Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

jueves, 11 de julio de 2013

¿e-book o papel?

Creo que ya tod@s sabéis, o intuis por lo menos mi respuesta a esta pregunta. No es que esté en contra el e-book ni mucho menos. Me parece un instrumento muy útil para determinadas circunstancias y al fin y al cabo, leer es leer, da igual el formato. Pero a mí particularmente, donde se ponga un libro de papel, con su olor característico, su crujidito de hojas, sobre todo cuando son ediciones bien cuidadas, o especialmente bien ilustradas... ¿cómo va a competir con eso un aparatejo electrónico? y l@s que me conocéis sabéis ya que no tengo nada en contra de la electrónica ni mucho menos. No es que sea la primera en comprar el último juguetito en el mercado pero sí que suelo acabar con algún capricho que otro. De hecho acabaré teniendo un e-book también. Pero será cuando vuelva a viajar con cierta frecuencia. Me parece un invento maravilloso para quien lee mucho en el transporte, incomparable para viajes largos en los que deberías hacer acopio de varias lecturas para que te duren (sobre todo si es uno lector voraz, como yo) Porque además, ¿qué haces? ¿te llevas libros gordos? pesan demasiado (y como viajes con según qué compañía aún te puede costar un ojo de la cara por sobrepeso) ¿ediciones ligeras de bolsillo de libros no demasiado gordos? necesitas seleccionar varios para no quedarte sin lectura a la primera de cambio... El e-book te soluciona el problema de un plumazo. Y sí, acabaré cayendo en el capricho, desde luego... pero todavía no. De momento donde más leo es en casa (con la honorable excepción de las versiones de prueba que me descargo en el móvil cuando dudo si debería comprar el libro o no) y para eso que no me quiten mis versiones en papel. De hecho, si un libro de los que he leído en el móvil (buena pantalla, se lee estupendamente y me viene bien para el metro por ejemplo) me gusta no me lo descargo allí, me lo compro en papel, por ahora al menos...





(en la foto mis preciadas ediciones del Señor de los Anillos (abierto) y El Hobbit, ilustradas por Alan Lee, vamos hombre, que no hay color con una pantallita electrónica)

Y leía yo hace poco un interesante artículo sobre niños y libros electrónicos que venía a confirmar lo que yo ya sospechaba. Por muy tecnológicas que sean estas criaturas nuestras, que manejan nuestros smartphones como si se hubieran criado con uno en el bolsillo del pañal, a la hora de leer o que les lean, prefieren sin dudarlo el libro tradicional. Y es que volvemos a lo mismo, un libro infantil se caracteriza en gran medida por sus ilustraciones y a los niños les gusta verlas, pasar páginas, acariciar portadas... 

Para mí que no se sueña igual en papel que en pantalla, ¿no creéis? 

2 comentarios:

M Luz dijo...

Comparto exactamente la misma opinión que tu. Que si que seguramente acabaremos leyendo desde un Ebook en un futuro no muy lejano, pero el placer de abrir el libro, comprobar quien ha diseñado la portada, las ediciones que tiene, el olor, las ilustraciones...por supuesto que lo principal de un libro es su contenido literario, pero lo que le rodea lo hace mágico.

mamisepa dijo...

Sin duda: ¡Libro de P-A-P-E-L! Aparte de lo que has dicho, a mí me hace "gracia" el libro que tiene una página sucia, el que tiene una errata en la página tal, incluso al que le falta un trozo de una página, ¡venga, a donde va a ir a competir el sosote e-book!! Y me pasa como a tí, supongo que tarde o temprano lo acabaré teniendo, aunque hoy por hoy no le veo la utilidad ni la necesidad.

saludos.

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