad, o al menos en este caso parece que lo ha sido, y me alegro enormemente porque no se me ocurre una mejor educación para mis hijos en ese sentido.

Hay quien se empeña en juntarse con los suyos, yo siempre he sido rarita en ese sentido. Siempre me ha atraído conocer a gente lo más distinta a mí posible, me parecía y me sigue pareciendo mucho más interesante. ¿Qué vas a aprender de quien se ha criado como tú, piensa como tú y se comporta como tú? ¿qué pensáis? ¿habéis tenido experiencias de integración interesantes? ¡contadnos!

lunes, 17 de junio de 2013

Cambio y corto

Hoy cumplo 39 añitos, y me ha dado por varias cosas:

1. darme un caprichito con una sesión de pedicura spa y manicura. Anda que no me gusta a mí que me toquen los pies...
2. pensar (ésta es mucha más peligrosa pero es que hace nada que he cerrado una etapa laboral y, junto con cumplir años, pues mira, que me ha dado por ahí) 



¿Y en qué he pensado? pues en muchas cosas... he pasado un fin de semana estupendo en familia. Bici, patines, excursión con baño en un río helado, piscina... y me daba cuenta de cuánto han crecido mis hijos. Nada que ver ya con los pequeñajos con los que empezaba mi andadura en cosas de mamis (por cierto que parece que Terra se ha cargado mis antiguos blogs, tanto el anterior "mamá a bordo" como el primer "diario de un embarazo", qué graciosos... vale que era demasiado pedir que aquéllo siguiera ahí de por vida pero uff, no estaba yo preparada para no volver a encontrar mis orígenes blogueros)

¡Qué distinto es ir a la piscina y cambiarte tranquilamente de ropa mientras tu hija se cambia a su lado y se recoge ella sola sus cositas! y poder tumbarte un rato mientras ellos juegan en la piscina infantil (y pasártelo pipa con ellos en la grande) y pasar del coche para ir todos juntos en bici... sí, la verdad es que están en una edad ideal. Todavía andamos lejos de los problemas de la adolescencia (ya no tan lejos de la pre pero todo llegará) y ya son suficientemente autónomos como para dejarte muchos ratos libres. Los míos además tienen cierta afición a irse a dormir a casa de los abuelos los viernes... otra igual, la liberación que supone el momento en que ya puedes decir "chiiiicooos, preparaos las bolsas para ir a casa de los yayos" y tú vas y te desentiendes totalmente porque ya saben ellos lo que tienen que meter y cómo... Se me hacen mayores, sí...

Pero también pienso otras cosas. Pienso en mi futuro laboral. Tengo bastante claro lo que quiero pero anda, que están las cosas como para pedir... por otra parte, me estoy metiendo ya en la edad que a mí me parecía límite para haber conseguido ciertas cosas. Algunas sí las he conseguido, claro, pero aún queda mucho por lograr y no parece muy buen momento. ¿Será ésta una oportunidad para evolucionar? ¿Acabaré resignándome a un trabajo de mera subsistencia? ¿Conseguiré por fin terminar mi inacabada novela? Algo ha ocurrido que podría darle un empujón a esos cuentos infantiles míos que siguen en el cajón pero ¿seré capaz de darles salida por fin? (¿algún editor en la sala en busca de su próxima autora estrella?)

Son muchas preguntas pero ya sabéis que yo no soy de quedarme quieta esperando así que mientras se define mi futuro inmediato, he optado por una opción a explorar que podría, si las cosas van muy bien, llevarme poco a poco a una autonomía laboral que no me disgustaría nada y que me permitiría equilibrar el trabajo con otros aspectos de mi vida (soy positiva, que no optimista, pero trabajaremos en ello sin descuidar otras opciones y a ver qué pasa)

Entre tanto, parece que definitivamente estoy de vuelta, aunque iréis viendo que este blog es cada vez menos de mamá y cada vez más de otras cosas, aunque no se deja de ser madre nunca así que seguiré siendo vuestra mamá a bordo durante esta nueva etapa... y en el futuro... el tiempo lo dirá...


miércoles, 12 de junio de 2013

Vacaciones detox

Leía yo el otro día que ya hay hoteles que ofrecen unas vacaciones muy especiales. La idea es dejarse el móvil, Ipad y cualquier otro juguetito tecnológico que llevemos con nosotros en la recepción del hotel. Te lo devuelven cuando tus vacaciones terminan y mientras tanto, en la habitación, en lugar de teléfono y televisión te ponen juegos de mesa y una baraja. Parece ser que la cosa está teniendo mucho éxito, y eso que el precio no es precisamente del siglo pasado.

Y me preguntaba yo, ¿de verdad no sabemos desconectar si no es así? (y por si acaso twitée mis pensamientos desde el smarphone) Pensé un poco en ello pero no demasiado no fuera a recordar mis amagos de síndrome de abstinencia cuando me dejo el móvil en algún sitio o se me queda sin batería. Preferí pensar que síiiii, claro que sé desconectar hombre, como no...

Y esta tarde, en el evento de las mami blogueras que os comentaba en la entrada anterior, oigo a una de las blogueras que comenta que su pobre marido ha llegado a twitearle algo desde al ladito mismo en el sofá porque si no no le hacía ni caso, absorta como estaba en su móvil. Yo no creo haber llegado a ese extremo (podría ser que así fuera y no me hubiera enterado porque mi costillo no gasta twitter pero juraría que no)


Todo esto de las redes sociales, los blogs y la vida 2.0 en general (por cierto, que alguien me explique de dónde viene la chorrada esta del 2.0. que me lo he perdido)  está muy bien pero como todo, en sus justas dosis. ¿Y cuál es la justa dosis? pues vaya usted a saber, supongo que depende de cada uno, de cada momento, de cada circunstancia... yo me confieso incapaz de pasar un día entero separada de mi smartphone, reconozco estar bastante enganchada pero llevo el mundo virtual al real con frecuencia. Algunos de mis mejores amigos actuales vienen de internet, mi nueva situación de... ¿cómo es lo políticamente correcto? búsqueda activa de empleo se puede beneficiar mucho de las redes. ¿Entonces? ¿me voy a desenganchar justo ahora?  esta misma tarde me he quedado un par de horas sin batería y sin cargadar y no me han dado sudores fríos ni nada... ¿es grave lo mío doctor?

¿Y vosotr@s? ¿qué relación tenéis con el mundo virtual?

Lamamma ha vuelto

Esta vez sí, después de un parón debido a un trabajo demasiado absorbente que, para bien o para mal, ya no tengo, recupero mi vida bloggeril con renovadas ilusiones. Tengo muchas cosas que contaros pero iremos poco a poco, ¿vale? llevo poco más de una semana en paro y aún estoy tratando de recuperar un equilibrio en mi vida, ya sabéis, los primeros días de una nueva etapa son siempre algo caóticos. Me estoy moviendo en muchos sentidos a la vez, laboral y personalmente y la vuelta a mi querido mamá a bordo no podía faltar.

Ahora me voy a un evento que me viene como anillo al dedo: el mommy blogger 2.0.

Nos vemos muy prontito...

Seguidores