Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

miércoles, 21 de junio de 2017

Pereza máxima

Uff,  yo no sé si es el calor sofocante de estos días, que estoy otra vez en ese punto en que estoy dejando lo viejo pero aún no he empezado lo nuevo (laboralmente; sí, toca reinventarse otra vez) o una mezcla de las dos cosas. El caso es que ni hago ejercicio (no sé cuántas semanas llevo diciendo que esta semana sin falta vuelvo al gimnasio y a correr... (desde la 10k creo, y fue el 28 de mayo, casi un mes hace ya, ni escribo casi nada (ni blog ni cuento), ni tengo la casa ni remotamente decente... y para mí que cuanto menos haces menos te apetece hacer. ¡Ni siquiera he escrito mi tradicional entrada por mi cumpleaños!



La verdad es que tengo ganas ya de asumir un reto nuevo, algo que me ponga las pilas. Creo que necesito un fin de semana de pararme en seco y pensar qué quiero y cómo conseguirlo. De vez en cuando vienen bien estos parones, creo, pero, ¿cuántas veces nos concedemos ese tiempo para nosotros mismos? También es verdad que, como bien dice Quino en su viñeta, también a la pereza hay que respetarla. Demasiado a menudo nos empeñamos en combatir todo lo que nos pasa: la tristeza, la melancolía, la ira... igual simplemente deberíamos pararnos un poco a contemplar esos estados y descubrir por qué los sentimos, incluso disfrutarlos, siempre que no nos desborden. Así que creo que voy a disfrutar  todo lo que me dejen de mi pereza hasta el fin de semana y permitirme empezar trabajo nuevo el lunes con fuerzas renovadas y, con suerte, retos nuevos.

No hay comentarios:

Seguidores