Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

miércoles, 29 de junio de 2016

Ordena tu casa, ordena tu vida

Como de costumbre, me debato entre  mis deseos de ser organizada, en múltiples aspectos, y el caos que invariablemente acaba apoderándose, sobre todo de mi casa. Sin embargo, me pilláis en un momento especialmente propicio para volver a hacer buenos propósitos. Estoy metida de lleno en una pequeña reforma de la casa que me ha obligado a vaciar estanterías casi como para una mudanza, y además he descubierto así un poco de rebote, como se descubren estas cosas, un nuevo blog que rápidamente he incorporado a  mi lista de favoritos (y que a mi hija le ha gustado aún más que a mí, con lo que es ella de organizar y planificar...) Este:

http://www.ordenylimpiezaencasa.com/

Ya me contaréis qué os parece, yo he encontrado un montón de truquillos y rutinas para sistematizar lo del orden en la casa, que buena falta me hace. A ver si ahora con el cambio de muebles y tener que volver a vaciar cajas conseguimos organizarnos un poco mejor (y luego mantenerlo, pero para eso están las maravillosas rutinas de Alicia, ya las iréis descubriendo)



Así que este año parece que es el de las organizaciones, entre mi súper sistema Beanant, del que ya os hablé en una entrada anterior, y  mi último descubrimiento blogueril, con un poco de suerte acabaremos poniendo un poco de orden en mi casa y en mi vida (que no es tan caótica como la primera pero con tantos frentes abiertos siempre no deja de agradecer sistemas que la simplifiquen un poco)

Sin embargo para las cosas del trabajo sí soy organizada, incluso el escritorio del ordenador, que algunos están abarrotados de iconos varios, lo tengo en modo minimalista continuamente... es curioso cómo en unas áreas me encanta planificar, organizar y mantener un escrupuloso orden (¿ya os he contado alguna vez mi manía de las pinzas de tender? también tengo una forma fija de poner las cosas en el friegaplatos y odio que me la cambien...) y sin embargo para otras cosas soy un desastre total... en fin, todo es ponerse, ¿a qué sí? en eso también consiste la vida, en ir mejorando aspectos de nosotros que no nos acaban de gustar.

Ya os contaré qué tal me va con mis nuevas rutinas en cuanto me traigan los muebles nuevos y pueda ponerme a la faena... y ya estoy mirando también truquis para involucrar a toda la familia en el nuevo sistema, claro, si no no funcionaría...

viernes, 17 de junio de 2016

42

¿Los kilómetros de un maratón? pues sí, para algunos sí, para mí, no gracias, con los 10 del otro día me doy por satisfecha (por ahora al menos, quién sabe) ¿La respuesta a cuál es el sentido de la vida? Sí, sí, reiros, pero se me ha ocurrido buscar en google 42 a ver qué me salía y he descubierto cosas muy raras, al parecer es un número muy especial... lo más raro de todo, y probarlo si queréis, es que si le pides a google que te busque "the answer to life the universe and everything", su respuesta es precisamente este número. Y ya si sigues curioseando y metiéndote en otros resultados vas flipando cada vez más, pero aparte de estas cosillas, para mí hoy 42 es simplemente mi nueva edad y, por alguna razón, me gusta este número (claro, visto lo visto, como para que no te guste... quién lo iba a decir...) 



En fin, flipadas aparte, como de costumbre, me encanta cumplir años, seguir creciendo (metafóricamente sólo, ya quisiera yo pegar un estirón a estas alturas pero lo veo difícil así que centrémonos en lo que sí es posible) Por ejemplo, en seguir cumpliendo retos, como esa espinita que me acabo de quitar corriendo por fin mi primera 10k. 

Y lo cierto es que echando la vista atrás (y con ayuda de facebook, que como diario personal no está nada mal), puedo decir que mis 41 añicos han estado bien aprovechados. He podido ver por fin publicado mi libro, tuve ocasión por fin de correr enteritas la carrera popular de Ibercaja y la carrera de la mujer, en las que llevaba años participando pero alternando la carrera con la caminata, volví con toda la familia a París para correr la Parisienne, hemos resuelto por fin un problemilla que nos rondaba la cabeza hacía tiempo, no me falta trabajo y mis hijos siguen dándome día tras día más y más razones para sentirme orgullosa de ellos. Cosas malas también ha habido, claro, pero ¿quién quiere acordarse de ellas? ya pasaron y aprendí de ellas, suficiente. 

¿Y para el año que viene? pues para el año que viene más. Mi eterno reto incumplido sigue ahí pendiente, habrá que volver a atacarlo con fuerzas renovadas a ver si cae de una vez. Me han preguntado varias veces que para cuándo la segunda parte del libro... la idea la tengo, pero todavía sin definir, será cuestión de ponerse con ella, a ver si este verano... Deportivamente, no lo sé, tengo que pensarlo. Correr está bien pero a mí me gusta más variedad y proponerme un nuevo reto en este sentido volvería a requerirme más tiempo del que probablemente esté dispuesta a dedicarle. Hace mucho que no nado hace mucho que no patino, al gimnasio voy de pascuas a ramos... o me organizo mucho mejor o empiezo a pensar en reestructurar prioridades. Estoy pensando en voz alta (metafóricamente hablando de nuevo, más bien pensando a través de mi teclado) Pero a veces necesita uno poner por escrito sus nudos mentales, y a veces incluso compartirlos. Tampoco tengo que decidir nada hoy, ya se irá viendo.  

Lo que sí tenía claro es que, pese al estado de abandono casi absoluto de este pobre blog, no podía dejar pasar un día tan importante como el de mi cumpleaños sin escribir en él. 

jueves, 16 de junio de 2016

Y lo que opinen los demás está de más...

Últimamente me viene mucho a la mente esta parte de  "Mujer contra mujer", todo un clásico de Mecano para los que vivimos los 80 e hicimos la EGB



Esta misma mañana estaba leyendo así por encima los comentarios a un artículo sobre la supuesta extrema delgadez de Soraya a raíz de una foto suya en bikini y su contestación con otra foto prácticamente desnuda. No entraré en si está demasiado delgada o no, ni en lo apropiado o inapropiado de su respuesta (que por cierto acabó eliminando), os dejo sin embargo el enlace donde lo he leído para que cada uno se haga su composición de lugar:

http://www.lavanguardia.com/gente/20160614/402499036318/soraya-foto-criticas-peso-desnuda.html

Y a lo que voy yo es a la cantidad de comentarios que generan estas cosas. Que si a mí me gustaba más antes, pues a mí ahora, que si que no diga que no está anoréxica que sí que lo está, que si no digas tonterías, está genial... pero bueno, ¿y a quién le importa? En caso de que efectivamente exista un problema lo tienen que tratar en su círculo más íntimo, no a nivel popular y por redes sociales. Y si no lo hay, ¿qué le tiene que importar a nadie lo que opinen los demás? Aceptando su versión, está trabajando duro por conseguir el cuerpo que quiere. Pues bien por ella, ¿que a mí no me gusta ese cuerpo? pues no, la verdad, a mí ese estilo tan andrógino no me mola nada, prefiero un cuerpo trabajado y fuerte, por supuesto, pero con curvas. Pero ¿y a ella qué más le da lo que piense yo? como me da lo mismo a mí que a ella no le guste mi cuerpo... ¿Y por qué esta noticia genera semejante cantidad de comentarios y sin embargo que nuestros políticos nos tomen el pelo todos los días, que la justicia se aplique implacablemente para cualquier don nadie pero se haga la loca con quien ha robado millones, o que todos los días estén matando a personas por el mundo (y no sólo en el mundo "civilizado") no le importa a casi nadie? 

Pero no quería darle ese giro a esta entrada, más bien enlazar con esa antigua costumbre de preocuparse más por lo que opinan los demás que por nosotros mismos. Ayer mismo estaba Sofía con su abuela paterna, no se quería peinar y salió esa frase tan típica de "y si hay que llevarte a urgencias y vas con esos pelos ¿qué?" y Sofía, muy lógica ella, le contestó que si tenía que ir a urgencias el médico se iba a preocupar de encontrar y solucionar su problema, no de si iba peinada o no. Y, aguantándome la risa, me acordaba de una visión recurrente que he tenido siempre ante el clásico "la ropa interior siempre limpia, que nunca se sabe cuándo puedes tener un accidente y te tienen que llevar a urgencias" y yo imaginándome una macabra escena, de estas de series de médicos, con un cuerpo todo ensangrentado y el médico gritando "¡tranquilos, todo está bien, lleva las bragas limpias!" Y desde luego que la ropa (interior o no) conviene llevarla limpia, eso creo que lo tenemos todos claro, pero vamos, que la conexión esa con por si tienes un accidente no la he pillado yo nunca...

En fin, que una cosa no quita la otra, ¿que mi hija tendría que haberse peinado? hombre, pues sí, ¿que todos deberíamos cuidar nuestro cuerpo y tratar de estar lo mejor posible? pues también, pero por nosotros mismos, por vernos bien y sobre todo por mantenernos sanos, que hay que ver lo poco que valoramos la salud hasta que nos falta, pero no por lo que vaya a opinar el primer desconocido que me cruce por la calle. 

Lo que me recuerda alguna de las surrealistas situaciones que vives cuando sales de paseo con un bebé y cualquiera de esos perfectos desconocidos te asalta con consejos que no has pedido sobre si lo llevas demasiado abrigado, o demasiado poco, o si es mejor que lo pongas boca arriba, o boca abajo, o si ¿todavía no anda? o mil y un comentarios más, la mayoría contradictorios entre sí, con los que te "regalan" los oídos a cualquier hora. 

Concluyamos con humor:






Seguidores