Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Cerrando 2014


Un año más que se me ha pasado volando y, esta vez, lo termino con un sentimiento agridulce. No puedo decir que haya sido un año malo ni mucho menos. Como dice mi amiga Rocío, de corriendo sin zapatillas, disfruto de una familia estupenda, mis necesidades básicas están más que cubiertas y tengo una salud de hierro. Es un año que he disfrutado muchísimo, tanto personal como laboralmente pero me queda la desagradable sensación de no haberme esforzado lo suficiente en demasiadas cosas. Sí, ya sé, lo de no cumplir los propósitos de año nuevo es un clásico pero esta vez es diferente. ¿Por qué? ni idea... seguro que es una mezcla de muchos factores pero para este año que entra, más que buenos propósitos, creo que necesito replantearme algunas cosas. Quizás esté un poco desaparecida entre tanto, o quizás justamente al revés, quién sabe. Sea como sea, ¡Feliz año a tod@s! y recordad:

"Mañana es la primera página de un libro de 365 páginas del que tú eres el personaje principal. ¡Escribe una historia inolvidable!"




viernes, 19 de diciembre de 2014

Relato navideño

Ando falta de inspiración bloggera últimamente pero a cambio por fin este año he cumplido mi propósito de participar en el concurso de relatos navideños del colegio de mis hijos. Todos los años digo que lo voy a hacer y se me acaba pasando la fecha pero esta vez me puse en manos de Sofía y me ha llevado como una vela. Como para no presentar relato... así que, agradeciendo a la pequeña sargento su vigilancia y entusiasmo, tengo el placer de comunicaros que mi relato resultó ganador en la categoría de adultos y, como es cortito (por imperativo legal), he decidido felicitaros la navidad compartiéndolo con vosotr@s aquí. Espero que os guste. 



UNA NAVIDAD SIN JUGUETES

Todo lo que había visto, todo lo que había escuchado, todo lo que había pensado y sentido hasta el momento no valía para nada. Al final, la que parecía ser la mayor catástrofe de su vida, iba a resultar una bendición.

Como empresario del sector juguetero, tercera generación de su familia al cargo de la gran fábrica, orgullo de su pueblo natal, nunca había encontrado mayor sentido a la navidad que trabajar mucho y ganar mucho dinero. Hacia el mes de septiembre, la actividad en la fábrica se volvía febril, pero por mucho que trabajaran, por mucho que planificaran, los pedidos seguían sucediéndose hasta ultimísima hora. Ni Papá Noel ni los Reyes Magos le habían dado nunca respiro. Invariablemente, los últimos días del año se multiplicaban las horas de trabajo y, por lo general, hasta el día 7 de enero no había descanso ni para él ni para sus empleados.

El año 2014 había sido diferente. A finales de agosto ocurrió algo terrible. Manuel siempre había presumido de las espectaculares vistas desde su despacho en la fábrica, sobre todo en otoño. Desde sus amplios ventanales se veía el frondoso bosque, trepando, exuberante, por las colinas a cuyo pie su abuelo había construido, con gran esfuerzo, su fábrica, la niña de sus ojos. Pero aquel verano había sido especialmente seco y el despiste de algún turista poco cuidadoso desencadenó un devastador incendio. Era domingo así que, afortunadamente, la fábrica se encontraba desierta cuando el infierno de las llamas la alcanzó pero el alivio por no tener que lamentar pérdidas humanas le duró poco. En pocos minutos Manuel fue consciente de haberlo perdido todo. La campaña navideña estaba a punto de comenzar y este año serían incapaces de fabricar ni uno sólo de sus apreciados juguetes.

Durante meses Manuel se había sumido en la más profunda desesperación, ni los esfuerzos de su familia, ni las buenas noticias que llegaban de la compañía de seguros, de la constructora que ya había comenzado con las labores de reconstrucción, nada conseguía animarle. Sólo podía pensar en el dinero que iba a perder en estas navidades, en los clientes a los que no iba a poder satisfacer y que, quizás, encontrarían otro proveedor que les gustara incluso más, ¿qué haría si no volvían nunca a comprarle? Sentía que su vida estaba acabada.

Pero llegó diciembre. En el colegio de sus hijos empezaron las actividades navideñas y, por primera vez en su vida, tuvo tiempo para asistir a ellas. Pudo ir a los talleres con padres de las clases de su hijo mayor y de las gemelas. Pudo asistir a los festivales de fin de curso, maravillarse con el talento de sus hijos. No tenía ni idea de que las gemelas cantaran tan bien ni de que el mayor actuara con semejante pasión. Por primera vez en su vida acompañó a su mujer a visitar a la familia y hasta se animó a ayudarla en el rastro con el que todos los años colaboraba. Descubrió todo un mundo que siempre le había resultado ajeno. Poco a poco empezó a ser capaz de ver más allá de la desgracia del incendio de la fábrica. Empezó a ser consciente de que en realidad no iba a perder tanto. Tenía una buena cobertura de seguros, perdería una campaña, sí, pero no su negocio. Y a cambio estaba descubriendo tantas cosas. ¿Así que aquello era a lo que llamaban espíritu navideño? Ayudar a los demás, pasar más tiempo en familia, incluidos aquellos que vivían tan lejos y volvían al pueblo para pasar estas fechas juntos. Por fin había llegado el día 24 y, por primera vez en su vida, llegó a tiempo para cenar con su familia. Las sonrisas y miradas iluminadas de sus hijos, felices por tenerle por fin en casa en Navidad, le enseñaron que todo lo que había visto, todo lo que había escuchado, todo lo que había pensado y sentido hasta el momento no valía para nada.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Así nos gustan los burritos

Aprovecho que Guille tenía que prepararse la presentación de su receta favorita para el cole y que, para ello, estuvimos haciendo fotos del paso a paso para añadir una nueva entrada a la etiqueta "cocinando con Guille". Os dejo con el maestro:

Ingredientes:

- pechuga de pollo cortada a tiras
- tortillas mexicanas
- mezcla de especias
- lechuga
- tomate
- queso rallado
- aceite
- sal






Preparación:

Mientras el niño va lavando y troceando con los dedos la lechuga, la mami empieza a freir las tiras de pechuga.




En cuanto empieza a coger un poco de color se le añade la mezcla de especias (nosotros le echamos solo un poquito para que no esté muy picante), se remueve bien y se añade un poco de agua. Lo dejamos reducir hasta que quede seco de nuevo.



Añadimos a la lechuga unos trocitos de tomate y, mientras, hacemos unos agujeritos en la bolsa de las tortillas y la metemos unos segundos al microondas.



En un plato, ponemos una tortita y añadimos ingredientes al gusto: pechuga, tomate, lechuga y queso rallado. Doblamos bien la tortita y ¡a comer!



jueves, 20 de noviembre de 2014

Papiconcilia



Me encanta poder hablaros de este nuevo libro. Hace tiempo ya que salió su primera parte: mamiconcilia, que seguramente os comenté ya (o debería), pero como sabéis todos los que me seguís más o menos regularmente, siempre he defendido que lo de la conciliación no es cosa de madres. La conciliación de la vida personal y profesional debería ser una prioridad para todo el mundo. Por supuesto para las madres, por supuestísimo también para los padres, los hijos no son menos suyos que nuestros, pero también, impepinablemente, para todos los demás. El hecho de no tener hijos, o ni siquiera pareja, no implica que no se tenga vida privada. La conciliación no es sólo para poder atender a los hijos, es para equilibrar nuestra vida profesional con la familiar, personal, privada, de pareja, etc., etc. Sabéis que soy una buscadora compulsiva del equilibrio en mi vida, y eso incluye muchas facetas, no sólo las de madre y profesional, así que ¿por qué debería ser distinto para quien no tenga hijos?

En fin, que me alegro mucho de que mamiconcilia se haya animado a dar voz también a tantos padres que también quieren dedicar tiempo a sus hijos y a su pareja, que luchan por poder disfrutar de su baja paternal completa sin ser mirados como un bicho raro por sus compañeros. Cuánto camino nos queda todavía por recorrer a todos, hombres y mujeres, ¿no os parece?

Por ahora, si os interesa leer los testimonios de estos padres en busca de su equilibrio, podéis pasaros por http://mamiconcilia.com/papiconcilia/ y descargaros gratuitamente el libro (a condición de compartirlo en alguna red social, no es mucho pedir)

¡Feliz lectura! y... ¡feliz conciliación!

jueves, 6 de noviembre de 2014

Momentos en femenino

Ojeaba yo ayer la Elle de este mes y me han gustado los comentarios de dos de las mujeres entrevistadas:

De la entrevista con Jennifer Lopez me quedo con varias afirmaciones:

"Vale la pena cometer errores si luego encuentras la manera de equilibrar las cosas y crecer. Sólo hay que creer en una misma"

Claro que vale la pena cometer errores, es la mejor manera de aprender, pero efectivamente, hay que saber gestionarlos para que sean útiles. ¿A que vosotr@s también conocéis a más de un@ de esos que nunca se equivocan porque siempre es culpa de algún otro? ¿o de los que esconden la cabeza esperando que pase la tempestad y luego aquí no ha pasado nada? No sé si estoy de acuerdo en que sólo hay que creer en una misma, sospecho que hacen falta algunas cosas más, pero mal no viene desde luego.

"Con 20 años pensaba que lo sabía todo, con 30 comprendí que no sabía nada  y después de los 40 me siento bien con lo que sé y lo que no sé"

Con ésta me he sentido especialmente identificada, es un poco una versión de algo que me habréis leído más de una vez, eso de que en la universidad me iba a comer el mundo, cuando salí al mercado laboral el mundo se me comió a mí y finalmente conseguimos llegar a un pacto de no agresión que de momento los dos respetamos bastante.

Siempre me ha gustado cumplir años, también lo sabéis. Me gusta evolucionar, vivir experiencias nuevas y por supuesto también probar cosas diferentes de vez en cuando. Siempre me sorprende esa pregunta que me aparece de vez en cuando por facebook: "¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?" mi respuesta no suele tener fecha muy lejana y ¡me encanta!

La última me gusta mucho viniendo de una mujer tan espectacular como ella:

"Mis padres me hicieron sentir guapa desde pequeña. ¿Tengo una nariz perfecta? No. ¿Tengo unos dientes perfectos? No. ¿Hacen un buen conjunto? Sí. Y me siento bien así.



Me hace recordar la última polémica sobre las operaciones de cirugía estética a raíz de la transformación de Renée Zellweger. Quizás sus padres nunca la hicieron sentir guapa, no sé. Seguro que es simplificar mucho pero me viene bien para recordar lo importante que es mimar la autoestima de nuestros hijos en este mundo de locos. No sólo físicamente por supuesto, no se me ocurriría alabar lo guapos que son mis hijos y no alabar su inteligencia, o su simpatía.

Sigo enlazando ideas. También ayer vi por facebook algo que me hizo pensar. Estoy de acuerdo a grandes rasgos con la intención del texto pero no necesariamente con el consejo:

"No hables con tu hija sobre su cuerpo, salvo para enseñarle cómo funciona. No le digas nada si ha perdido peso. No le digas nada si ha subido de peso. Si crees que el cuerpo de tu hija se ve genial, no lo digas. He aquí algunas cosas que puedes decirle en su lugar:

"¡Te ves muy saludable!", es una muy buena opción.
¿O qué tal: “Te ves muy fuerte”?. O: “Se nota que eres feliz eres: brillas”. Mejor aún: halaga algo en ella que no tenga nada que ver con su cuerpo.
Tampoco hagas comentarios sobre el cuerpo de otras mujeres. No. Ni uno solo; ni positivo ni negativo. Enséñale a ser amable con los otros, pero también a ser amable consigo misma.
No te atrevas a hablar sobre cuánto odias tu cuerpo frente a tu hija, o a hablar sobre tu nueva dieta. Mejor aún, no hagas dieta frente a tu hija. Compra comida saludable. Prepara comidas saludables. Pero no digas “por ahora no estoy comiendo carbohidratos”. Tu hija no debe de pensar que los carbohidratos son malos, porque sentir vergüenza por lo que comes solo se traduce en sentir vergüenza de ti misma.
Anima a tu hija a correr porque eso la hace sentirse menos estresada. Anímala a subir montañas porque no hay ningún lugar mejor para explorar su espiritualidad que la cima del universo. Anímala a surfear, a escalar paredes o a andar en bicicleta de montaña porque la atemoriza, y eso a veces es algo bueno.
Ayuda a tu hija a amar el fútbol, a remar o el hockey, porque los deportes hacen de ella una mejor líder y una mujer más segura de sí misma. Explícale que no importa qué edad tenga, nunca dejará de necesitar saber jugar bien en equipo. Nunca le hagas jugar o practicar un deporte que no adore por completo.
Demuéstrale que las mujeres no necesitan de un hombre para mover muebles. Enséñale a cocinar. Herédale la receta de tu mamá de ese pastel de café de Navidad. Herédale tu amor por pasar tiempo al aire libre.
Quizá tú y tu hija tengan muslos gruesos o una caja torácica ancha. Es fácil odiar estas partes del cuerpo tan lejos de la talla cero. No lo hagas. Dile a tu hija que, si quiere, con sus piernas puede correr un maratón, y que su tórax no es otra cosa que un buen estuche para cargar unos pulmones fuertes. Puede gritar, puede cantar y puede levantar el mundo, si quiere.
Recuérdale a tu hija que lo mejor que puede hacer con su cuerpo es usarlo para mover su hermosa alma."


Eso, que en líneas generales me gusta la idea pero no creo que obviar los problemas sirvan para solucionarlos. Si la niña está gordita, o demasiado delgada, alguien se lo dirá, y no necesariamente con cariño, y más vale que esté preparada para ello. Si tiene tendencia a engordar no tiene nada de malo que lo sepa y aprenda a alimentarse de forma sana desde pequeña. Mejor eso que evitar hablar del tema y que la niña acabe anoréxica. No hablar de los problemas nunca ha sido una solución para ellos y los problemas de los preadolescentes con sus cuerpos no son precisamente la excepción. Por supuesto no se trata de hacer una montaña de un grano de arena. Seguramente sólo es cuestión de incorporar la educación nutricional a la educación general de nuestros hijos. Y por supuesto asegurarnos de que desarrollan una autoestima fuerte que les permita enfrentarse al mundo. No podemos meterlos en una burbujita y dejarlos allí para siempre. Y aunque pudiéramos, ¿quién quiere vivir en una burbuja?

Por último, os dejo con la completa definición de Mónica Cruz (reciente mamá) de lo que es para ella una verdadera femme fatale:

"Una femme fatale es fuerte, luchadora, emprendedora, alguien que saca adelante a su familia  y cualquier reto que se le ponga por delante"

Previamente comenta que "una mujer únicamente sexy me parece superficial" y al final añade que "ese estereotipo de mujer provocadora y devoradora de hombres no nos beneficia en absoluto"

Acabo recordando el reciente discurso de Emma Watson sobre el feminismo en la sede de Naciones Unidas (os dejo el vídeo por si queréis verlo):


Hala, os he dejado ingredientes suficientes, que cada un@ tome la cantidad que desee de cada uno y se prepare su propio cóctel.


viernes, 10 de octubre de 2014

Reto 21 días: disfrutar con tus hijos



¿Aceptas el reto? como muy bien explica babytribu.com, los científicos aseguran que hacen falta 21 días para crear un hábito, de ahí la duración de este reto. Por lo demás, no podía ser más bonito. Es verdad que la mayoría de los días acabamos muy cansados, o llegamos tarde a casa pero ¿tanto como para no poder sacar un ratito al día para disfrutar de nuestros peques? no puede ser. Seguro que un ratín se puede sacar de cualquier lado así que vamos a ellos. En mi caso además, ya sabéis que a veces no es que llegue tarde a casa, es que si estoy de viaje ni siquiera vuelvo pero ¿sabéis qué? incluso en esos viajes, o quizás más aún en ellos, disfruto muchísimo de mis ratitos con mis hijos porque las cosas como son, lo de los smartphones es un invento maravilloso. Puedo hacer fotos que luego les mando por whatsap y, lo que más le gusta a mi hija, cuando hablamos por skype le enseño la habitación del hotel, el baño, las vistas desde la ventana (bueno, alguna vez ha habido también que mejor no enseñarlo mucho, pero son gajes del oficio, de vez en cuando te toca un espanto de hotel, hay que hacerse a todo...)

Yo voy a empezar hoy mismo con mi reto, aprovechando que estamos en plenas fiestas del Pilar y no nos faltan opciones. Para hoy, el tragachicos y paseíto por los chiringuitos de la ribera. Mañana perseguiremos a los cabezudos y por la noche nos acercaremos al concierto de Malú en la plaza del Pilar aprovechando que es gratuito y podemos simplemente pasarnos un rato y marcharnos cuando nos cansemos. Ya os iré contando, a ver si me acuerdo de hacer fotos ya de paso.

En cualquier caso, fiestas del Pilar sólo tenemos hasta el lunes así que me tomo buena nota de las sugerencias de babytribu:

Algunas ideas…
  • Sacar fotos divertidas
  • Saltar en la cama
  • Leer un cuento
  • Cantar fuerte
  • Bailar
  • Escuchar música
  • Jugar con almohadas
  • Juegos de dedos
  • Pintarse la cara
  • Pasear en bici
  • Ir al museo
  • Ir al teatro
  • Contar chistes
  • Preparar limonada
  • Hacer una tarta
  • Hacer el pino
  • Saltar charcos
  • Comer sandía
  • Lanzarse por el tobogán
  • Hacer reír a la abuela/abuelo
  • Ver insectos
  • Tomar un helado
  • Abrazar a papá/mamá
  • Crear un peinado nuevo
  • Hacer un picnic
  • Hacer la torre más alta
  • Pisar hojas
  • Hacer un gol
  • Disfrazarte
  • Poner caras tontas

¿Os animáis? ¡pues suerte con el reto! y no dejéis de contármelo...


jueves, 4 de septiembre de 2014

Pereeeeezaaaaa



Será el calor, que por fin ha llegado, porque vaya veranito raro llevamos (y no estoy yo precisamente en la hamaca de la ilustración, más quisiera...). Será la vuelta oficialmente al trabajo, porque oficiosamente entre unas cosas y otras no he parado mucho este verano. Será lo que sea, pero llevo días queriendo escribir, y no me han faltado temas, vaya tela lo del niño inglés y sus padres, tremendo lo del pederasta de Madrid, revuelto el mundo en general... pero es que no me siento con ganas de tratar temas tan serios. Y si me paso a las frivolidades... uff, el vestido de Angelina con los dibujos de sus hijos me gusta pero no me inspira más allá de un comentario rápido en facebook. Mi corta escapada vacacional fue muy bien pero tampoco da para contaros gran cosa. Sevilla sigue tan bonita como siempre, aunque me impresionó más la primera vez.

Y mientras cuento esto tengo a maridín refunfuñando por todo, será el calor también...

Vaya, que estoy ante un síndrome de la pantalla en blanco agudizado por la tontera de tardío verano y sé que tengo mil cosas que hacer pero ni las recuerdo...

Mañana será otro día...


martes, 12 de agosto de 2014

Recomendado a embarazadas y nostálgicas del embarazo

Las que me conocéis de los viejos tiempos de Terra ya lo leísteis en su momento, hasta vivisteis paso a paso su creación y quizás hasta recordéis qué fue lo que me impulsó/obligó a terminarlo. También lo recuperé en otro post hace un tiempo pero como es un cuento que siempre que he regalado ha tenido éxito (sí, lo de las hormonas de embarazada, que siempre ayuda), y como amazon lo pone fácil, tanto para publicar como para leer aunque no tengas su kindle, pues oye, que me he animado a publicarlo en ebook. Os dejo el enlace donde podéis encontrarlo si os apetece:


La barriga de la portada es mía, de cuando estaba embarazadísima de Sofía, creo que había salido ya de cuentas, de hecho.

Aprovecho el post de autobombo publicitario para recordaros que mi cuento "El pijama mágico" verá pronto la luz, esta vez en formato papel, editado por "La fragua del Trovador" (me encanta el nombre). Os avisaré sin falta...

sábado, 2 de agosto de 2014

Summer in the city


Pues si, este veranito parece que ésta va a ser mi banda sonora. Qué se le va a hacer, cada momento requiere unas cosas diferentes. El año pasado pude disfrutar de unas vacaciones casi de colegio, pues este toca pringar en Zaragoza. Hay oportunidades que no puede una dejar pasar aunque supongan un esfuerzo extra y además sarna con gusto no pica así que, salvo una breve escapada de aquí a poco que también será básicamente urbana, "disfrutaré" del verano zaragozano. No me quejaré, este año, salvo algún día suelto, las temperaturas están siendo francamente moderadas y mi adorado cierzo nos mantiene bien ventilados. Es verdad oye, que haya a quien no le guste nuestro airecico... a mí me da la vida.

Vaya, que por aquí estaré para contaros cosillas. Como siempre, mi cabeza está llena de proyectos, de los que sería prematuro hablar pero que ya os contaré.  Como siempre también ando inmersa en plena operación bikini. Esta vez me la he tomado súper en serio, he hecho uno de esos tratos raros que hago conmigo misma o con el universo o quién sabe con quién (es lo que tiene ser atea, no puedo negociar con Dios, quizás debería replantearme mis opciones) y estoy decidida a portarme bien (razonablemente bien al menos, tampoco hay que obsesionarse) Hasta estoy decidida a conseguir ahorrar algo de dinero en los próximos meses (risas enlatadas de fondo) pero para ello agradecería al señor Montoro que deje de presumir de haber devuelto no sé cuántos millones de las declaraciones de la renta y se digne devolvernos a mi maridín y a mí, que no son millones desde luego, pero hay que ver lo bien que nos vendría...

En fin, que entre trabajo, estudios y aficiones escritoras, por aquí andaré para quien quiera alegrarme el día tomando un cafecito, un granizado o hasta una copita si se tercia (sin pasarnos, operación bikini, recordad)



martes, 22 de julio de 2014

De primeras veces

Leía no hace mucho una entrada en retrones y hombres de su nueva colaboradora: Patricia Carrascal (@viernescilla) sobre sus primeras veces. Reconozco que el artículo me emocionó, me gusta cómo escribe, cómo cuenta las cosas, con toda su crudeza pero sin perder el sentido del humor, aunque esto es una constante en este blog, escriba quien escriba.

El caso es que me dio por pensar en esas primeras veces mías que se me han quedado grabadas a fuego y, aparte de la obvia, que no os voy a contar aquí, también por razones obvias, hay una que destaca sobre todas las demás. Seguramente no sobre mi primer embarazo (ese primer test positivo no tiene precio) ni sobre mi primer parto. Ni siquiera sobre los segundos, tan intensos como los primeros a pesar de no ser ya novedad. Pero sí tuvo una relevancia tremenda, probablemente por toda una serie de añadidos, claro. Las cosas nunca vienen sólas sino acompañadas de todo un contexto, de un pasado y de un futuro apenas vislumbrado pero que se adivina lleno de oportunidades.



El primer día en la universidad... ¡qué momento tan intenso! con lo que yo me había currado la selectividad para asegurarme el acceso a la carrera que quería. No recuerdo haberme esforzado tanto nunca más. Pero era la época en que yo todavía me iba a comer el mundo, ¿recordáis? Era la ruptura con algo que ya no servía y el inicio de todo. Nuevos amigos, nuevas oportunidades, nueva vida, en fin. Todavía sonrío cada vez que paso por este edificio (aunque en mi primer día allí el edificio nuevo que se ve a la izquierda, la nueva biblioteca, no estaba todavía) Pese a que al final las clases me resultaron bastante decepcionantes en general (a excepción de un par de profesores), pese a que al final sólo estuve allí dos años (estudiando, mi pertenencia a la asociación de estudiantes duró mucho más), sigue siendo uno de esos momentos que marcan una transición en la vida. Un punto de inflexión, como lo fue para mí mi año en Pau, y como lo fue sin duda el momento en que decidí ir a la presentación de esa asociación de nombre raro: AIESEC, que desde luego marcaría mis años universitarios y sin duda el resto de mi vida.

Os invito a reflexionar sobre vuestras primeras veces y, si os apetece, a contarlas aquí. Atención: el riesgo de ponerse nostálgico es elevado.


jueves, 26 de junio de 2014

Tarta de queso

Dice Ana Milán en su libro "Sexo en Milán" que "No se cocina jamás para alguien a quien se odia", es más, aún añade que "Cuando cocinamos para alguien es porque le queremos, queremos quererlo, o porque cabe la posibilidad de que le queramos"

No puedo estar más de acuerdo pero es que claro, hay tantas formas de querer... me acordaba yo de esta frase el otro día cuando me dió la neura de ponerme a cocinar para dos cosas: una era la fiesta "de fin de curso" de Speaknic. Cada uno podía llevar lo que le apeteciera para luego poner todo en común. El caso es que de alguna manera tanto la "profe" como los habituales de las sesiones de alguna manera se han hecho querer también así que sí, me apetecia cocinar para ellos. Podría haber optado por comprar algo y ya está pero no, me lié la manta a la cabeza y me puse a preparar mi habitual brownie, sólo que ya metidos en faena, me dio por improvisar. Preparé en paralelo la masa del brownie y la típica del bizcocho de yogur y las repartí, juntas y medio revueltas, en dos moldes. No salió mal el invento. Lo que hice fue echar primero una capa de una, encima otra capa de la otra y, con la cuchara, mezclarlas una miajita, lo justo para que el bizcocho me saliera un poco "marbré". Uno de los bizcochos lo guardé para el siguiente evento. Para la fiesta de speaknic además me animé con una empanada (masa fresca de hojaldre comprada) de atún con pimientos y otras verduritas bien pochadas. 

Pero ninguna de estas es la receta que yo quería poneros hoy. Para el siguiente "evento" además del segundo bizcocho me apetecía llevar una tarta de queso que suele salir riquísima y es súper fácil de hacer. Ahí va la recetita:

Ingredientes:
1 paquete de galletas
mantequilla (y yo le añado leche para que quede más ligera, ahora veréis por qué)
200 grs. de queso blanco para untar
200 grs. de nata líquida
4 huevos
50 grs. de azúcar

Para la cobertura:
3 cucharadas de mermelada (aconsejable de frutos rojos pero al gusto)
3 cucharadas de coñac (o brandy o similar)
3 cucharadas de azúcar
3 cucharadas de agua

Preparación:

Se trituran las galletas y se mezclan con la mantequilla a temperatura ambiente (y ahí es cuando yo le pongo algo de leche también para formar bien la masa porque si no hay que echar una barbaridad de mantequilla) hasta conseguir una masa homogénea. Se unta un molde horno desmontable con un poco de mantequilla y se forra con la masa de galleta, procurando que quede bien lisa. Se reserva en el frigorífico.

En un bol se pone el queso, la nata, los huevos y el azúcar y se bate todo. Se vierte en el molde y se mete al horno precalentado a unos 180º hasta que cuaje. Cuando está listo (el palillo sale limpio) se deja templar un poco mientras se prepara la cobertura (mezclar todos los ingredientes en un cazo a fuego lento hasta que quede bien diluído) Se cubre con la mezcla y se deja enfriar. 

Ahí va la que acabo de hacer hoy (porque el otro día no estaban todos los que deberían haber estado y ya sabéis que yo necesito poca excusa para liarme en una de estas...)



Esta vez, como es para llevar, la he hecho directamente en un molde de estos de usar y tirar para llevármela tal cual. 

miércoles, 4 de junio de 2014

De madres trabajadoras y/o la vuelta al hogar

Mientras voy haciendo mis habituales malabares (que son los de todas, supongo) entre trabajo, niños, vida privada, vida de pareja y blablabla, chocan entre sí dos lecturas: por algún sitio que no consigo recordar leí algo sobre una vuelta al pasado en cuanto al papel de la mujer y la conciliación, algo como que parece que lo que ahora se promueve desde el famoseo es que la mujer, al ser madre, deje su trabajo y se concentre en cuidar de sus niños. Que me parece una opción estupenda para la que la quiera, ojo, pero ya sabéis que a mí particularmente... pero es que además leí el comentario en cuestión justo en un momento en que me estaba leyendo el libro mamiconcilia (os dejo enlace: aquí), un libro en el que (cito textualmente del blog de madresfera)

 " 28 mujeres directivas, coordinadas por la periodista y experta en social media, Usúe Madinaveitia, reflexionan sobre la conciliación laboral y personal en un sector caracterizado por los altos niveles de estrés y de exigencia y las jornadas interminables.

#mamiconcilia recoge testimonios de lo más variopintos: una madre de mellizos, un par de madres solteras con hijos adoptados hindúes, dos mujeres que renunciaron a tener hijos por estar muy cen-tradas en su carrera, una hija que tiene que conciliar para cuidar a su madre enferma de cáncer, una abuela que pide una reducción de jornada del 75% para cuidar a su hija y su nieto recién nacido que viven en Berlín…y hasta el marido de una mujer directiva, que es escritor, trabaja en casa y se ocupa de las niñas."

Ya sabéis (y si no os lo cuento) que yo ahora mismo tengo un horario flexible, cierto, pero también soy autónoma (con lo que ello implica, sobre todo en cuanto a eso de la flexibilidad, que al final viene a querer decir que lo mismo trabajas a una hora que otra, un lunes que un domingo), y también estoy viajando de nuevo por trabajo con relativa frecuencia. Así que eso de leer que ahora lo que "se lleva" es la vuelta al hogar y a cuidar a los niños me dejó en colapso mental, sólo unos segundos, por supuesto. Y vamos a ver, que yo entiendo que habrá casos en que para cobrar una birria de sueldo y tener que gastártelo en guarderías y cuidadoras, pues mira, igual te sale más a cuenta quedarte tú en casa. Pero es que de lo que se hablaba en el dichoso comentario que no logro encontrar ni sé si era de facebook, de twitter o de dónde narices lo saqué yo, era de famosas, ganando un pastizal y con una brillante carrera en su haber que deciden dejarlo todo por sus niños. Y repito, que me parece fenomenal que cada una haga lo que considere más adecuado con su vida siempre y cuando no se conviertan en apóstoles de una nueva forma de vida mejor que la del resto de los humanos, como cuando les da por promover dietas raras, batidos extraños y demás. 

Afortunadamente, estaba leyendo a la vez el libro de mamiconcilia, que podéis descargaros gratuitamente a condición de promoverlo en alguna red social (no es imperativo) y me reafirmaba en mi convencimiento de que sí que se puede. No es que nunca lo hubiera dudado pero a veces la gente se empeña en mirarte raro cuando les explicas que sí, te dedicas a la exportación, viajas con frecuencia y sí, tienes dos hijos en edad escolar, fíjate tú (sin traumas aparentes ninguno de los dos). Por suerte cada vez son menos las caras de asombro que me voy encontrando  (a quienes me entran ganas de preguntar si les chocaría igual si en vez de madre fuera padre) y más los que lo encuentran normal. 

En fin, que me está pareciendo muy interesante el libro, muy variado, cada historia es completamente distinta, como esto de conciliar, que cada uno lo hacemos como podemos (y que, ya lo he dicho mil veces, no es exclusivo de las mujeres, que los hombres también tienen vida más allá del trabajo) y que resulta muy injusto que cualquier externo pretenda opinar e incluso decidir sobre nuestras opciones laborales. Y, para terminar, un pequeño video en defensa de la maternidad como un plus para el trabajo (esta historia va sobre una mujer que decidió dejar de trabajar para cuidar a sus hijos, pero vale igual para que las que no lo hemos hecho, las habilidades que aporta esto de la maternidad, y paternidad, no lo olvidemos, están ahí y son innegables):




miércoles, 28 de mayo de 2014

El ratito de lectura

No sé ni cómo salió, supongo que es de esas cosas que se van gestando en tu mente poco a poco, sin ni siquiera darte cuenta, y de repente un día todo hace click y se pone en marcha una nueva maquinaria.


En nuestro caso, lo que se venía gestando desde hace tiempo ya es que últimamente no encontraba tiempo para leer más que en el avión, ¡y tampoco viajo tanto! Mis hijos sin embargo, no fallan, todos los días se van a la cama con el libro y la linterna y leen el rato que les apetece.

Es verdad que a mí lo de leer por la noche me da un poco de pereza, más que nada porque como me enganche a la historia no encuentro nunca el momento de parar, y yo que soy dormilona, y que tengo que madrugar... pero ir viendo crecer el montón de libros pendientes y que aquello no avanzara era superior a mí. 

Por otra parte, nosotros habíamos cogido la mala costumbre, en cuanto los niños se iban a la cama a leer, de empanarnos con la tele, con lo cual a lo que dejas la chorrada que estés viendo estás ya tan cansado que ni ganas de abrir un libro. 

¿Solución? le propuse a la tropa una nueva costumbre familiar. Desde hace unos días ya después de cenar, en vez de mandar a los niños a la cama, nos sentamos todos juntos en el salón, cada uno con su libro y durante un rato leemos todos juntos. Es curioso, en la mayoría de sitios hablan de que los adultos demos ejemplo a los niños para que nos vean leer y así lo hagan ellos también. En nuestra familia ha tenido que ser al revés... claro, que el germen ya estaba plantado, eso sí.

¿Me contáis vuestros hábitos de lectura?


lunes, 26 de mayo de 2014

Sabiduría oriental para empezar la semana


Casi nada, ¿eh? pero la verdad es que si te lo miras con cariño, esto vale igual para el trabajo que para la vida diaria. A mí desde luego no me vendría nada mal empezar a aplicar en mi vida en general estos pequeños-grandes consejos. Veamos:

1. Separa, elimina... se me ocurre alguna que otra persona a la que debería eliminar de mi vida (todavía no puedo, pero todo llegará) Clasifica las tareas dependiendo de su urgencia. Clave en la tan traída y llevada conciliación, ¿no? por cierto, recordadme que os hable (de nuevo) de esto en un próximo post, me estoy leyendo un libro de experiencias al respecto que quiero compartir con vosotr@s. 

2. Orden: sí, bueno, mi asignatura pendiente de siempre. Yo soy más de caos organizado, esa excusa tonta que no se cree nadie. Bueno, en el trabajo aún soy ordenada, más o menos... en casa ya... me callo que si sigo por aquí no voy a hacer más que tirarme piedras sobre mi propio tejado.

3. Limpieza, desechar lo que ya no necesitas... aparte de lo obvio, yo creo que aquí lo fundamental es mantener la higiene mental, ¿no? acumulamos a veces mucha "basura" en la cabeza que deberíamos desechar sin el más mínimo remordimiento. 

4. Normalización, sistema único de ubicación de los objetos... anda que no lo he intentado yo veces, pero que no hay manera oye, que mi caos organizado se rebela contra la normalización... lo seguiré intentando.

5. Mantener la disciplina. Apaga y vámonos, con la disciplina hemos tomado, pero si no soy disciplinada ni para ponerme cremitas... 

Tengo mucho en lo que trabajar y reflexionar... os dejo hacer lo mismo, pero prometo no volver a tardar más de un mes en pasarme por aquí. Disciplina, disciplina...   

miércoles, 23 de abril de 2014

23 de abril

San Jorge, patrón de Aragón y Día del Libro, dos buenos motivos para que sea un día especial para mí, aunque no sé qué tiene que ver una cosa con otra. Aún así, me ha encantado este dibujito que he visto por facebook. No sé de quién es, lo siento.


Como todos los 23 de abril, y a pesar de que esta vez volvíamos tarde del pueblo, no podíamos dejar de dar una vueltecita por las casetas del día del libro. Hoy además tenía un objetivo claro. Me perdí la presentación del nuevo libro de David Lozano, a quien ya me habéis leído nombrar en este blog, y no quería dejar de pasar a verle y que me lo firmara. Sofía y Guille por supuesto se han comprado también sus respectivos libros. Aquí están pues nuestras adquisiciones de hoy.


Guille es que está futbolero perdido últimamente. En buena hora, pero si nunca le había interesado demasiado el fútbol. Sofía ahora está toda forofa de Bat Pat y yo, bueno, ya os he contado lo que iba buscando, y ahí está. Y lo mejor, la dedicatoria. ¿Recordáis que os dije que os guardaba una sorpresita? bueno, pues os contaré que en el primer libro que David me dedicó me llamaba "colega futura de las aventuras literarias" y en este... tatachán... en este me da la bienvenida "a este caótico mundo de los escritores". Pues sí, lo he conseguido. Un editor se ha fijado por fin en un cuento que os sonará: "El pijama mágico". Ya os dejé por aquí un fragmento hace tiempo (aquí), hoy os dejo otro para celebrar la buena nueva. Por ahora no tengo fecha de publicación, ya os contaré.

"Entre tanto, en un parque no muy lejano, Sofía y Fátima acababan de encontrar algo semioculto entre los arbustos. Era una caja de madera, con dos estrellas grabadas en su tapa. Sofía enseguida reconoció la de ocho puntas, formada por dos cuadrados entrecruzados. Tenía un colgante con esa misma estrella, igual que el resto de su familia. Era el símbolo de Teruel, repetido una y mil veces en la decoración mudéjar de sus famosas torres. La otra no la conocían. Estaba formada por dos triángulos superpuestos así que tenía seis puntas. La caja parecía bastante vieja, aunque estaba bien conservada. No pudieron resistir la curiosidad de abrirla. Además, quizás tuviera algún dato sobre sus dueños y pudieran devolverla. Estaban a punto de abrirla cuando les pareció ver una sombra acercándose a ellas. Se giraron rápidamente pero sólo vieron a un policía haciendo su ronda un poco más lejos. Aún así no se sentían seguras. Decidieron esconder la caja entre sus ropas y llevarla cuanto antes a casa de Fátima. Entraron casi sin saludar y directamente se encerraron en su cuarto. En el interior de la caja encontraron una bolsa de cuero que contenía una antigua llave de hierro, muy grande, y un extraño papel con caracteres que Sofía no podía entender. Fátima sí, enseguida reconoció la escritura árabe, aunque ella no sabía leerla."

sábado, 12 de abril de 2014

Book Tag

Eva retoma en su blog: pasión lectora un meme que me ha encantado y que me pongo a hacer ya mismito:

Este meme literario se llama "Tu vida en libros" y consiste en contestar una serie de preguntas relacionadas con tu vida utilizando los libros.

1. Encuentra un libro para cada una de tus iniciales.

Mis iniciales son EOT así que allá vamos:


No encuentro en mi estantería ningún libro que empiece por O,  ni siquiera en la de mis hijos, increíble... con la T sin embargo tengo varios pero me quedo con este:



2. Cuenta tu edad a lo largo de la estantería. ¿Qué libro sale?

hombre, pues depende de por dónde comience... pero de arriba abajo y de derecha a izquierda, ¿vale? contamos 39 y nos sale:



3. Elige un libro que se desarrolle en tu ciudad/provincia/país

El de mi amigo David Lozano, con el que ganó el premio Gran Angular de novela juvenil y que se desarrolla en Zaragoza



4. Elige un libro que represente un destino al que te gustaría viajar

Por ejemplo:



5. Elige un libro que tenga tu color favorito en la portada

¿el rojo? a ver que busco... vale, tengo varios pero me quedo con este:



6. ¿De qué libro tienes los mejores recuerdos?

ah, aquí no tengo ninguna duda:


7. ¿Qué libro tuviste más dificultades para terminar?

En su momento, quizás por ser lectura obligada en el cole:




8. ¿Qué libro de tu lista de pendientes te hará sentir muy orgullosa cuando por fin lo termines?

Bueno, esto ya fue una ida de olla mía en aquellos tiempos en que estaba estudiando alemán y me creía yo que tenía más nivel del que realmente tenía, pero sí, desde luego me sentiría súper orgullosa si algún día consiguiera terminarlo:




Y hasta llega este book tag. ¿Qué os ha parecido? ¿os apetece hacerlo?

miércoles, 9 de abril de 2014

¿Dama? ¿Bruja? ¿Un poco de cada?


Me chifla, lo vi ayer por facebook y me sentí taaaaaan identificada... no hace falta contar mucho más, ¿no? me recuerda a aquella descripción que hizo una vez mi hija de mí para el cole. Os cito sólo la parte interesante "tiene los ojos alegres pero terroríficos cuando se enfada" En fin, me voy a hornear unos pastelillos (¿valdrá igual hacer unas torrijas?), que últimamente soy bastante feliz y no dejo salir mucho a la bruja del demonio salida de las entrañas del infierno.

Confesad, ¿Qué sois más? ¿Brujas o damas? ¿O ni una cosa ni la otra?

martes, 8 de abril de 2014

Planes para Semana Santa

Se pasa el tiempo volando. Parece que fue ayer cuando os daba mis sugerencias para las vacaciones navideñas y ya estamos pensando en los planes de Semana Santa. El primero de todo, que me viene rondando la cabeza ya hace varios días: hacer torrijas (de este fin de semana no pasa). Os recuerdo la receta.

Este año los coles nos han sorprendido (al menos en Aragón) con unas mega-vacaciones para los niños, que empiezan el lunes 14 y se alargan hasta el 23 de abril, día de San Jorge (festivo aquí por ser el patrón de Aragón, además del día del libro) Semana y media, sí. Algo habrá que inventar para los niños.

Lo primero por supuesto será hacer las torrijas con ellos, con lo que les gusta chafardear en la cocina...

Luego habrá que recordar un poco el sentido litúrgico de estas fechas, especialmente este año que Sofía está preparando su primera comunión.


Yo espero también poder hacer alguna pequeña excursión o escapadilla, a ver si se porta el tiempo. Pero bueno, todo eso está por definir. Ya os contaré. De momento lo que tengo claro es que este año quiero combinar un poco actividades, que para eso tenemos un montón de días por delante.

Y para el día del libro, espero poder adelantaros ya una sorpresilla. Pero no hablemos antes de hora... 

¿Ideas para estas fiestas? contadme cómo las preparáis vosotr@s. 

lunes, 31 de marzo de 2014

Queridas súper mamis



Sabéis que yo nunca he tenido vocación de súper nada. Ni súper woman, ni súper mami, ni súper heroína asi a secas. Pero a veces os envidio, ¿sabéis? Cuando os veo por la calle con vuestros hijos y vuestros tipazos, perfectamente peinadas y guapísimas, con esos looks aparentemente tan casual y sin embargo tan trabajados. Y digo yo, ¿de dónde sacáis el tiempo? vale que la genética a veces ayuda pero ¿siempre? Y esos taconazos, ¿los aguantáis todo el día o lleváis las manoletinas de recambio en el coche? yo no es que vaya siempre hecha un desastre, vaya, que de vez en cuando hasta voy mona también, pero es que no me dura... ¿cómo lo hacéis vosotras? 

Cierto es que no todas me gustáis igual. A algunas os he visto tan divinas de lejos y al acercarme y sonreiros al saludar me habéis sorprendido con vuestras caras de acelga. Yo no iré divina ni de casualidad pero procuro sonreir siempre al saludar. Procuro ser feliz. Quizás sea por eso por lo que no tengo tiempo de preocuparme de estar siempre tan ideal. Pero no quería yo hablar de vosotras, sino de las otras, las guapísimas (o quizás sólo aparentonas, o estilosas a lo mejor) que además son agradables y hasta simpáticas, a vosotras sí os envidio a veces. 

Pero más aún os envidio a las que nunca perdéis los nervios con vuestros hijos, y tenéis tiempo y maña para dedicar a hacerles esos sombreros maravillosos para el desfile de la english week,  y para jugar y entrar con ellos en esos links que nos mandan los profes para mirar desde casa con los niños y que a mí siempre se me olvidan. ¿De verdad vuestra vida es siempre así o es sólo lo que parece? porque me consta que la mayoría de vosotras también trabaja (fuera de casa, quiero decir) Y seguro que tenéis un súper papi en casa, pero yo también lo tengo, es más súper él que yo, no puedo decir lo contrario. Leía el otro día el artículo de Care Santos en Mujer Hoy y no pude por menos que pasárselo a mi marido diciéndole: "mira, cariño, léete a Care, hoy habla de tí" Y sin embargo yo sigo siendo un súper desastre (así hablando en general)

A veces pienso que se me escapa el tiempo entre los dedos. Pero no sólo el tiempo para mis hijos, últimamente tengo la sensación de estar en muchos sitios y dedicarme a muchas cosas pero no hacer realmente ninguna de ellas. Quizás simplemente sea que quiero hacer demasiado. Es el mal de nuestro siglo, me temo. Quizás debería simplemente escoger y centrarme, pero hay tantas opciones... ¿y cómo equilibrar tu vida si no pruebas distintas cosas? ay, no sé, tengo la sensación de que algo se me está yendo de las manos. Quizás simplemente deba replantearme mi organización del tiempo y así llegaría a todo (¿seguro?) 

Queridas súper mamis, sed buenas y contadnos vuestros trucos. Sé que existís, y aunque creo que tiene que ser muy estresante llegar a todo, a veces desearía hacerlo yo también, y además de trabajar y ocuparme de mi familia, tener tiempo para ir al gimnasio, y para ponerme guapa, y estar con mis hijos, y con mi pareja, y tener mis ratitos para mí misma... ¿será pedir demasiado? Queridas súper mamis, ¿de verdad existís? 

miércoles, 26 de marzo de 2014

Vuelve la fiesta del cine

Tras el enorme éxito de la iniciativa del año pasado, de nuevo podremos ir durante 3 días al cine por sólo 2,90 euros. Yo ya tengo mis acreditaciones para toda la familia, ¿y tú? si no las tienes aún, puedes pasarte por aquí.


Me encanta el cine pero reconozco no ir todo lo que me gustaría. Antes era sobre todo por falta de tiempo, ya sabéis, ser padres cambia muchas cosas, pero ahora que mis fierecillas ya no son tan pequeñas y que disfrutan durmiendo alguna noche en casa de los abuelos la falta de tiempo ya no es excusa. Ahora la excusa es la pasta, sí. Al precio que va el cine hay que mirarse muy mucho qué peli te merece la pena ver y cuál no. Porque yo seguiré siendo un bicho raro pero a mí eso de descargarme el trabajo ajeno sin pagar por ello me sigue pareciendo mal, qué se le va a hacer. Así que sí, me encantan estas iniciativas que demuestran que no es que el público no quiera ir al cine. ¿Que no es tan fácil bajar el precio de las entradas así en general? de acuerdo, que todo el mundo tiene que sacar su beneficio pero aunque no sea fácil, igual alguna vuelta sí habría que darle, ¿no? empezando por el IVA, continuando con posibles subvenciones... y no sé, no conozco el sector lo suficiente como para arriesgarme a hablar, pero a veces un margen menor conlleva beneficios mucho mayores.

En fin, que esto escapa al propósito de esta entrada, que no deja de ser meramente publicitario de una iniciativa que me gusta. Así a priori se me ocurren un par de películas que quiero aprovechar para ver: "El gran hotel Budapest", "Guillaume y los chicos, a la mesa" y no veo en el listado la nueva versión de "La bella y la bestia" con Vincent Cassel como bestia (con lo que me gusta a mí este hombre) pero esta la tengo que ver seguro, con descuento o sin él.

¿Qué pelis habéis visto recientemente? ¿cuál me recomendáis? ¿algo que no deba perderme por nada del mundo? contadme y... ¡Feliz fiesta del cine!

viernes, 14 de marzo de 2014

¿Mandonas nosotras?



Lo habréis visto, seguro. Una importante directiva americana ha comenzado una campaña para intentar eliminar del lenguaje la palabra mandona. Mi primera reacción, lo confieso, fue: ¿por qué? vale, sigo confesando, a mí siempre me ha gustado ser mandona, no puedo evitarlo, y nunca me ha parecido nada malo. Pero pensándolo bien, quizás sea precisamente eso lo que persigue esta campaña. 

A mí particularmente pretender eliminar la palabrita del lenguaje me sigue pareciendo algo bastante ridículo. Me pregunto sin embargo si seguirá habiendo niñas que se sientan mal por ser consideradas mandonas en vez de sentirse líderes. ¿De verdad a un chico no se le considera mandón si no líder? sólo pregunto, es algo a lo que, francamente, no he sabido encontrar respuesta. ¿Algún profesor de primaria o secundaria en la sala? probablemente sean quienes mejor puedan contestar a esto. 

Desde mi estrictamente particular y privadísima experiencia, el uso o no uso de la palabrita de marras para mí no tiene la menor importancia. Jamás me ha sentado mal que me llamaran mandona, siempre he tenido vocación de jefa y, sin embargo, siempre he sido una mandada. Sin embargo, a todas estas mujeres, a quienes obviamente sí les molestó y/o les molesta, han llegado a estar entre las mujeres más poderosas del mundo. En fin, no voy a lloraros, no me apetece...

En lo que sí estoy indiscutiblemente de acuerdo en que hay que fomentar por igual entre chicos y chicas las habilidades de liderazgo, que por cierto, efectivamente no tiene nada que ver con mandar o con la concepción tradicional del jefe:


Fomentarlas a quien las tenga, claro, que tampoco todo el mundo tiene porque ser lo mismo, faltaría más. Pues no hay poca gente que se encuentra comodísima en un trabajo rutinario con escasísimas responsabilidades o ninguna y sin tener que decidir nada. Esto es como lo de que todos tengan que ir a la universidad porque sí. ¿En serio? bueno, no me enredo, que creo que en más de una ocasión he dado ya mi opinión sobre esto. Fomentemos pues las vocaciones de nuestros hijos e hijas, que no quita meterles cierta dosis de realismo, que querer ser Madonna está muy bien pero mientras tanto con algo habrá que ganarse la vida. Es como lo de estudiar ciertas carreras muy bonitas y cultas pero con salidas profesionales digamos limitadas... 

Sueños, otro campo que además tengo bien reciente porque lo tratamos en la última sesión de speaknic (y tenía que ver con el tema de mi última entrada) ¿Debemos alentar los sueños de nuestros hijos aunque nos parezcan irrealizables? ¿Qué dosis de sentido práctico debemos darles? los sueños no hay que destrozarlos nunca, jamás (cuidado con los comentarios que se hacen, a veces hacemos más daño de lo que habríamos pensado) En la sesión comentaba con mi compañero de mini-group que lo ideal es cuando has llegado a tener la suficiente seguridad en ti mismo como para ser capaz de escuchar todo tipo de opiniones sobre tu sueño, pensarlas, tenerlas en cuenta, madurarlas, pero mantener intacto tu sueño a pesar de todo. ¿Quién sabe? quizás esas opiniones, correctamente elaboradas, puedan ayudarte a conseguirlo, o al menos a evitar alguno de los obstáculos que, sí o sí, nos encontramos en el camino. ¿Qué hacemos pues con nuestros hijos si los vemos perseguir un sueño imposible? ¿Imposible? ¿De verdad? ¿Estúpido quizás? ¿Sí? ¿Según quién? Probablemente sea más práctico tratar de guiarles, apoyarles, enseñarles a levantarse cuando se caigan... y sí, también a ser un poquito realistas, perseguir tu sueño no significa que no hagas nada más en la vida. Al final todos tenemos facturas que pagar y salvo que nuestros padres salgan en la lista Forbes, cabe pensar que más bien tendremos que pensar en alguna forma de ganarnos las lentejas por nosotros mismos. No es incompatible con soñar, a veces lo será con perseguir ese sueño, no digo que no, pero a un sueño no hay que perderlo de vista nunca. Se pueda hacer por lograrlo o no.

Me he ido del tema, ¿verdad? un poco... bueno, resumo en brevísimo. Que ser mandón o mandona no es malo, ni mucho menos, se le llame como se le llame. Tiempo habrá de ir aprendiendo cómo ejercer esa facultad tirando más a líder que a jefe. 

Tema calentito os dejo, ¿opiniones? 

viernes, 7 de marzo de 2014

Si tienes un reto tienes una vida


Yo no tengo sólo uno, me temo que tengo demasiados como para poder abarcarlos todos a la vez, lo cual está muy bien en plan "qué divertido, qué vida más emocionante voy a tener" pero la verdad, no resulta nada práctico. Especialmente cuando se tienen una fuerza de voluntad y una capacidad de esfuerzo más bien mediocres como las mías. 

Todo esto viene a raíz del video "Querida yo antes del reto", de reto 10k women running. (El enlace es del reto del año pasado pero lo explica perfectamente) A nada que me conozcáis una mijita sabréis que lo mío no es correr ni de lejos pero mira, que leyéndolo me estaba hasta apeteciendo. Lástima que estén ya las inscripciones para el reto de este año cerradas. 

Que lo que me faltaba a mí, vamos,  justo estaba diciendo que tengo demasiados retos en marcha y no tengo otra cosa mejor que hacer que pensar en otro. Más me valdría centrarme en mi súper reto de este año (bueno, en mis dos súper retos pero no más...)

Y ¿por qué nos costará tanto realizarlos? la teoría me la sé muy bien: retos concretos, medibles, alcanzables, acotados en el tiempo... sí, sí, si a mí plantearme retos se me da muy bien, y hasta planificar cómo conseguirlos. El problema viene a la hora de llevar a la práctica tanta estupenda teoría. Y ahí es donde entra ese concepto tan ambiguo y facilón, al que se echa la culpa de todo: "la fuerza de voluntad" ¿O no? porque, vamos a ver, ¿qué es eso de la fuerza de voluntad? ¿Por qué unos supuestamente la tienen y otros no? ¿No será algo más complicado? Esta vez me niego a escudarme en la típica excusa de que yo no tengo de eso. Otra cosa será que descubra cómo narices mantener la motivación del primer día intacta hasta el final del reto. Bueno, intacta no, que estas cosas siempre tienen vaivenes y tampoco es malo, pero ¿cómo mantenerme firme a pesar de los altibajos? Se admiten ideas...

lunes, 3 de marzo de 2014

Mes en blanco

Vaya, se me ha pasado el mes de febrero sin pasar por aquí. Lo cierto es que ha sido efectivamente un mes en blanco para el blog, pero no para mí. Digamos que ha sido un mes agitado, que no revuelto, como los Martinis de 007. Muy interesante y muy intenso laboralmente pero todo para bien, o eso creo.



El mes de febrero me ha dado la oportunidad de sorprenderme en un par de ocasiones, romper con ideas preconcebidas, lo que siempre es bueno, de conocer sitios y gente nueva, de tomar decisiones importantes... en fin, que ha estado interesantillo.

Empezamos pues marzo con fuerzas renovadas. Nueva etapa, aunque siga siendo la misma, nuevas oportunidades.

Personalmente, no pierdo de vista mis retos navideños aunque también hayan tenido su particular mes (casi) en blanco. Me he apuntado a cosas nuevas en la red Zaragoza Activa, que prometen ser interesantes. Sigo haciendo ejercicio cuando puedo y comiendo sano casi siempre. Y por más vueltas que le doy a esta entrada sigo sin saber qué decir. Ya no es la primera vez que tengo la sensación de haber agotado este blog. ¿Será cierto?

miércoles, 29 de enero de 2014

La mujer más fea del mundo

Supongo que todos habréis visto ya el video porque lleva tiempo circulando por ahí pero por si acaso os dejo el enlace:


Yo reconozco que no lo he visto hasta esta misma mañana (hoy es festivo en Zaragoza, y se nota que un día de fiesta entre semana da para muchas cosas que normalmente no puedes hacer) Me han chocado varias cosas del video. Por supuesto admiro la fuerza de esta mujer que, en una edad tan complicada se descubre etiquetada en internet como la mujer más fea del mundo. Cerrar los ojos y volver por un instante a BUP (o a la ESO, yo es que soy de la EGB, qué se le va a hacer) ¿Recordáis cómo eráis entonces? pues ahora imaginaros que un día navegando por internet (obviaremos la discordancia histórica) os encontráis con que miles de personas se han estado riendo a vuestra costa y os considera tan espantosa como para merecer el título de la más fea del mundo. Terrible, ¿no?

Un 10 pues para ella por haber sabido superar el mal trago. Según cuenta, para ello fueron básicos tres pilares: su fe en Dios, su familia y sus amigos. Yo de fe sabéis que os puedo hablar poco pero supongo que para quien la tiene puede llegar a ser muy útil. A ella, si habéis escuchado el discurso, le salvó sin ninguna duda. Pero también habla de algo que le dijo su madre ya en el jardín de infancia. Importantísima pues la educación que esta mujer recibió desde pequeña. No sólo tuvo apoyo, sino que le enseñaron herramientas para vivir consigo misma. Vale, el caso de Lizzie es algo extremo pero ¿quién no ha tenido inseguridades alguna vez? Recordad, la educación de nuestros hijos pasa por que aprendan muchas cosas, sí, pero tan importante como la lengua, las mates o la historia, es que les enseñemos a gestionar sus emociones, a levantarse cuando se caigan, ¡a confiar en sí mismos! La vida sí es un camino de rosas, pero con sus espinas y todo. Demos a nuestros hijos las herramientas necesarias para recorrerlo disfrutando al máximo los tramos bonitos y sorteando sin demasiado daño los peligrosos. No podemos protegerlos de todo peligro, sólo enseñarles a hacerle frente. 

Ay, que me pongo mami otra vez (una vez que lo eres ya no puedes olvidarlo nunca, supongo). En realidad yo no quería hablar de ésto, por muy destacable que me parezca. Quería hablar más bien de los comentarios que Lizzi encontró bajo el video en youtube en el que la catalogaban con tan horrendo título. ¿Quién en su sano juicio puede aconsejar a una chiquilla formas de suicidarse? ¿Quién puede tener la poca vergüenza de aconsejarle tapar su cara con una bolsa antes de salir a la calle para no hacer sufrir a los demás? ¿Pero en qué mundo de degenerados vivimos? Y más importante aún. ¿Cuántos de esos dedos afilados frente a un teclado y parapetados tras un monitor habrían tenido las narices de decirle lo mismo cara a cara? ¿Qué nos está pasando? ¿Acaso la distancia del ordenador nos da licencia para decir cualquier cosa? También en internet hay unas reglas básicas de educación y el mundo virtual no está tan lejos del real como para que no nos afecte lo que pasa en él. Me parece escalofriante, la verdad. Afortunadamente en internet también he encontrado amig@s de los de verdad, gente que ha traspasado la barrera del ciberespacio y a quien debo muchas, muchas, cosas. 

En fin, yo sólo sé que si un día pillo a uno de mis hijos dejando ese tipo de comentarios en cualquier sitio, primero le cruzo la cara de una bofetada y luego me lo llevo de peregrinación a distintas asociaciones de discapacitados o enfermedades raras o lo que encuentre y que se pegue unas cuantas horas con ellos, ayudando como voluntario a ser posible y conociéndolos, sabiendo de qué va el mundo real antes de volver a abrir la bocaza (o el teclado)

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