Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

miércoles, 12 de enero de 2011

Feliz año y esas cosas

Este año me he contagiado del que parece haber sido un mal mucho más común que la gripe, y hasta que el catarro vulgar. Me he contagiado del más absoluto pasotismo a la hora de felicitar navidades y año nuevo a amigos y conocidos. ¿Dónde quedaron aquellos eternos avisos de mensaje nuevo? se quedarían con la crisis... yo desde luego opté por la solución más rápida y sencilla (y económica, de paso) Mensajito en facebook y el que quiera que se de por aludido. Oye, con lo que me ha costado apuntarme al invento este, al menos ahora le tengo que sacar rendimiento.

El caso es que las navidades me han sentado bien. Empezaron algo torcidas, con mis dos chiquillos y la mitad de la familia (la mitad mía concretamente) con sus buenos catarros. Maridín y yo aguantamos como toretes y los niños ya se sabe, en un par de días estaban como nuevos. Pero mi idea de hacer mil actividades ya se había torcido. Además con el mal tiempo que hizo esos días... menos mal que Sofía se recuperó a tiempo para ir a ver El Cascanueces. ¡Su primer ballet de verdad! Salió encantada. Luego pasaron nochevieja y año nuevo, y una gran comida familiar con los primos de Madrid en la que TODOS los niños (8 en total) se portaron fenomenal (de verdad) Aprovechamos para actualizar la foto de la matriarca con sus 8 bisnietos (y esto no ha terminado aún) Al día siguiente nos fuimos a mis montañitas (Pirineo aragonés) Volví nueva, y eso que había poca nieve y muy dura y no pudimos hacer el muñeco de idem que traía al retortero a mis chicos... Se quedaron con ganas de aprender a esquiar. A ver si al año que viene puede ser y de paso me apunto yo también, que nunca es tarde si la dicha es buena... entretanto a ver si vuelvo a ponerme los patines... (hala, más propósitos de año nuevo)



Las navidades pues bien. Pero más que por lo que hayamos hecho, y por haber disfrutado de la familia (que también) porque no sé cómo, no sé por qué, me he dado cuenta de repente de que el 2010 se llevó algo con él. Se llevó un sentimiento de confusión que tenía encima. Sigo sin haber qué hacer con mi vida ahora mismo, pero eso ya no me agobia. El 2011 me ha traído una tranquilidad pasmosa (más aún, los que me conocéis bien ya sabéis por qué lo digo) Ahora sé que lo me toca este año es mantener todas las puertas abiertas y no preocuparme por no llegar a concentrarme en ninguna de ellas. Por ahora sólo puedo esperar, eso sí, con todos los sentidos alerta para detectar la oportunidad cuando se presente, que lo hará.

Ya lo dice mi admiradísima Carmen Martín Gaite en mi libro de cabecera: “la sorpresa es una liebre, y el que sale de caza, nunca la verá dormir en el erial” (cita de "Nubosidad Variable")

Seguramente la mejor prueba de mi nuevo equilibrio (o casi) es que he vuelto a leer a buen ritmo, como habréis visto si vais siguiendo mi lista de lecturas. Por cierto que ahora mismo la cambio. Ya terminé "Los aires difíciles" de Almudena Grandes (final un poco rápido, un mal común, pero en general bien) Y por fin he podido empezar "Invitación al asesinato", de Carmen Posadas. Llevaba tiempo detrás de él pero se lo había pedido a los Reyes Magos así que ha habido que esperar...

Y para rematar mi nuevo "estado zen", he vuelto a escribir en la biblioteca municipal (costumbre que cogí antes de navidades y que por motivos de vacaciones escolares había tenido que abandonar) Estoy revisando un viejo cuento infantil que escribí hace tiempo con idea de presentar a concurso. Hacía tiempo que era consciente de sus fallos y de las mejoras que debía introducirle pero ¿sabéis? un escrito es como un hijo. Le quieres tal y como es y cuesta mucho alejarse lo suficiente de él como para poder mirarlo con objetividad, pero mucho más para cambiarlo bruscamente. Ahora lo estoy haciendo. Y he descubierto que me encanta el ambiente estudiantil de esta sala de la biblioteca. Casi todo estudiantes jóvenes, aunque también gente mayor. Silencio, concentración, libros por todas partes... ¿qué mejor entorno para escribir?

Y ahora sí, de verdad, no por compromiso, ni siquiera por costumbre...

¡os deseo a todos un muy feliz 2011!

3 comentarios:

Tita dijo...

¡Feliz, feliz 2011 a ti y los tuyos también! y mucha suerte para encontrar el camino...y para disfrutar por el que vas ahora también.

Besitos

BB dijo...

FELIZ AÑO 2011!!!! que estoy segura así será. Yo deseo que este año sea bueno para ti y como dice Tita tu camino sea visible. Yo confío mucho en este 2011, salvo por la crisis, quiero confiar en que sea un año que me traiga suerte, no sé en qué, pero confío. Lo necesito para volver a creer en la buena suerte, y casi, en la felicidad emocional. Así, que a pensar en positivo (ufffffff, tengo que ensayar, jaja).
Besos y hasta tu próximo post. BB

Uma dijo...

Pues feliz 2011 para ti y los tuyos!! deseo que se cumplan todos tus propósitos y proyectos y ya me dirás que tal el libro de Carmen Posadas que me pica la curiosidad pero no me he decidido a comprarlo aún!!
besos

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