Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

miércoles, 22 de febrero de 2017

Carnaval

Seguro que más de uno y más de dos estáis ya locos con la preparación de disfraces, o habéis sufrido ya cierto acoso desde el cole de los niños para que los llevéis con cosas raras a clase.


Nosotros reconozco que somos poco carnavaleros. Nos gusta disfrazarnos, sí, pero no necesariamente para estas fechas (en las que además suele hacer frío, lo que estorba un poco para ponerse según qué cosas) Tampoco nos van demasiado las grandes fiestas, con mogollón de gente por todas partes y en las que parece que sea obligatorio divertirte. Creo que me estoy volviendo un poco cascarrabias, dicho sea de paso.

En fin, que, pese a todo, supongo que algo haremos. Opciones desde luego no nos faltan, como ya hace unos días que nos viene recordando a los maños Con peques en Zaragoza. Este jueves lardero tendremos que estar atentos a un nuevo elemento, el gluten, pero de todas formas Sofía es poco de longanizas así que tampoco me preocupa mucho.

Pero, aparte de disfrazarse y echar unas risas, el carnaval es mucho más. Si nos ponemos estrictamente católicos, no debemos olvidar que en realidad viene a ser lo que una despedida de solteros a la carne. Llega cuaresma, durante la cual los cristianos deberíais prepararos espiritualmente para la celebración de la Pascua. Empezando en miércoles de ceniza, los cuarenta días de duración recuerdan a varios periodos bíblicos, especialmente a la gran prueba que Jesús tuvo que superar en el desierto. Se ayune más o menos, se tome carne o no, porque al final cada uno interpreta estos periodos como considera apropiado, lo cierto es que el carnaval ha sido siempre para los cristianos la gran fiesta previa a esta época de ayuno y recogimiento espiritual. Y como gran fiesta, donde se cometerían todos los desmanes habidos y por haber, era costumbre llevar tapado el rostro para garantizar el anonimato.

Pero no creáis que todo viene de ahí. Como casi siempre, la iglesia no hizo más que adaptar una vieja costumbre pagana a sus ritos ante la imposibilidad de eliminarla. En este caso, parece que la fiesta venía ya de las antiguas Saturnales, que según cuentan debían ser ciertamente escandalosas también, aunque se dice que también los antiguos Sumerios, probablemente la más antigua civilización reconocida, ya realizaban este tipo de festejos, pintándose las caras o cubriéndose con disfraces y máscaras, hace la friolera de 5000 años.

Os invito a leer algo más sobre el origen del carnaval aquí.

A mí, ya os digo, ni como fiesta pagana ni como fiesta religiosa me termina de llamar mucho la atención, pero como un disfraz siempre da mucho juego, no diré por si acaso de este agua no beberé (que bien escarmentada estoy ya de esto, algunos ya sabéis por qué) Ya os contaré. Y vosotros, contadme a mí, ¿cómo vivís los carnavales? ¿Cómo se viven en vuestras distintas localidades?

No hay comentarios:

Seguidores