Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

martes, 18 de junio de 2013

El valor de la integración

Pero de la de verdad. ¿Sabéis? a clase de Guille ha ido estos años un niño con necesidades especiales. No entraré en detalles, simplemente porque quiero que esta entrada sea generalista y no se refiera a un problema concreto. Lo cierto es que Guille no ha sido especialmente amigo suyo, como no ha sido especialmente amigo de otros niños, pero tampoco le hemos oído nunca hacer comentarios sobre él, ni para bien ni para mal, justo es decirlo.

Hoy su madre nos ha escrito un mensajito de despedida, puesto que el niño no va a pasar de curso con sus compañeros, y la verdad es que me ha emocionado. Nos daba las gracias a los padres, pero sobre todo a nuestros hijos porque le han hecho sentirse querido, cuidado, y sobre todo, aceptado como uno más de la clase. Me gusta especialmente que destaca que los niños nunca han hablado de diferencias ni de integración ni de nada de eso. Para ellos su compañero ha sido su compañero, sin más, como cualquier otro. Una pieza más en el puzzle de la clase.



Y así es como debería ser ¿no? todos somos distintos, todos tenemos nuestros puntos fuertes y débiles, nuestras características absolutamente peculiares. ¿Que unos entramos en la normalidad más que otros? pues a lo mejor, pero ¿qué demonios es "la normalidad"? ¿no será más bien que nos empeñamos en "encajar" en vez de fomentar precisamente las diferencias, y complementarnos unos con otros? No sé, pero lo que sí sé es que siempre me ha gustado del cole de mis hijos su tratamiento de la diversidad y cómo la muestran a los alumnos, tratando de hacerla normal para ellos. Hasta hoy siempre había sido una de esas teorías que te cuentan cuando te hablan en grandes palabras del ideario del colegio y esas cosas. Ahora veo que no es sólo una teoría sino una realidad, o al menos en este caso parece que lo ha sido, y me alegro enormemente porque no se me ocurre una mejor educación para mis hijos en ese sentido.

Hay quien se empeña en juntarse con los suyos, yo siempre he sido rarita en ese sentido. Siempre me ha atraído conocer a gente lo más distinta a mí posible, me parecía y me sigue pareciendo mucho más interesante. ¿Qué vas a aprender de quien se ha criado como tú, piensa como tú y se comporta como tú? ¿qué pensáis? ¿habéis tenido experiencias de integración interesantes? ¡contadnos!

4 comentarios:

M Luz dijo...

La integración en clases normales de niños con necesidades especiales, suena muy bonito pero no lo veo posible. Y te lo digo por experiencia.
Mi hermana que tiene una discapacidad psíquica cursó toda la EGB en un colegio "normal" cuando justo se puso en funcionamiento la integración de estos niños especiales. Mi hermana no supo leer ni escribir hasta que una vez cumplido los catorce siguió estudiando en un colegio de Educación Especial. Allí aprendió a sumar, restar, leer, escribir y al relacionarse con personas como ella, a moverse por Zaragoza con sus amigos y saber ser más dependiente.
También lo he visto de cerca con un vecino que se lleva un mes con Pyrene. Nació con síndrome de Down y su madre se empeñó en llevarlo a un colegio "normal" al de mi hija, concretamente. No digo que no reciba una buena educación, pero pienso que no es la adecuada para su necesidades. De momento el niño ya repitió el año pasado y pienso que si sigue en este colegio, verá como todos su compañeros "lo abandonan" pasando de curso mientras él sigue ahí.

Elena-Z dijo...

Yo pienso que lo básico y fundamental es un equipo de apoyo de verdad, con medios y ganas de verdad. Adaptado a la integración que se trate.

El cole de mi hija es de integración de motóricos y cinco años que lleva en el cole mi hija y me sigo emocionando cuando veo de qué manera un niño con silla de ruedas puede jugar al gavilán con sus amigos, o formar parte de un partido de baloncesto, o ser un toro ideal al jugar a las vaquillas. Es alucinante como de repente y de casualidad me entero que a clase de mi hija hace 5 años que va un niño de integración... y ni yo me había dado cuenta, ni mi hija ni... y es algo evidente... será que aprendemos a ver con otros ojos, o a ver igual lo diferente, o a no ver una diferencia donde no debe haberla...

Sé el caso de un niño con síndrome de down en un colegio de integración que va pasando de curso y sí, llegará un momento que no podrá pero de momento es uno más en su clase... con apoyo, por supuesto.
Igual que tienen apoyo los compañeros de mi hija.

En fin, no sé, supongo que como todo en su justa medida y sin querer integrar solo porque hay que integrar.

En el caso que nos cuenta Mari Luz quizá faltó ese apoyo... o si no era suficiente, y lo mejor para su hermana era un centro de otro tipo... no era positivo integrar "porque sí".

En fin, no sé... Yo creo sinceramente que si vivimos en una sociedad diversa y variada, es importante que desde siempre nos movamos en un entorno diverso y variado. Es enriquecedor para todos.

mamisepa dijo...

El cole al que van mis hijas apoya mucho a los niños con NEE. De hecho, niños a los que les tocaría otro pueblo, acaban aquí, hartitos de que en su cole no hagan ni caso a una "simple" dislexia. Eso sí, yo de cerca no he tocado ningún caso así que no te puedo decir mucha cosa. Pero sí sé que algunos de esos padres que se han cambiado aquí hablan maravillas, de que al menos han visto interés, ganas, voluntad. Tenemos una niña con una enfermedad rara que a veces tiene que ir a EEUU y se hacen muchas recolectas para ella. Un saludo.

Anónimo dijo...

En la clase de Ana hasta 1º de BAT ha estado una compañera con una enfermedad que poco a poco la dejó ciega, sin movilidad en parte del cuerpo, sin hablar......la Once le montó un dispositivo de ordenadores para que siguiera las clases.....tuvo una temporada un educador que la enseño a moverse sin ver.....La niña no faltaba a una excusión, ni a una cena de compañeros. Me reía con Ana porque nos contaba, que la habían pillado copiando en un examen......
Siempre ha sido una más, los compañeros nunca le han dado de lado, la han ayudado y a nosotros nos parecía lo más normal del mundo que saliera bailando a su manera en los festivales.

Seguidores