Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

jueves, 11 de noviembre de 2010

El peligro de los caprichos

Ayer estuve en el cole, en una de esas charlas para padres de las que nunca sabes qué se puede esperar. En este caso el título era: "caprichos, ¿por qué no?" un título poco literario sí, el propio ponente reconoció que no lo había puesto él y que le parecía feísimo pero que bien pensado, en realidad resumía perfectamente la esencia de su charla así que lo había dejado.

Dejadme que os hable primero del ponente: marianista y psicólogo. Ya, visto así, en frío piensas, uff... otra charla más de un psicólogo sin hijos lleno de teorías maravillosas pero que no se ha visto en el mundo real de los hijos en su vida... pues mira no. Parece mentira que el hombre fuera psicólogo por el aplastante sentido común que se gastaba (¡y cómo desmitificaba a corazón abierto y sin anestesia teorías psicológicas que tenemos metidas en la sesera hasta hacernos daño!) y parece mentira que no tuviera hijos... aunque bueno, siendo psicólogo en un colegio, con bastantes críos se las ve, supongo...

El caso es que la sesión fue realmente buena. Muy interesante el planteamiento, desde los propios orígenes del problema hasta el futuro de esos niños consentidos de hoy, sin detenerse tanto en el problema inmediato como en el por qué y para qué.

Nos contó muchas cosas interesantes. Trataré de resumir en unos cuantos puntos clave:

1. vivimos en una sociedad que busca el placer inmediato y evita el sufrimiento. Se nos ha olvidado que la felicidad no consiste en estar siempre bien. Problemas tendremos siempre, malos momentos también. Ser feliz consiste en saber hacer frente a esos problemas y manejar esos malos momentos, no en evitarlos. Quien se concentra en sortear los obstáculos del camino se queda en el camino, no llega nunca a su destino.




2. un niño que nunca ha recibido un no, no ha aprendido a hacer frente a la frustración y por tanto es un adulto infeliz.

3. la vida a veces es injusta sin más, porque sí. Los niños no tienen porque entenderlo todo ni hace falta dialogarlo siempre todo. A veces las cosas son porque sí, porque lo digo yo. Y cuanto antes aprendan eso, más preparados estarán para el día en que les digan "estás despedido porque sí, porque lo digo yo que soy tu jefe" o cosas mucho peores.

4. La teoría del disco rayado; eso de dialogar las cosas está bien... a veces... Cuando un niño se mete en el círculo cerrado del "quiero la piruleta" la primera vez le puedes explicar que no se la das porque vais a comer enseguida pero si sigue con la cantinela del "quiero, quiero, quiero" no sirve de nada insistir en el razonamiento, no te escucha. El "no" sin más de nuestros padres, es perfectamente válido hoy en día. La primera vez se explica, las 568 siguientes, se dice simplemente NO. Y hay que ser firme además, porque al final el niño aprenderá que cuando dices no, es no, y no esperará las 568 siguientes respuestas. Hará caso a la primera (vale, esto es un poco teoría, en la práctica no es tan fácil pero lo que sí es cierto es que como le enseñemos que basta con insistir lo suficiente para que al final cedamos, claro lo llevamos)

5. Nos será más fácil resistir las rabietas de nuestros niños sin flaquear (típico caso de niño pataleando en el súper con todo el mundo mirándonos) si tenemos claro por qué no hay que darles todos los caprichos (o sea, qué tipo de adulto queremos que sea)

6. La motivación no cae del cielo. O al menos no siempre. Está muy bien trabajar motivado pero si no lo estás, hay que trabajar igual. Y ahí entra en juego la voluntad, el esfuerzo. ¿Qué clase de adulto será un niño que no ha sido educado en el esfuerzo como modo de conseguir las cosas? ¿y qué enseñamos a nuestros hijos cuando les damos todo lo que piden a la primera y sin rechistar? ¿o peor aún cediendo después de rechistar unas cuantas veces? seamos firmes. Si es no, es no. Y si piden algo que consideramos que es bueno para ellos, ¿por qué dárselo sin más? (al menos no siempre, tampoco hay que irse de extremo a extremo) ¿por qué no hacer que se lo gane?

Recuerdo una vez en que Guille me pedía un cochecito. Típico cochecito zarrioso con caramelos que te cuesta un euro. A mí me daba igual comprárselo, la verdad, pero no me apeteció dárselo sin más. Le propuse un trato. Si durante todo el fin de semana recogía sus juguetes después de usarlos el lunes le compraría el cochecito. Con ello intentaba enseñarle dos cosas: a esperar (las cosas no siempre se consiguen YA) y a ganarse sus caprichos. ¿Sabéis qué? por circunstacias, el lunes al final no pudimos ir a por el coche pero fuimos el martes (y supo esperar muy bien) y se puso mucho más contento que si se lo hubiera cogido el jueves por las buenas.

Esto me recuerda algo sobre los famosos refuerzos. Están bien para una situación puntual pero no como norma. Y si se usan, una vez conseguido el objetivo hay que ir retirándolos. Estamos enseñando a los niños a hacer las cosas por una recompensa externa. Y a veces las cosas hay que hacerlas porque sí, porque te lo mandan, o simplemente por tu satisfacción personal. Los niños tienen una capacidad de autosatisfacción tremenda, ¿por qué nos empeñamos en atrofiársela con estímulos externos? Recuerdo el día en que Guille me vino hiper contento y pegando saltos de alegría porque se había quitado la bata él solito (botones, gran caballo de batalla a los 3 años) ¿habría funcionado mejor un estímulo externo? lo dudo...

En fín, no sé, se nos habló de muchas cosas y seguro que me dejo algo importante, pero ¿veis por dónde voy, no? se trata un poco de recuperar viejos valores. El esfuerzo, el enfrentarse a los problemas y no tratar de evitarlos, la satisfacción de superar retos... pero sobre todo, sobre todo... ser capaz de dejar de lado un placer inmediato para conseguir algo mucho mejor en el futuro.

Quizás deberíamos escuchar más a nuestros abuelos... ellos vivían de otra manera. En algunos aspectos peor, sin duda, pero en otros muchos indudablemente más sana (psicológicamente hablando al menos)

Por cierto, lectura recomendada (si no lo habéis leído ya, ya tardáis): "Charlie y la fábrica de chocolate", De Roald Dahl el rosario de niños malcriados que presenta es brillante. Algo exagerado quizás, no digo que no, pero ¿tanto? Como tantos otros, es en teoría un cuento infantil, pero muy interesante para adultos. Como "Momo", de Michael Ende, una de las mejores reflexiones sobre el uso del tiempo en nuestra sociedad que he leído nunca.

¿Qué pensáis? se abre el debate...

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Los 2 libros que has mencionado, por supuesto los leí hace tiempo y creo que son maravillosos. Magnífica la charla del psicólogo y tu reflexión, y muy bueno lo del cochecito. Y me paro porque para seguir diciendo: bien, bien, bien... pos eso.

misteriosa

laura dijo...

Yo, o nosotros 2,mejor dicho, el principal problema q creo q tenemos es q nuestra hija para tener 5 años se pilla todavía unas rabietas d aúpa.Fuera d casa no, allí es una santa, ni el cole ni cuando iba a la guarderia jamás nos llamaron la atención, salvo para decirnos lo bien q se porta y lo obediente q es.Nosotros en casa bien es cierto q la mimamos mucho, pero eso no quita q cuando le decimos no, es no y punto..¿no es muy mayor ya para coger semejantes peloteras d llorar a moco tendido revolcándose por el suelo cual niña del exorcista?eso pone muy nerviosa y mira q tengo paciencia pero a veces no he podido evitar darle un bofetón en el culo !es q ya es muy mayor para esas chorradas ! ¿no? y d diálogo cero patatero pq no atiende a nada ,cuando se pone así a veces opto por dejarla en su cuarto hasta q se calme, despues pide perdón y todo,pero eso no es ¿q es lo q hago mal? ¿o simplemente es q mi hija tiene mucho caracter y debe aprender a domarlo?.Yo no creo q sea pequeña para castigarla sin parque, sin chuches o sin salir, si no lo hago ahora cuando lo voy a hacer ¿cuando tenga 12 años y ya sepa latín?.Eso tb nos cuesta peloteras con los yayos q a pesar d no meterse, con la cara q ponen cuando la castigamos ya es suficiente(es nieta única por parte d las 2 familias), !cualquiera diría q la maltratamos por dios!!Otra cosa q nos hemos dado cuenta es q es fundamental q la niña vea q su padre y yo somos una piña, a la q ve q uno d los 2 duda o cede lo llevas claro, se arrima al sol q más calienta ,el otro queda como el malo d la peli , ella tan feliz y nosotros enfadados el uno con el otro.Así q en eso tb procuramos ir a una y si alguno no está d acuerdo con el otro lo decimos cuando ella no está delante.Supongo q es q tiene un "pronto" muy malo, pq salvo estas peloteras(q no es q sean cada día ,pero a menudo si) es una niña q incluso diría q es muy buena, salvo por estos arranques q nos tiene fritos ¿algún consejo? pq yo suelo seguir todos los d la charla pero ni aún así. Una pareja q es muy amiga nuestra tb tienen una niña d la misma edad q mi hija, jamás coge esas peloteras pero bien es cierto q jamás le dicen no a nada, así q no tiene razones para cogerlas, es una niña tb buena y es un encanto, entonces m da por pensar q igual no deberíamos decirle q no a algunas cosas, q no por eso va a ser una niña malcriada...en fin , q esto d ser padres es muuuy complicado. Perdón por el rollo, es q ayer mismo cogió una d no te menees y tenía q desahogarme jeje bsitos a todas.

BB dijo...

Qué te cuente...???????? Pues te cuento que mi Guille está en plena preadolescencia (eso dice el psicólogo de su cole en una reunión que tienen los niños alrededor de los 5 años, y el mío va y zas!!!!!!!!!, entra en esta situación mucho antes de los 5...)pufffffff, que paciencia. Nunca había tenido rabietas, pero últimamnete le da por decir que no, se cruza de brazos y ya le puedes llevar de un lado para otro que ni los descruza ni cede. Increible para lo pequeños que son. Ayer sin ir más lejos me llevaron al trabajo él y su padre antes de ir al cole. Pues claro, que no me quiero lavar los dientes, que sí quiero, que no de nuevo......ahhhhhhhhh, y ésto a las 7.30 de la mañana. Total, ya empiezo la mañana enfadada y le dije que por llegar tarde al trabajo (no era así pero era lo único que se me ocurrió), me iban a castigar a trabajar por la tarde y no podría ir a buscarle al cole. Tenía que hacerle entender que hay que cumplir unos horarios y sino hay unas consecuencias. Con todo el dolor de mi corazón, no fui a buscarle, y cuando llegó a casa me dijo que no lo haría más.....Bueno, esta mañana se ha dado la prisa normal, y me ha dicho....'hoy no te castigan , verdad????'. ¿HABRÁ APRENDIDO LA LECCIÓN????? Por hoy sí, mañana ya veremos.
Es difícil no rendirnos a sus encantos, es cierto que antaño con un NO de nuestros padres nos valía, pero es que hoy en día tenemos tan poco tiempo de disfrute que todo nos parece poco para ellos y no queremos fallarles, aunque muchas veces nos equivocamos.
No, no he leido CHARLIE Y LA FABRICA DE CHOCOLATE, así que hoy mismo lo compro.
Vaya rollo he soltado. Si no fuera por estos momentos......
Bs. BB

BB dijo...

Laura, que yo estoy como tú. Es la preadolescencia...jaja.Y yo tb le castigo si 'dibus' o sin ordenador que es lo que más le gusta. Cual es el castigo sino????
No creo que lo hagas mal, pq eso tb me lo pregunto yo, pero creo que son etapas que pasan. El mío tb es solo en casa pq cuando hablo con su profe, es como si hablara de un niño diferente, así que yo tranquila. Cierto es que a veces sacan de quicio, pero......es lo que toca.
Bs. BB

M Luz dijo...

qué quieres que que te diga...que me voy a imprimir los 6 puntos que has puesto en letras bien grandes y los pegaré en la puerta de la tienda. Ya lees en mi blog cómo consienten las mamás mema-pavas a sus hijos.
Yo lo reconozco, de vez en cuando tmabién les doy algún caprichito pero pocos. La mayoría de las veces se lo tiene que ganar y así saben lo que cuesta conseguir las cosas. Es muy fácil pedir a los papis y pensar que estos acudirán raudos y veloces a satisfacer tus caprichos porque sí, porque soy el rey...PUES NO.
Pyrene ya ni se atreve muchas veces a pedirme nada. Antes cuando íbamos a Mercadona a comprar se quedaba extasiada mirando los estuches de colonias de Barbie, Hannah Montana, Patito...Y cuando me pedía si le compraba alguno le decía:
"Vamos a ver Pyrene, es tu cumpleaños? es Navidad? necesitas colonia? entonces por qué te lo tengo que comprar?"
Después de tres o cuatro intentos fallidos, ahora lo único que me dice es "mamá que voy a ver las colonias"
Yo he tenido que oir a amiguitas de Pyrene gritarles a su madre un "te odio" profundo porque no le compraban las pulseritas de moda y al final, cómo no, comprárselas.
Lo dicho, que no les pase nada cuando tengan 14 años.
Pd ¿qué me he perdido?? que la preadoslecencia se inicia a los 5 años?? lo he entendido bien???? y entonces la niñez? cuando es???? vamos, vamos....

Uma dijo...

Cuando yo era cria no podía entender los premios que les daban a algunos niños por aprobar todo...¡pero si es lo que había que hacer!, era nuestra responsabilidad! intentaré aplicarlo ahora: inculcar responsablidad, cada uno la suya...
papa y mama, trabajan y te cuidan, tu te portas bien y estudias...
Aunque para ser sinceros me da un poco de miedo el consumismo actual en el que hemos caido, al menos nosotros...¿como no voy a comprarle algo que pide si yo lo hago a menudo para mi misma? Mis padres no hacían eso...no salian a cenar, ir al cine era la excepción y la fiesta, los juguetes eran para reyes...no se!yo antes de nacida ya le he comprado juguetes...
en fin!!! que entiendo lo que dices y lo comparto, pero no me voy a poner medallas antes de tiempo...
Laura: si te sirve yo de pequeña...era buenisima fuera de casa y en casa era puro capricho con rabietas y "porculerismo"...al final no he salido tan mal...si te sirve de consuelo....aunque no se pq lo hacía, ni como lo podrian haber evitado mis padres!

besos

Lamamma dijo...

BB, buenísimo lo de que te iban a castigar y no podrías ir a buscarle. Y por supuesto muy bien por haberlo cumplido, las amenazas siempre hay que cumplirlas, si no no valen de nada...

Laura, yo también he tenido siempre mucho carácter y me costó casi 30 años aprender a dominarlo (y aún así a veces se me rebela todavía hoy) no le pidas a una niña de 5 años que sepa hacerlo ya. Eso sí, trata de guiarla para que aprenda... y con las rabietas, ya sabes... manténte firme, es la única manera. A unos les cuesta más aprender que no sirven de nada pero no podemos ceder por eso...

y digo como Mariluz... ¿¡¡¡¡preadolescencia cuándo!!!!? ¿quéeeeeeee?

UMA, ya, pero a qué tú tampoco te das todos los caprichos que te gustaría? pues eso hay que enseñarles, que un capricho de vez en cuando está bien, pero no por sistema... que tampoco se trata de no darles nada de nada... como en todo, en el equilibrio está la virtud. Pero sí, ya nos lo dijo también el ponente de ayer, que luchamos contra el mundo. Lo dicho, vivimos en una sociedad que nos lo pone muy difícil. Consumismo, placer inmediato, derroche continuo (así hemos llegado a la crisis que tenemos, sistema bancario mediante)

Tita dijo...

Hija, como me ha gustado tu post.

Totalmente de acuerdo con el marianista psicoloco, y por supuesto, contigo.

Te recomiendo mucho que leas a Javier Urra, yo ahora estoy con El pequeño dictador.

Los niños necesitan frustración desde pequeños, para enseñarles la actitud para superarla, para esforzarse. Se supone que les preparamos para la vida real, no para playboys con la vida resuelta.
La vida es muy muy dura, y son las técnicas para afrontarla lo que debemos enseñarles, esfuerzo, constancia, superación personal, y trabajo duro. Los únicos que pueden enseñar eso, somos los padres. Nadie más

Y si nos convertimos en padres-abuelos (mimantes, digo), si se lo damos todo ¿quien les enseñará?

Siempre recuerdo el caso de una amiga mía, compañera de trabajo de mi edad. Decir que éramos mileuristas era mucho decir, porque no llegábamos ni de coña. Me llegó al alma que me dijera que era profundamente infeliz por no poder comprar todo lo que veía (vivía sola, pero con la ayuda de mamá desde mitad de mes, ya que su sueldo, literalmente se le iba en caprichos los 10 primeros días)

¿Por qué? Dice que en su casa había una tarjeta, que cualquiera de sus hermanos podía coger con libertad y sin pedir permiso para ir al Corte Inglés a comprar lo que les apeteciera...

En fin. Hemos de ser maestros, no dadores. Para eso están los Reyes, y los cumpleaños, las ocasiones especiales.

¿Refuerzos? Siempre, siempre mejor los intrínsecos, es decir, lo que nos motiva internamente. Y esos hay que saber verlos, es un esfuerzo que debemos hacer por conocer a nuestros hijos: como tú dices mamma, difícilmente es superable la gran sensación de "he podido" por una chuche, por ejemplo.

Besos

Tita dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Micaela dijo...

Totalmente de acuerdo. Creo que hay madres que quieren darle tanto a sus hijos que muchas veces se les olvida enseñarles a conseguir cosas por si mismo.
Mi madre nunca me malcrió y en ocasiones, me ganaba alguna que otra torta. No entiendo esta nueva costumbre de malcriar a nuestros hijos.

laura dijo...

Gracias a todas por vuestros consejos, si, supongo q no hay más q hacer q mantenerme firme y punto.El q tenga caracter es algo q me gusta,pero es q ese caracter sólo lo saca en casa,fuera d ella es una niña muy tranquila ,pero aun así todas las profesoras han coincidido en q es muy buena pero tiene caracter,cosa q por otro lado m gusta-.Pero una cosa es caracter y saber lo q quieres y otra aprender a dominar la mala leche.Su padre tb tiene un pronto un poco malo, tb lo dice mi suegra,y yo pues tb tengo mis arranques ,para q voy a negarlo,supongo q con los años aprendes a domarlo,pero para eso debes tener a alguien q t pongo límites ya desde pequeño,pq si lo dejas estar pensando q aún es pequeña t expones a q la cosa vaya a más y se convierta en una adolescente borde y maleducada.Siempre le digo q aprenda a guardar las formas y q debe aprender a controlarse , quizá es pequeña para entenderlo,pero quiero q sea consciente d q esas chorradas el día d mañana no se las va a aguantar ni dios,exceptuando a su madre ya su padre, claro.Uma ,lo del "porculerismo" m ha llegado al alma jaja si, esa es en ocasiones mi hija en casa.Bsitos a todas.

BB dijo...

Pues sí, dicen que a los 5 años pasan una etapa llamada 'preadolescencia', es decir, caprichosos, un poco a su bola, contestones, .....aunque en pequeñito, o eso dicen.....yo cuento lo que nos han contado. Claro, que viendo a veces como se pone este pequeño en casa,......nada de preadolescencia....ADOLESCENCIA en mayúsculas, jaja. Bueno, supongo que será un término que han puesto para otra etapa más de los peques cuando da la cara su pequeña rebeldía, digo yo.
Bs. BB

Elena-Z dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Elena-Z dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Elena-Z dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Elena-Z dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Elena-Z dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Este post no tiene desperdicio.

Por un lado, experiencia de hoy mismo, a medio dia:

Mamá, me quiero llevar el oso grande en el coche a casa de los yayos.

No, Sara, no nos lo podemos llevar.

¿Porqué?

Pues porque ocupa mucho y luego tenemos cosas que hacer y el oso es un incordio.

Pues lo dejaré en el coche

Que no...

¿Porqué?

Porque no, porque para dejarlo en el coche lo dejas aqui, que el oso se mancha y no se puede meter en la lavadora.

(Aclaro: es un oso gigante, tamaño niño de dos años, por lo menos, blanco blanco).

Mamá... es que me lo quiero llevar.

Sara: he dicho NO y es que NO. ¿Entendido? (sin gritar ni nada, conste)(Confieso que me he acordado de Lamamma, cuando justamente ayer me dijo: hay veces que es que no porque no, y no hay que dar tantas explicaciones)Ha funcionado:

Bueeeenoooo vaaaaleeee.

(A medio dia, ya en casa de mis suegros, ha habido otra parecida. Al final la bronca la he tenido con mi suegra: si yo digo que no se toca la flauta en medio de la comida, es que no se toca la flauta en medio de la comida. Manda coj... que mi hija de 4 años lo ha entendido a la segunda y mi suegra la haya sacado entre la sopa y las chuletas... pues por mis narices que NO SE TOCA LA FLAUTA EN MEDIO DE LA COMIDA).

Bueno, sigamos con el post...

En cuanto a los caprichos...

Recuerdo cuando era pequeña: mi hermano y yo ibamos con mi padre a comprar la prensa todos los domingos. MOmentos maravillosos, de los que guardo bonitos recuerdos. Mi padre siempre nos preguntaba que qué chuches queríamos. Yo siempre decia: una bolsa de pipas de 2 (pesetas) mi hermano: un paquete de chimos, otro de chicles, una bolsa de triskis, unos globos, unas gominolas... era el cuento de nunca acabar. Un día mi madre le dijo a mi padre que no estaba bien: yo me conformaba con las pipas, mi hermano era un pozo sin fondo. Se tenía que acostumbrar a que no siempre se puede tener todo, que no se puede pedir todo. Solución: nos empezaron a dar 15 pesetas de propina semanales. YO seguí comprándome mi bolsa de pipas de 2, y ahorraba el resto. MI hermano se gastaba las 15 pesetas, y se quedaba con ganas de más chuches. Poco a poco mi hucha empezó a engordar, y me pude comprar algún que otro capricho "mayor"... mientras que mi hermano no... ahí se dio cuenta que si prescindía de tanta chuche el domingo, podría permitirse algo mejor al cabo de un par de meses.
Creo que fue una buena medida: nos enseñaron, sin decir nada, la diferencia entre ahorrar y derrochar, y sus consecuencias.
A mí personalmente no hay cosa que más me aborrezca a día de hoy que un niño saliendo de una tienda de chuches con una bolsa a reventar. Sabiendo además que es lo normal cada día.
YO sólo tomaba chuches los fines de semana, porque eran especiales.

Uma, de acuerdo contigo: en mi casa también había cosas que no se hacían siempre: lo de ir a comer o cenar por ahi era especial, el cine era de vez en cuando, las vacaciones sólo en verano... por eso se apreciaban.... si las hubieramos tenido a todas horas... no hubiera sido lo mismo.

Elena-Z

Anónimo dijo...

Este post no tiene desperdicio.

Por un lado, experiencia de hoy mismo, a medio dia:

Mamá, me quiero llevar el oso grande en el coche a casa de los yayos.

No, Sara, no nos lo podemos llevar.

¿Porqué?

Pues porque ocupa mucho y luego tenemos cosas que hacer y el oso es un incordio.

Pues lo dejaré en el coche

Que no...

¿Porqué?

Porque no, porque para dejarlo en el coche lo dejas aqui, que el oso se mancha y no se puede meter en la lavadora.

(Aclaro: es un oso gigante, tamaño niño de dos años, por lo menos, blanco blanco).

Mamá... es que me lo quiero llevar.

Sara: he dicho NO y es que NO. ¿Entendido? (sin gritar ni nada, conste)(Confieso que me he acordado de Lamamma, cuando justamente ayer me dijo: hay veces que es que no porque no, y no hay que dar tantas explicaciones)Ha funcionado:

Bueeeenoooo vaaaaleeee.

(A medio dia, ya en casa de mis suegros, ha habido otra parecida. Al final la bronca la he tenido con mi suegra: si yo digo que no se toca la flauta en medio de la comida, es que no se toca la flauta en medio de la comida. Manda coj... que mi hija de 4 años lo ha entendido a la segunda y mi suegra la haya sacado entre la sopa y las chuletas... pues por mis narices que NO SE TOCA LA FLAUTA EN MEDIO DE LA COMIDA).

Bueno, sigamos con el post...

En cuanto a los caprichos...

Recuerdo cuando era pequeña: mi hermano y yo ibamos con mi padre a comprar la prensa todos los domingos. MOmentos maravillosos, de los que guardo bonitos recuerdos. Mi padre siempre nos preguntaba que qué chuches queríamos. Yo siempre decia: una bolsa de pipas de 2 (pesetas) mi hermano: un paquete de chimos, otro de chicles, una bolsa de triskis, unos globos, unas gominolas... era el cuento de nunca acabar. Un día mi madre le dijo a mi padre que no estaba bien: yo me conformaba con las pipas, mi hermano era un pozo sin fondo. Se tenía que acostumbrar a que no siempre se puede tener todo, que no se puede pedir todo. Solución: nos empezaron a dar 15 pesetas de propina semanales. YO seguí comprándome mi bolsa de pipas de 2, y ahorraba el resto. MI hermano se gastaba las 15 pesetas, y se quedaba con ganas de más chuches. Poco a poco mi hucha empezó a engordar, y me pude comprar algún que otro capricho "mayor"... mientras que mi hermano no... ahí se dio cuenta que si prescindía de tanta chuche el domingo, podría permitirse algo mejor al cabo de un par de meses.
Creo que fue una buena medida: nos enseñaron, sin decir nada, la diferencia entre ahorrar y derrochar, y sus consecuencias.
A mí personalmente no hay cosa que más me aborrezca a día de hoy que un niño saliendo de una tienda de chuches con una bolsa a reventar. Sabiendo además que es lo normal cada día.
YO sólo tomaba chuches los fines de semana, porque eran especiales.

Uma, de acuerdo contigo: en mi casa también había cosas que no se hacían siempre: lo de ir a comer o cenar por ahi era especial, el cine era de vez en cuando, las vacaciones sólo en verano... por eso se apreciaban.... si las hubieramos tenido a todas horas... no hubiera sido lo mismo.

Elena-Z

Seguidores