
Mira que soy yo poco amiga de tópicos y clasificaciones, pero me han salido unos hijos que son el perfecto paradigma del niño y la niña. Nunca me ha gustado vestir a mi hija de rosa ni he impulsado a ninguno de los dos a jugar más con un tipo de juguetes que con otros. Que yo sepa (que esa es otra, de muchas cosas no nos damos ni cuenta) nada en la educación de mis niños ha podido inclinarlos hacia actitudes tan marcadamente tópicas. Pero el hecho es que Sofía está en plan princesas, hadas, bailarinas y todo rosa, por favor. Y a Guille le gustan los coches, los monstruos, las pelotas...
Cierto que no exclusivamente. Sofía juega a veces con coches y a Guille le encanta pasear a su bebé con su carrito (creo que lo que le gusta es empujar algo con ruedas pero también le hace algo de caso al muñeco) pero sí es cierto que sus preferencias están muy claras. Para muestra un botón. Ayer mismo su tía le regaló a Sofía un álbum de princesas (todo muy rosa, muy cursi, con muchas pegatinas y lacitos y chorraditas varias para decorar) y a Guille un par de brumbrums pequeñitos: una hormigonera y una excavadora. No creáis que discutieron lo más mínimo. El peque se agarró a sus brumbrums y se paseó tan feliz por toda la casa con ellos mientras la otra brujilla, abrazada amorosamente a su regalo, presumía de que "es más bonito mi álbum que los coches de Guille"

¿Y por qué me habrán salido a mí estos críos tan prototípicos? desde luego es cierto que hay diferencias entre hombres y mujeres que lejos de ser únicamente culturales tienen una base científica, pero ¿el que te gusten los coches o las princesas? ¿eso dónde está? ¿en los genes? ¿es por las diferencias en los cerebros de hombres y mujeres?
A ver si alguien me aclara un poco el tema, porque estoy hecha un mar de dudas...