De "fiesta"

Y le pongo las comillas porque mis pequeñas fieras tampoco tenían cole y su padre tenía que trabajar. Así que aquí estoy, "disfrutando" de mi peculiar puente. Ayer era la cinco marzada (a falta de otras fiestas locales con que rellenar el calendario celebramos que en 1838 echamos de aquí a las tropas carlistas) La tradición manda ir a comer al parque, pero como la metereología, año tras año, se empeña en meterse con la tradición (el cierzo debió ser carlista en aquella época), en vez de un buen bocata a la intemperie, nos comimos, en una casa calentita, un buen plato de un arroz con pollo y verduritas que me salió de vicio. Eso sí, por la mañana nos acercamos al parque (no al de la celebración sino al "parque grande") a dar un paseíto. Bonito día... un viento impresionante, nubes y claros pasando a toda velocidad, algo de lluvia para amenizar... pero Sofía y yo le dimos de comer a una oca y a un montón de palomas (los cisnes debían de tener poca hambre y los patos andarían jugando al escondite, no se acercó ninguno)

Hoy papá tenía que trabajar así que ha madrugado y yo me he dado media vuelta en la cama y he aprovechado para dormir un ratito más... ya digo, un ratito... a las 7:30 en punto ha sonado mi despertador favorito: mamáaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, mamáaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, mamáaaaaaaaaaaaaaaaaaaa (enlazando con el blog de Miss Sybarite... ) No me quejaré, no se han portado mal del todo. Sofía y yo sólo hemos discutido dos o tres veces (no está mal para una mañana) pero sólo he tenido que enfadarme seriamente una de ellas. Lo que en circunstancias normales habría podido ser una mañana hiper provechosa, se ha quedado en que he conseguido pasarme por el mercado a reponer un poco el agujero negro de mi frigorífico (fregggggggco para Sofía) De paso me he acercado por el taller a ver qué tal llevan la reparación de mi coche que, por esto de colaborar con la crisis, ha decidido romper la bomba del agua y así, ya puestos a desmontar medio motor, consigue una correa de distribución nueva y, ya metidos en faena, otra bomba de dirección, que la suya ya tenía mucha holgura según mi mecánico de cabecera. A todo esto Guille se lo ha pasado bomba viéndole las tripas al coche, que justo estaba elevado en ese momento. He intentado que se lo quedaran de aprendiz a cambio de la reparación pero no ha colado... sigh... ;-)

Bueno, pues os dejo a ver si aprovecho la hora de la siesta para hacer algo provechoso (además de escribiros, que también lo es, aunque de otra manera...) 

Feliz fin de semana para los que todavía no lo habéis empezado...