Ya hacía tiempo que no os ponía recetita, ¿eh? pero es que esta me salió especialmente rica, sobre todo teniendo en cuenta que fue una de esas improvisaciones de crisis tipo: "llegamos de una escapada al Pirineo, tengo la casa medio vacía y no me ha apetecido ir a comprar, ¿qué porras hago yo para cenar?" pues una latita de guisantes rehogados con jamón y... taaachaaan: unos calabacines rellenos de lo que encontremos. O sea:
Ingredientes (totalmente aproximados, ésto es lo que encontré yo por mi frigo pero variar al gusto y/o necesidad):
- un calabacín grande
- una lata de champiñones
- cebolla
- puerro
- un poco de salsa de tomate
- un chirrín de nata
Preparación:
Ponemos a calentar el horno y mientras tanto cortamos por la mitad longitudinalmente el calabacín y lo vacíamos.
Pochamos la carne del calabacín en trocitos pequeños junto con la cebolla, el puerro y los champiñones, todo picado finito.
Cuando la cebolla empiece a transparentar, añadimos dos o tres cucharadas de salsa de tomate y un poco de nata para cocinar y lo dejamos un ratito más a fuego suave.
Rellenamos los calabacines vacíos con la mezcla ya cocinada,
echamos queso rallado al gusto por encima,

cubrimos todo con papel de aluminio y lo metemos al horno unos 20 minutos (retirar el papel en el último momento y dejar gratinar el queso)
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