Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

martes, 29 de junio de 2010

¿Cuestión de estilo?

Últimamente ando curioseando un blog recién descubierto a raíz del de mi amiga Elena. Si le habéis pegado una pinchadita al link habréis visto que se trata de un blog de moda. Su autora se va paseando por Zaragoza y cuando ve un look que le llama la atención, para al individuo en cuestión y, si le deja, le echa una foto y anota los detalles de su vestuario para luego comentarlo en el blog.

Os podéis imaginar los comentarios... la mayoría son educados incluso cuando son críticos y al fin y al cabo en cuestión de gustos no hay nada escrito. Pero me pregunto si yo tendría narices de dejarme fotografiar para un blog para que comenten mi look y exponerme a todo tipo de críticas, respetuosas y no tanto. Supongo que quien lo hace está muy segur@ de si mism@ pero supongo que hace falta algo más. Yo a estas alturas de mi vida tengo ya muy pocos problemas de autoconfianza, por no decir ninguno. Pero siendo consciente de mis defectos, que los tengo y muchos, no estoy muy segura de que mi confianza fuera tanta como para exponerme así en público.

Y me da por pensar, al fin y al cabo, ¿no es lo que hacen los famosos a todas horas? ¡qué angustia! salir a la calle sabiendo que te puedes encontrar un paparazzi en cualquier rincón atento al más mínimo fallo en tu pelo, en tu vestuario... tener que ir continuamente metiendo barriga y sacando pecho cual Ana Obregón... y al fin y al cabo, ¿qué es el estilo? ¿quién dice lo que queda bien o mal? ¿por qué lo que a mí me parece precioso al de al lado le parece un horror y al revés?




entonces... ¿por qué tanta afición a comentar, juzgar y criticar las pintas del de al lado? y ¿qué sabemos nosotros de él/ella? de si ha pasado buena o mala noche, de si ha tenido tres horas para arreglarse con mimo o tres minutos para un apaño exprés. Y sin embargo, que tire la primera piedra quien esté libre de pecado... ¿cuántas veces al día diremos aquello de: "¡Vaya pintas lleva esa/e!" o en el mejor de los casos "¡wow, qué estilazo!"? incluso, todo queda en casa... ¿cuántas veces os ha pasado lo de alabar el look de alguien que pasa por al lado y que vuestro compañer@ de paseo os mire sorprendido opinando que le queda fatal de los fatales o que la combinación es espantosa.

Entonces, ¿qué es el estilo? ¿se nace con él? ¿de verdad hay gente que siempre, siempre, siempre va monísima y gusta a todo el mundo?


domingo, 20 de junio de 2010

Los niños de los demás

¿Sabéis? últimamente me ha pasado en varias ocasiones eso de quedarte embobada mirando a un bebé o niño de corta edad pensando... "uy, qué rico... pues igual debería animarme a tener otro..." y sin que la pobre criatura haga absolutamente nada, de repente su cara se transforma a mis ojos y dejo de ver al tierno infante para contemplar un rosario de pañales sucios, lloros a cualquier hora, falta de sueño constante, con su consecuencia más directa y temible, un humor de perros durante todo el día, maletas extragrandes para miniescapadas de fin de semana, papillas, biberones, ropa de repuesto y el largo etcétera que casi tod@s lo que me leéis ya conocéis.




Y el fugaz pensamiento desaparece a la velocidad del rayo. Sí, mis hijos son geniales, son razonablemente buenos y no me han dado verdaderos problemas... pero así está bien... estoy convencida, ¡yo ahora lo que quiero son sobrinos!

viernes, 4 de junio de 2010

Y de repente... ¡boum!

Acabo de tener un flash back impactante. Ha sido una chorrada, pero a veces son las más pequeñas cosas las que más nos impresionan. Os lo cuento poco a poco.

Veréis, esta misma tarde nos vamos al pueblo con los niños así que estoy preparando las cosas para llevarnos. Hasta ahí bien. Por otra parte, el martes Sofía tiene su festival de ballet. Ya tenemos en casa el tutú (os pongo foto)


pero me falta terminarle una coronita que le teníamos que hacer como tocado (una trenza con tres tonos distintos de azul) Se me ha ocurrido llevármela al pueblo, donde ya están mis suegros, para mirarlo con mi suegra, que tiene mucha más mano que yo para estas cosas.

Pensando en acabar de coser la coronita, me he acordado de que yo tenía por algún sitio un mini-costurerito de viaje (mini, mini, cabe en un bolsillo) que me dieron de propaganda alguna vez hace muuuuuucho, muuuuucho tiempo. Lo he buscado y sí, ahí estaba. Y según lo he cogido he visto de dónde era la publicidad. ¡"Camping Las Nieves", de Biescas! seguro que tod@s recordáis la tragedia por la que tristemente fue noticia hace ya la friolera de 14 años (los hará en agosto).

Pues bien, precisamente yo a ese camping había ido muchas veces, muchísimas. De hecho ese agosto en concreto no estaba allí porque a última hora habíamos decidido que esa zona ya la teníamos muy vista y que nos apetecía más pasar las vacaciones en el pirineo catalán. Ni siquiera recuerdo en qué camping concretamente estábamos, pero recuerdo como si fuera ayer estar todavía medio dormida y escuchar entre sueños la noticia en la radio que tenían encendida mis padres. No podía creerlo. Me costó mucho asumir lo que había ocurrido y durante mucho tiempo no podía evitar un reverente escalofrío al pasar por los terrenos devastados del que durante tanto tiempo había sido nuestro lugar favorito de vacaciones, de fin de semana, de semana santa... El camping era seguro, os lo garantizo. La tragedia aquella se debió a un cúmulo de desgraciadas circunstancias. En el barranco que se desbordó me había bañado yo muchas veces y, fuera de las pozas, no llevaba más de un palmo de agua. El camping era genial, todavía hoy puedo recorrerlo palmo a palmo en mi memoria. Es una de esas cosas que has guardado en algún rincón recóndito de tu mente, donde no molesten, pero que de vez en cuando, por alguna circunstancia tonta como buscar un minicosturero que recuerdas tener por alguna parte, resurgen con toda su fuerza y te provocan por unos segundos un auténtico colapso.


Seguidores