Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Viajando sin gluten

En esta familia nuestra nos da poca pereza viajar, la verdad (otra cosa es el dineral que se va en ello) El hecho de que Sofía fuera celíaca nunca nos pareció que fuera a cambiar esto. Es verdad que la preparación del viaje cambia un poco. Ya no vale eso "ya comeremos por cualquier parte" Sobre todo en según qué países. Este verano habíamos decidido ir a Roma pero en coche, haciendo noche a la ida y a la vuelta en un par de ciudades costeras francesas.


En Italia no tuvimos ningún problema para encontrar cosas sin gluten y que la gente supiera de qué les hablabas. Hasta vi en un área de autopista los típicos sándwiches envasados pero sin gluten. Lo de los franceses sin embargo es caso aparte. No dudo de que en tiendas encontrarás de todo, como aquí, pero salir a comer por ahí ya es otro cantar. Y lo estar seguro de que no va a haber contaminación cruzada ya... cierto que llevábamos ya apuntados algunos sitios recomendados pero de ellos dos estaban cerrados justo el día que íbamos nosotros por allí.






Aún así, no hay excusa para no viajar hoy en día. Google es cada día más listo y si tú le preguntas por sitios "sans gluten" o "senza glutine" según el destino, algo te encuentra, luego ya tiene que estar abierto y te tiene que pillar más o menos bien, claro, pero encontrar encuentra.


Por supuesto, el kit de supervivencia celíaca no puede faltar en ningún viaje, nunca se sabe. Pan sin gluten, las bolsitas para tostadora o sandwichera, galletas, algún dulce, nesquik... bueno, cada uno en función de sus necesidades básicas... Y luego, claro, la opción de ir entrando a supermercados a por lo que falte. Nosotros en Italia algún día compramos pan y embutidos para comer en plan picnic en el parque y no tuvimos problema en comprar también para nuestra celiaquita. En Francia, como estuvimos menos tiempo no llegamos a probar, pero vaya, que después de la experiencia sí hemos pensado que la próxima vez que viajemos por allí (que no tardará porque es un poco nuestra segunda casa) nos buscaremos un aparthotel y al menos las cenas y desayunos las haremos bien.


De verdad, que no os de miedo. Hoy en día hay mil sitios donde buscar previamente la información: Grupos en Facebook, aplicaciones mil para el móvil, asociaciones nacionales o regionales, que incluso te proveen de los textos explicativos sobre la celiaquía en varios idiomas para que puedas presentarlos en cualquier hotel o restaurante allá donde vayas, el propio google... ¿vais a perderos todo un mundo solo por el gluten? ¡Seguro que no!


A los que sois madres/padres de celiacos, tampoco sobreprotejáis a vuestros hijos. Enseñadles más bien a buscar y preguntar. No podréis evitar que un día vuelen solos y seguro que entonces querréis que sepan sacarse las castañas del fuego ¿a que sí?

2 comentarios:

Miriam dijo...

¡Buen día! Saludos desde Culiacán, México. He sido lectora de tu blog desde el embarazo de Guille. ¡No dejes de escribir!

Lamamma dijo...

Muchas gracias Miriam, ¡no dejes tú de leerme! qué gusto da leer estos comentarios, madre mía, si echo la vista atrás, la de años que lleva ya esta aventurilla bloguera mía...

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