Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

martes, 1 de diciembre de 2015

Empezamos el adviento



Ya tenía yo ganicas de empezar a abrir ventanas de nuestro calendario. No soy nada religiosa, lo sabéis, pero esta época me gusta mucho como momento de parón y reflexión. No es algo exclusivo tampoco del catolicismo pero ya que vivimos en el país en que vivimos, me casé con un católico, apostólico y romano y llevo a mis hijos a colegio religioso, tampoco nos vamos a poner exquisitos escogiendo otras celebraciones, el adviento ya me viene bien.

Desde hace algunos años hemos instaurado la costumbre del calendario en casa. Por supuesto lo de abrir ventanitas está muy bien, pero nunca quisimos que se quedara en eso. Por eso, desde el principio, decidimos vincular cada ventanita a una pregunta. Aprovechamos pues para irnos interrogando unos a otros sobre cómo ha ido el año, qué cosas hemos hecho bien o mal, cuáles querríamos mejorar para el año que viene, plantearnos retos... yo creo que todos, con unos cuantos días de anticipación, pensamos ya en las preguntas que querremos hacer cuando nos toque el turno.

No es todo tan bonito claro. Para empezar ya cuando llega el día de comprar el calendario de turno acabamos impepinablemente peleándonos. El que le gusta a Sofía no le gusta a Guille y viceversa, se acaba postponiendo para otro día y cuando por fin ya sí que sí que hay que comprarlo, hay que escoger alguno y da igual cuántos modelos hayamos visto, seguro que no coinciden en ninguno, hay que elegir y acaba la cosa en bronca. Todos los años les digo que se acabó el comprar calendarios, a ver si para el próximo año me acuerdo de proponerles el de la imagen como manualidad y de paso los tengo entretenidos un rato (si no se pelean haciéndolo...) Podéis encontrarlo, junto con otras ideas, aquí. Pero en realidad todos los años se me olvida y se repite la historia. Es un poco, a nuestra escala, como la historia de la humanidad, que siglo tras siglo sigue cometiendo las mismas equivocaciones, o, sin irnos tan lejos, como nuestros propios propósitos de año nuevo.

En fin, que llega la Navidad, fechas que, contra todo pronóstico, le encantan a mi alma atea, y ya estoy pensando en mi propio resumen del año (regularcillo esta vez), propósitos de mejora (muchos y muy variados) y cómo conseguir de una vez por todas llevar toda esa bonita teoría a la práctica. Herramientas no me faltan, últimamente le he echado el ojo incluso a una agenda estupenda que promete ayudarte en la faena, pero ya sé que, como en tantas otras cosas, la teoría la llevo estupendamente, es la práctica la que se me escapa así que me resisto a caer en la tentación de comprarla. ¿Conseguiré este año escapar del círculo vicioso por fin? se admiten apuestas.

No hay comentarios:

Seguidores