Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

domingo, 8 de diciembre de 2013

Una de miedos

Estaba viendo con Guille dibujos animados y el capítulo iba de que uno de los personajes tenía miedo de un montón de cosas que el otro personaje le iba demostrando, una a una, que no tenían nada de amenazador. Y me ha dado por pensar en esto del miedo, sentimiento innato y profundo donde los haya. Mira que en esta sociedad tan avanzada nuestra hemos suprimido o enterrado bajo toneladas de supuesto sentido común y otras mandangas tantos y tantos instintos naturales que nos habían acompañado desde la más tierna prehistoria. Pero al miedo, como al amor (¿o instinto de reproducción?) no hay quien lo hunda. Afortunadamente, porque el miedo es absolutamente necesario. ¿Qué sería de nosotros si no lo sintiéramos nunca? ¿recordáis a Juan Sin Miedo? ¡qué tontería de cuento, ¿no?! ¿cómo puede alguien no tener miedo de nada? eso no es natural, sería como no sentir dolor con nada. Raro, ¡y peligroso! los zancochos que puede llegar a realizarse alguien a quien nada le duele. Igual ocurre con el miedo, esa reacción innata que se encarga de alertarnos de los peligros externos que nos pueden amenazar. ¿O no? Es todo tan subjetivo...

Siempre generalizando, que de todo hay, los que tenemos la suerte de vivir en países civilizados y además en ciudades tranquilas no tenemos demasiadas ocasiones de pasar auténtico miedo. Sin embargo pienso a veces en aquellos que sufren guerras, secuestros, pienso también ahora en las mujeres maltratadas por sus maridos, o en sus diferentes versiones, también hay hijos maltratados y maltratadores, violencia familiar en general, que por cercana es casi más terrible porque ¿qué hay peor que dormir con tu enemigo? Y según escribo, me da por pensar, ¿de qué te sirve entonces el miedo? ¿te da opción de protegerte? quizás, no lo sé, pero ¿no debería servir ese miedo para huir del maltratador? y sin embargo, qué pocas veces se hace... guardemos esta reflexión en caliente para luego.

Volviendo pues a la vida privilegiada (sí, lo es, con crisis y todo) que la mayoría de nosotros disfrutamos, ¿qué cosas nos dan miedo? que les pase algo a nuestros hijos, que nos atraquen (miedos relativos para quienes vivimos en ciudades tranquilas), los cambios, ése es un clásico, los deportes de riesgo, las pelis de terror... Si os fijáis los últimos son momentos que buscamos (los cambios no siempre pero en mi caso ya sabéis que tampoco es que los evite precisamente). ¿Necesitamos sentir miedo de vez en cuando? ¿y por qué dejamos que nos paralice en otras ocasiones? ¿Qué reacción nos provocaría en caso de auténtico peligro, ante un atracador por ejemplo? ¿Qué sentiría el domador de circo cuando le atacó la tigresa? ¡qué difícil es el miedo! se supone que nos tiene que librar del peligro pero jugamos con él, lo buscamos, o peor aún, cuando no lo hemos buscado nos paraliza en vez de ayudarnos. ¿Sabemos gestionar nuestros miedos a nuestro favor?

Fascinante emoción. Yo me quedo con una frase magistral que de paso me sirve como particular homenaje a esa inmensa personalidad que no puedo creer que nos haya dejado (de hecho no, Nelson Mandela no morirá nunca, hace ya tiempo que se ganó la inmortalidad. Sólo el envoltorio, su cuerpo gastado, ha muerto)





1 comentario:

Uma dijo...

que bueno! el post y la frase! precisamente hoy la habia leido por otra via...
yo creo que hay miedos y miedos. el miedo que te de una peli o el miedo a sufrir algo hipotetico no me parecen comparables al miedo cierto a poder morir en breve.
y es diferente el miedo del que no puede hacer nada de cuando puede hacerse.
por ejemplo cuando te dicen que tienes algo incurable o cuando te apuntan con una pistola en la sien.
¿te imaginas? debe ser horrible...

A veces se me ha pasado por la cabeza lo que debe ser vivir una guerra, estar en mitad de un fuego cruzado por ejemplo...ahi es cuando el miedo no puede paralizarte pq te puede ayudar esconderte, defenderte etc

Por otro lado,desde que tengo a mi hija vivo otra dimensión del miedo...

Tema interesantisimo!!
A reflexionar... no agobiarnos por miedos tontos...

Seguidores