Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

jueves, 31 de julio de 2008

Descuidos que resultan mortales


Los encontramos todos los veranos... en lo que llevamos de este hemos tenido que ver un niño al que dejan en el coche durante horas, otro que se ahoga en la nueva playa fluvial del Ebro, y el último, un bebé de tan sólo 25 días encerrado en el maletero.


Todos han sido accidentes, simples descuidos, pero la verdad es que no puedo entenderlo. Vaya, yo soy despistada, lo reconozco, hasta a veces, cuando veo estas cosas llego a pensar si no podría pasarme también a mí. Y bueno, es cierto, nadie está libre de cometer un error así. Seguro que estos padres habían visto las mismas noticias año tras año y, como yo, como todas nosotras, habían pensado que a ellos nunca les pasaría algo así.


Pero ¿dejarse a un hijo en el coche? no me lo puedo imaginar. Lo de las piscinas ya... todos sabemos que a un crío no se le puede perder de vista ni un segundo, en ninguna situación, y menos cerca del agua, pero ¿cuántos lo hacemos de verdad? reconozcámoslo, tarde o tempr;ano en algún momento nos despistamos, y sí, vale, normalmente no pasa nada. Pero ¿y si pasa? Vale, no es lo mismo descuidarse en casa y que el niño coja algo que no debe o se caiga de la cama; que olvidárselo en el coche mientras nos vamos a una reunión; o a hacer unas compras o que se aleje de nosotros en la piscina o la playa y acabe ahogándose; o no darnos cuenta de que el niño va en el capazo que acabamos de meter en el maletero. Y sin embargo, también hay accidentes domésticos que pueden tener un final fatal. Yo creo que a todos se nos han puesto los pelos de punta alguna vez al ver lo que podía haberle pasado a alguno de nuestros hijos, ¿no?


Y es que con los críos toda precaución es poca. Les basta un segundo para liarla y nosotros somos sólo simples personitas, humanos con todos sus defectos. No podemos estar siempre al 100%, ni en el trabajo, ni en casa, ni en cualquier otro aspecto de nuestra vida. Nos cansamos, nos estresamos, tenemos momentos malos, peores, buenos y fantásticos; momentos en los que sólo deseamos tumbarnos largos, a ser posible totalmente solos y descansar sin pensar en nada. Pero los padres no tenemos ese derecho, al menos no con los niños a nuestro cargo, claro. Ser padres requiere dedicación exclusiva, pero ¿quién es capaz de algo así? yo creo que nadie. Tarde o temprano flaqueamos, y esos momentos de debilidad son suficientes para que pase lo inimaginable. La capacidad de provocar catástrofes de un pequeñajo es inconmensurable.


Y no es que ésto exima a ningún padre de su responsabilidad. Los niños son sólo niños, no tienen consciencia del peligro y, en ocasiones, ni siquiera tienen opción de hacer nada. Se me ponen los pelos de punta de pensar en una pobre criatura muerta de sed en un coche al sol, llorando desesperadamente sin que nadie pueda escucharlo ni atenderlo. Tanto me da que sea un niño sujeto a su silla de seguridad, desde la que nada puede hacer, que un bebé en su capazo dentro de un maletero. Pero incluso el niño que corretea por la playa... sólo quiere jugar. Es responsabilidad de sus acompañantes estar pendientes de él. Hace poco nos pasó en el embarcadero del Ebro. Una vez que has llegado abajo ya no hay protección de ningún tipo. Pasas directamente de la pasarela a la barca, y si la barca no está, al río si te descuidas. Pues bien, había un chavalín correteando por toda la pasarela alegremente. Todos estábamos pendientes de él pensando que aún nos tocaría tirarnos al Ebro a sacarlo cuando se cayera y sus padres tan tranquilos hablando con amigos... En esa ocasión tampoco pasó nada, pero ¿y si se hubiera caído? sus padres desde luego no estaban lo suficientemente cerca para reaccionar a tiempo.


Y repito, nadie está libre de pecado y también yo he tenido un par de despistes con mis hijos que podrían haber terminado muy mal, como seguro que los habéis tenido también vosotras. Pero sigo pensando que hay despistes y despistes...


En cualquier caso, es espeluznante lo frágil que es nuestra existencia, ¿no? y no hablo sólo de quien muere. ¿Os imagináis en qué se convierte la vida de quien ha perdido a su hijo por un despiste? yo creo que de eso no se recupera uno nunca... al menos no creo que yo pudiera hacerlo.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

uff me has puesto los pelos de punta!!! No había escuchado lo del bebé muerto en el maletero... No sé, sinceramente, hay despistes que no entiendo. No entiendo que puedas meter a tu bebé en el maletero sin darte cuenta y marcharte... sin él??? O salir del coche y dejarlo allí dentro.... por descuido. Efectivamente, todos los que somos padres sabemos que basta un segundo de despiste para que el niño se caiga, se suba a algún sitio y acabe en el suelo, se de un golpe, coja algo peligroso etc.... eso para mí, sí son descuidos. Después están las negligencias...porque dejar a tu bebé en el maletero o en el coche lo es. Y también el caso que has explicado del niño correteando por una zona peligrosa en el río. De todo corazón espero no verme jamás en una situación así. Porque estoy de acuerdo contigo...superar la muerte de un hijo es algo durísimo, creo que imposible, pero hacerlo sabiendo que ha muerto por tu culpa....yo creo que no se puede.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Celia, hay despistes y "despistes". Es cierto que los niños son niños y nosotros somos humanos, personas vulnerables a fallar en cualquier momento, pero lo de dejarlo en el coche. No sé me parece terrible. Yo pienso que no es lo mismo que tengas al niño dormido en el coche y entres medio minuto (y me refiero a medio minuto por el reloj) a por pan al súper, por ejemplo y decidas no despertarlo si dejas el coche a la sombra, pero entrar a una reunión, que puede durar horas, ufffffffffff, no sé, creo que eso es más que un despiste, y desde luego yo no podría vivir con algo así.
Yo reconozco que soy muy despistada, pero hay cosas y cosas. No quiero parecer una madre súper protectora que tiene a los niños amarrados a ella, pero tampoco dejarlos tan libres que pueda pasarles algo terrible.
Todos cometemos fallos, es cierto, inevitable y humano, pero los padres tenemos que tener más cuidado que cualquier otro mortal, no creeis?

Lamamma dijo...

lo del maletero lo explicaron mejor en el telediario. Pido disculpas, lo he contado tan breve que no se entiende por ningún lado. También me pasó a mí cuando lo leí en el teletexto pero luego lo entendí algo mejor. El caso es que iban el padre y la madre cada uno en su coche y cada uno, en teoría llevaba a un niño (tenían gemelos) El padre pensó que la madre se había llevado a los dos y metió el capazo de uno en su coche pensando que el bebé estaba con su madre.

Sigue sin entenderse demasiado que metas un capazo en el maletero y no veas que lleva a tu hijo dentro pero en fín. Por otra parte, se supone que un bebé en el coche o va en su capazo o va en una silla homologada, por ahí también me descuadra un poco la historia porque entonces, ¿quién llevaba la silla para el segundo bebé? y si iba a ir en su capazo, ¿cómo pudo pensar el padre que lo llevaba su mujer si tenía él el capazo? en fin no sé, igual llevaban dos sillas en cada coche por si acaso, yo qué sé... pero vamos, que no, que no se entiende, que eso ya pasa de despiste.

Anónimo dijo...

no quisiera yo verme en la piel de esos padres JAMAS......con ese peso sobre tu cabeza se vive para siempre....
Conozco muy, muy de cerca, el caso de unos padres que se dejaron las llaves dentro de casa. Os podeis imaginar no?? que pase el chico por el balcón del vecino de al lado...
El final ya está dicho. Horrible.

lucitris

Anónimo dijo...

Rally, lo mismo digo, que paseis unas buenas vacaciones en tu segunda casa.

No veo el momento de que llegue el dia uf... por poco no coincidimos en el aeropuerto jaja te imaginas?? Nosotros cogemos el avión a las 16.05

Un besico a Sofia y Guille, y otro al papi

Lucitris

Anónimo dijo...

Llevamos ya unos dias comentando en el parque con otros padres todos estos sucesos que este verano se están dando dia sí y dia también.
Supongo que el ritmo de vida que nos toca llegar es lo que a veces da lugar a estas cosas... o no sé.
Esta tarde mismo le he contado a Nestor algo que a veces me viene a la cabeza: el dia que llegamos a casa con Sara de la clínica, ella iba con un monito rosa de punto, con sus manoplitas, su capuchita... aquel dia era nochebuena, hacia un frio tremendo. Llegamos a casa, y le dije a Nestor: saca a la niña del "grupo 0" y vete a la farmacia que nos hace falta "tal cosa". Total, Nestor se va, y yo me quedo por alli, todavía con el abrigo puesto. Entro en nuestra habitación, veo en medio de la cama lo que me parece un muñeco. Me quito el abrigo, y lo hubiera tirado encima del muñeco de no ser porque en ese momento sonó el teléfono, fui a cogerlo y ya al volver con el abrigo en la mano me di cuenta que el muñeco era mi hija. Nestor no la habia metido en la cuna ni le habia quitado el monito. La habia dejado tal cual enmedio y encima del cama, debió de pensar que yo me encargaba.

Si no llega a sonar el telefono, yo hubiera echado el abrigo encima de mi hija, que estaba dormida... ¿qué hubiera pasado despues? Pues igual nada, igual al momento me hubiera dado cuenta, o igual no, pensando que la niña estaba en la cuna... yo qué sé.
Muchas veces he pensado en ello.

Entonces no me dí ni cuenta... me hizo hasta gracia, haber confundido a la niña con un muñeco. Pero un dia me vino a la cabeza la otra posibilidad... que yo iba a tirar el abrigo ahi encima...

No quiero ni pensar en esos pobres padres... sentirse y saberse culpables de la muerte de un hijo... yo creo que no podría vivir con esa carga. Seguro que no.
PUF.

Elena-Z

Anónimo dijo...

Yo creo que para un padre superar la muerte de un hijo es algo practicamente imposible, pero si encima es por un descuido tuyo, pues no quiero ni pensarlo. Yo conozco dos casos, una señora a la que se le mató un hijo en una piscina por una negligencia del vigilante que abrió unas compuertas sin comprobar que no habían niños ya en la piscina, y el de una señora, cuya hija murió en un ascensor, porque se soltó de su mano, y metió la mano por la ranura que antes había en los ascensores, en fin dos casos nefastos, en el primero, la madre poco a poco lo superó y en el segundo, chicas, literalmente esa señora ha quedado invalidada totalmente a nivel mental.

Como Celia, creo que hay despistes y negligencias. Una cosa es que un despiste un niño se suelte de la mano de su madre y lo atropelle un coche, con resultado de lesiones, o por desgracia de muerte, como de hecho alguna vez ha ocurrido y otra cosa es una negligencia como dejar a un niño solo en una bañera, meterlo en un maletero de coche, en fin.... todas sabéis la diferencia.
Dios mío, tantos despistes y negligencias, no sé quizá es que nuestro ritmo de vida, ya no es humano, a lo mejor ante tanta desgracia, debería haber una reflexión general sobre a donde vamos a ir a parar.

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