Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

martes, 23 de marzo de 2010

¡Qué bonito es ser madre!

Casi siempre...

y es que hay días en que hasta llegar a pensar en que si pudieras echar marcha atrás en el tiempo... no suele durar más que un parpadeo, claro, pero sí, justo en ese momento en que los tienes a los dos llorando, se callan lo justo para ponerse a discutir entre ellos, acaban pegándose, vuelven a llorar, te reclaman... y tú estás cansada, muy cansada, y todavía falta el baño, los pijamas, la cena, los cuentos, los dientes, el pis, el vaso de agua, la música, "se ha acabado", la música otra vez (son dos vueltas de la cuerda de la caja de música, ya sabéis, costumbres que se hacen ley)



Justo entonces recuerdas con nostalgia tu vida antes del embarazo...

Pero como digo, dura sólo un momento, porque de repente terminan los lloros, vuelven a jugar juntos como si nada, te hacen unos mimos, te dedican una sonrisa pícara y te derrites, y sigues cansada pero mucho menos porque, al menos para mí, no hay mejor cura para un día duro que ver a mis hijos sonrientes y darles un achuchón ahora que todavía se dejan.

Tomamos muchas decisiones a lo largo de nuestra vida que tendríamos ocasión de replantearnos si echáramos marcha atrás: unas insignificantes y otras fundamentales. De algunas podemos arrepentirnos (o al menos pensar que quizás debimos hacer otra cosa), de otras nos quedará siempre la duda de si hicimos bien o no. Con unas pocas nos plantearemos siempre qué habría pasado si hubiéramos optado por otro camino. De algunas sabemos positivamente que teníamos que hacerlo así, sea cual sea el resultado final.

Pero para mí si hay una decisión que no admite duda ninguna es la de ser madre porque tener a Sofía me supuso un salto cualitativo tan enorme en mi faceta personal que todo lo demás se me quedaba pequeño. Ya nada en mi vida estaba a la altura de esa sensación. Tener a Guille por supuesto la reforzó, añadiéndole los maravillosos matices de verlos juntos, corriendo el uno en brazos de la otra por la calle cuando no hace ni cinco minutos que se habían separado, preocupándose y consolándose cuando uno llora (salvo que sea culpa del otro, claro)

Hay momentos agotadores, sí, pero ¡qué pronto se olvidan!

(dicho esto, luego se pone una el viernes por la noche a ver "Hermano mayor" y ni la mejor película de terror de todos los tiempos... mamma mia, ¡qué miedo!)

13 comentarios:

laura dijo...

A veces una está más q agotada,pero siempre sucede algo q te hace ver q son lo mejor q has hecho en tu vida,el otro día despues d un día malo,malo y d mucho trabajo,por la noche m contó q una monja del cole les explicó q los "yayos se van al cielo",supongo q se debió morir el abuelo d algun compañero,y m dijo"cuando tú seas viejecita y t vayas al cielo ¿podré ir contigo?"...nudo en la garganta..."sí,al cabo d muuuchos años podrás venir conmigo" y m contestó "¿y nos tumbaremos las 2 juntas y m leerás cuentos?"....me tuve q girar con el corazón encogido y lagrimón q t crio...!q demostración d amor tan incondicional y sincera!si esto no es lo mejor del mundo...os recomiendo q escucheis una canción d Martina Mcbride "In my daughters eye´s"...seguro q soltais alguna lagrimilla..besitos a todas.

Cruela DeVal dijo...

No te cuento cuando tendrá 14 años...

un trabajo muy ingrato de verdad lo de ser madre ajajaj

Besos

Anónimo dijo...

ay cuanta razón tienes chica. En todo. Yo el año pasado hubo una temporada que trabajaba de 4 a 9 de la noche, para poder "conciliar" tantas vacaciones y adaptaciones de niños. Y llegaba a casa a las 10 de la noche, bastante cansada por cierto, y recuerdo que pensaba "Ojalá estén ya dormidas" pero qué va, siempre me esperaban, y se tiraban corriendo a mis brazos, y aunque estuviera muy cansada, hay cosas que no tienen precio, era maravilloso.

saludos, misteriosa

Esther dijo...

Que bonito debe de ser ésa sensación...me gustaría sentirla pronto aunque creo que me quedan un par de añitos!!

Besos

BB dijo...

Pues yo estoy planteándome darle un hermanito/a a Guille y no sé, me asaltan las dudas. Ahora que ya va al cole, se viste solito, es como un hombrecito pequeño....`pero por otro lado pienso en lo bonito que sería que tuviera alguien con quien reir o llorar...no sé.
Laura, no te has planteado volver a ser mamá????
Por tí, Lamamma ya sé co es pero sobre las ganas de ser de nuevo madre, me aborda el volver a empezar....pufff. Pero es verdad, lo que reconforta sus besitos y mimos.....me pueden. Sería así con dos?????? Creo que soy demasiado celosa de mi peque.
Bs. BB

Lamamma dijo...

Con dos es mucho mejor BB, aunque entiendo que te de pereza. Yo precisamente por eso quería tenerlos seguidos, para no perder el ritmo de biberones, pañales y despertares nocturnos entre uno y otro... pero si te lo estás pensando ni lo dudes. Para tí será genial pero para Guille más aún.

Cruela, para sus 14 años ya me van preparando tus post... sobre todo para las preguntitas que puede una esperar -_-'

Laura: se te debió quedar el corazoncito en un puño... es que tienen cada cosa...

M Luz dijo...

El mes pasado dije una cosa de la que al mismo tiempo que la decía me arrepentía de haberla dicho y me hizo sentir culpable. Era Domingo y me tocaba trabajar. fyue una mañana dura después de un agotador sábado trabajando en el pueblo. Al cerrar y ponerme a hacer caja me equivoqué al contar, volví a contar y me volví a equivocar...estaba tan cansada y tan agotada que le dije a mi compañera "encima ahora en casa a soportar a mis hijos", qué mal me sentí, de verdad...encima tal y como si me hubieran oído, esa tarde se portaron de maravilla, me dejaron descansar y no me hicieron enfadar.

Como te ha dicho Cruela y te digo yo muchas veces, espera maja, espea a que crezcan...ayer castigué al mayor en su cuarto por "no dejarle jugar al ordenador" porque no hacía mas que pedírmelo y yo negárselo, y ótra vez, y otra vez, hasta que desde el "fondo de mis entretelas" le grite un claro NOOOOOOOOOOOO y le oí por lo bajinis "qué pesada", fue la gota que colmó el vaso, lo agarré de los pelos y lo metí a su cuarto, así como te lo cuento.

Jolines, vaya comentario que te he dejado, parece que odie a mis hijos jajajaja...y nada más alejado de la realidad ¡los adoro!

Uma dijo...

hoy tu post me llega más de lo habitual! me refuerza ideas, gracias!
besos

Mery dijo...

Que ilusión me ha hecho ver un comentario tuyo en mi blog recién estrenado, resulta que te leo desde hace tiempo, como "espía" más o menos cuando tenías el blog en terra, aunque nunca me ha dado por dejar comentarios y gracias a ti descubrí a MLuz, aupa las mañas!!
No tengo hijos todavía aunque no creo que tarde mucho, que majicos tus pekes, me encanta lo que dices, seguro que aunque hay momentos agotadores, merece la pena pasarlos. Un saludico desde Jaca.

laura dijo...

BB,si m lo empiezo a plantear,ahora tengo 37,d todos modos yo siempre tuve claro q no quería tenerlos seguidos,una amiga m dijo q si esperaba tanto m daría pereza "volver a empezar",pero yo sinceramente creo q lo cogeré con más ganas, d hecho m empiezo a mirar otra vez a los recien nacidos con algo más q entusiasmo.El problema añadido es el d siempre,conciliación laboral y familiar,soy autónoma,así q al mes d tener a mi hija ya estaba currando,y ahora mismo tengo mucho trabajo..ya se q saldría adelante,así q m tendré q lanzar...Lamamma,encogidito,encogidito se m quedó.Bsitos

Lamamma dijo...

Una precisión... que maridín se me queja de que parece que él no haga nada y no es eso... es que precisamente esa tarde él no estaba en casa. Es cierto que cuando está él nos repartimos mucho mejor el trabajo...

ODRY dijo...

No te creas nena, los mios ya son pre-adolescentes y a mi lo de arrepentirme, me dura muchísimo más que antes.

Un besazo

Elena-Z dijo...

Yo siempre digo que en esta vida me podré arrepentir de muchas cosas, pero hay una de la que no me arrepentiré jamás, que es haber tenido a mi hija.
COmo mi hija todavía es pequeña,(4 años) ella es precisamente la que consigue que llegar a mi casa por las noches, cansada, harta de aguantar clientes y de intentar solucionar problemas sea un motivo de alegría. Ella me devuelve la sonrisa.

Y esta semana, precisamente, que ha sido tan tan dura para mí, mi hija ha conseguido hacerme sonreir. COmo el martes, después de un lunes muy muy triste, que me dijo: mamá, que contenta estoy de que estemos juntas... ¿porque, hija? me tenias muy preocupada, porque ayer no te ví a la hora de comer...

Seguidores