Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

sábado, 14 de noviembre de 2015

Apoyos divididos

Hoy de nuevo es un día triste, París ha vuelto a ser esta noche objeto de un ataque indiscriminado y sin sentido y, aunque no puedo decir que sea más importante que tantos otros atentados, París es un poco mi casa y, por tanto, cualquier cosa que ocurra allí me afecta especialmente.

Por otro lado, mañana se celebra la carrera de la mujer en Zaragoza. Es una carrera a la que rodea la polémica por ser sólo para mujeres (algunos hombres se quejan de que también a ellos les gustaría correr contra el cáncer de mamá y se preguntan si no es eso discriminación y qué ocurriría si fuera al revés y no se permitiera participar a las mujeres) y por el escaso porcentaje del precio de la inscripción que termina yendo a la investigación contra el cáncer de mamá. No es desde luego la única carrera que dona una parte de su recaudación a causas similares pero sí quizás la más conocida, o al menos la que más se promociona como carrera benéfica.

Polémicas aparte, lo cierto es que a mí particularmente fue esta carrera la que me animó a correr. Para ser justos, la primera en llamar mi atención fue la popular de Ibercaja por la integración, que llevamos 10 años haciendo en familia (y ésta además es gratuita). Sin embargo, y aunque en la de la mujer también hay muchas participantes que se limitan a caminar, siempre tuve la espinita de ser capaz de completarla corriendo. Ése fue el motivo de fondo por el que me compré el "running para perezosas" y por el que me apunté al reto 10K.

Esta mañana, repasando mi facebook y, muy especialmente mi grupo de corredoras francesas, muchas de ellas parisinas, he pensado que para la carrera de mañana me pondría mi camiseta de "La Parisienne" como pequeño homenaje, recuerdo para París, o como queráis entenderlo.

Pero, por otro lado, la carrera de la mujer se distingue precisamente por su gran marea rosa, la que le ha dado una visibilidad (más allá de la cantidad económica que destine a donación) que ya quisieran para sí otras muchas causas. Por eso me parece importante correrla con la camiseta oficial. Creo que correré con las dos.


Encima, la camiseta oficial, no podría dejar de formar parte de la gran marea rosa, pero debajo, pegadita al corazón, la Parisienne, prima hermana de nuestra carrera de la mujer. Al fondo (sólo para la foto, claro, no podría correr con eso) nuestro mapa para colorear de París, regalo de los últimos Reyes Magos.

Mañana correré por el cáncer, sin olvidar tantas otras enfermedades (algunas raras, otras no tanto) que no cuentan con la visibilidad que este evento da al cáncer de mama pero que son igualmente importantes.

Mañana correré por las víctimas de París, sin olvidar tantas otras muertes que día a día vemos sin mirar. No por vivir lejos de Europa son menos víctimas, tampoco por ser musulmanes. El terrorismo es una lacra que nada (o muy poco) tiene que ver con la verdadera religión (y os lo dice una atea)

Mañana conseguiré por fin mi viejo reto de completar los 5km de la carrera de la mujer sin caminar ni un ratito y lo haré con dos buenos pensamientos en mi mente que estoy segura de que me darán alas para terminarla además en el mejor tiempo posible (aunque mi objetivo es sólo terminar, no batir ninguna marca)


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