Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

miércoles, 19 de enero de 2011

Cabecitas llenas de magia

A veces tengo auténtica envidia de mis hijos... de ese mundo fantástico en el que viven en el que todo tiene lugar. Dragones, brujas, hadas, varitas mágicas... y el último descubrimiento: El ratoncito Pérez. A Sofía aún no se le ha caído ningún diente, ni se le mueve siquiera, pero a una amiga sí, así que ahora vamos a vueltas con el ratoncito, que dónde vive, que qué deja, que yo querré que me deje no sé qué... y Guille, pobre, con lo que le queda todavía, igual de emocionado con el roedor... esta mañana me han hecho buscarlo por internet y sacarles un dibujo para pintarlo, aunque como no he encontrado exactamente lo que buscábamos al final ha decidido que les sacara éste:



Prometido ha quedado que cuando vayamos a Madrid visitaremos su casita y la pequeña estatua que allí le pusieron.

A veces les tengo envidia, sí. Me gustaría volver a creer sin reservas en todas esas cosas y devolver a la imaginación todo su poder. Quizás sea por eso por lo que me gusta escribir...

Por lo demás, como comentábamos en el blog de Mariluz, mejor nos iría si más mandamases conservaran algo más de la mentalidad (y de la inteligencia) infantil.

8 comentarios:

natmicu dijo...

HOla,
Respecto al tema del ratoncito de hoy y viendo que no has encontrado nada que te apañara, decirte que no se si conocerás el Cantajuegos. Te lo digo porque tienen una canción dedica al ratoncito y también creo que en la página web hay algún dibujo chulo.

Besos

ODRY dijo...

Chiqui mis bestias pardas ya son tan grandes, que la magia se les apagó, tienen ilusión eso sí, disfruta todo lo que puedas el tiempo pasa deprisa y de repente todo cambia.

Un besazo.

M Luz dijo...

No les tengas envidia que esa etapa ya la pasaste tú y seguramente cuando la pasaste estabas deseando hacerte mayor sin saber lo que eso conllevaba.

La tradición del ratoncito Perez me parece preciosa y de como algo que podría llegar a ser traumático para un niño (se le cae un diente, le sale sangre, se le queda un agujero en la herida y una mella en la boca) se convierte en un momento de ilusión.

En fin, si Sofía está deseando que se le caiga uno, más vale que tarde un tiempo en juntarse con Pyrene y Nora que si no cuando las vea a las dos melladas igual intenta arrancárselos jajajajaja es una broma! ;)

M Luz dijo...

Por cierto, te he contestado en mi blog sobre tu comentario

Ellyllon dijo...

tienes razón. no deberíamos perder esa inocencia del todo.

qué guay ser mamá y revivir toda esa ilusión.

Un besico
Elly

Uma dijo...

que recuerdos!! ojala se pudiera volver a ese estado!!

Anónimo dijo...

Ay, el ratoncito Pérez!! Qué tiempos aquellos. YO he tenido uno de esos primeros momentos en que te planteas darle una lección a tu hija aunque se te encoja el corazón: Ibamos en el coche cuando se le cayó el diente, le dije que se lo pusiera en el bolsillo, ella no quiso (el "¡yo, yo, yo!"), se lo fue a enseñar a su hermana y se le cayó en el coche. Lo hemos buscado por activa y por pasiva y no aparece. Así que, con toda la pena de mi corazón, el ratón Pérez no le trajo nada. YO aún sigo buscando ese diente (el coche está asqueroso pero no me decido a aspirarlo porque sé que eso significa adiós al diente). Aunque creo que es una gran pena tener que hacer esto, creo que le estoy enseñando a que el próximo lo cuide bien bien y que no se pierda.

Saludos!

misteriosa

laura dijo...

A mi hija ya le han caido los 2 d abajo(el primero un mes antes d cumplir los 5), un poco pronto, si. Mi marido es maño y yo catalana, así q el ratoncito perez viene acompañado d los angelitos q lo traen volando hasta casa, la cuestión es hacer una buena simbiosis d las raices d ambos jaja.Sus dientecitos los guardo con la intención d hacerme un colgante o un anillo engarzado en oro blanco más adelante, una amiga mia lo hizo y le quedó chulisimo,no me imagino piedra más preciosa para una joya q los dientes d leche d mi hija.Bsitos a todas.

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