Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

martes, 9 de marzo de 2010

Juzgando libros por su portada

O personajes por su pinta, que al fin y al cabo es casi lo mismo. En esto, como en tantas otras cosas, da igual cuánto nos esforcemos los padres por no crear prejuicios en la mente de nuestros hijos. Al final todo se confabula contra ello. ¿A qué viene tanto rollo? pues a que el otro día, mientras desayunábamos, mis hijos miraban los dibujos de los nuevos botes de Nesquik y salía un extraterrestre así feúcho y enseñando los dientes y mi hija me preguntó si era malo. Le dije que no lo sabía, que sólo porque fuera feo no quería decir que fuera malo. Pero claro, se para una a pensar y, quitando Shrek y pocas más, los dibujos animados nos han enseñado desde siempre que el malo es feo (normalmente moreno y de rasgos angulosos) y el bueno guapo (rubio de preferencia)

Es más, estaba yo escribiendo el cuento para mi amiga y me di cuenta de que, consciente o insconcientemente, estaba describiendo al malo como un duende feúcho y sin embargo el hada madrina (mi hija) era preciosa. Así que sí, me reconozco culpable de haber caído en la misma trampa del esquema fácil. Y es cierto que los niños necesitan modelos simples, se lo digo siempre a maridín cuando se empeña en soltarles sus peroratas sobre que la gente no es buena ni mala, etc. Que es verdad, pero digo yo que antes de entrar en eso los peques tendrán que tener claro el concepto de bueno y malo, ¿no

Por otra parte, me parece genial que hagan pelis como la de Shrek, que rompe todos los moldes y pone al príncipe guapísimo como malo malísimo y al ogro espantoso como el bueno de la peli. Por no hablar de que Fiona, aparte de estar lejos de ser una muñequita delicada, al final se queda como ogra y no como hermosa princesita. No deja de presentar unos esquemas simples de bueno y malo pero rompiendo los prototipos habituales.




Pensé en cambiar mi cuento. Describir al malo como un atractivo duendecillo pero ¿sabéis qué? no me funcionaba bien. Quizás si lo hubiera planteado así desde el principio, pero una vez escrito ya no me cuadraba con la escena. De todas formas, me quedo con la idea para cuando Mariluz me dibuje a la bisabuela Maximina, que es la auténtica mala malísima de la historia. ¡Recuerda dibujarla guapísima! aunque, ahora que lo pienso... la madrastra de Blancanieves también se supone que era bella... bueno, que me enredo... me pilláis la idea, ¿no?

10 comentarios:

Esther dijo...

Sí, te pillo la idea. y es verdad que es muy difícil cambiar los roles, y es bueno inculcar la igualdad y no lo superficial a los niños... pero tambien hay que relajarse un poco no? nosotros hemos crecido con ideas equivocadas, mejor dicho estereotipadas y sin embargo de adultos somos capaces de diferenciarlas y ser mejores personas...así que si nosotros hemos "sobrevividos" ellos seguro que lo harán muuucho mejor.
No te preocupes y haz el cuento como te salga del corazón! eso es lo importante.

Besos

M Luz dijo...

heyy!!! que te olvidas que en la película de La Bella y la bestia, la bestia era un ser buenísimo y el malo de la peli era Gastón, un mozo guapísimo y cachas que era más creido y más malo que "arrancao" jajaja

Oye! pues nada! tendré que ir pensando como dibujar guapa a la abuela Maximina jajajaja igual cojo de modelo a la Duquesa de Alba juasssssssss

añil dijo...

Pues sí, la idea está clara y es tan cierta como que ayer nevó por mi tierra pero, puede que evitar los patrones sea el truco, tanto a favor como en contra, se puede ser guapo o feo , bueno o malo, ahí está lo divertido, la adivinanza.

Me encanta tu blog.

laura dijo...

vaya! no se q ha pasado q no se ha publicado,igual despues sale 3 veces seguidas...más o menos venía a decir q estaba d acuerdo con turuleta, todos nos hemos criado con los mismos cuentos en q en la inmensa mayoría d veces los buenos son guapos y los malos, feos, así d simple.Luego cuando uno crece y va perdiendo la inocencia ya sabemos q el aspecto físico poco o nada tiene q ver con el interior.Y además los d disney y demás megaempresas son muy listos...Es normal q la inmensa mayoría d nuestras"princesas" prefieran vestirse d guapas y buenas q d feas y malas, d ahí a q la prota del cuento suele ser buenísima y bellísima.A todos, desde la más tierna infancia nos gusta la belleza, y eso equivale a un huevo d pasta en merchandaising o como se llame. Tb es aplicable a los chicos, q disfrutan más vistiéndose d superheroes cachas y guapos q d sapitos verdes jaja,lo cual tiene su lógica no? a todos nos gusta fardar d guapos.Bsitos a todas

ODRY dijo...

Tesoro, es natural, yo solo veo fea a la gente que me hace daño, al resto lo veo perfecto, no me preguntes porque? pero es así.

Un besote

lola-ben dijo...

Creo que no hay que darle la más mínima importancia, eso es como un día bueno que se representa con sol y ¡quien no ha pasado maravillosos días de lluvia!.
Además ahora en las series tipo patito y así de adolescentes, la protagonista lleva aparato en los dientes y es la buena y la mala malísima es la megaguapa , ya sabeis que cantan ¡somos las divinas, pura gasolina......! algo asi ¿no?.
Creo que hoy en día damos demasiadas vueltas a las cosas, siempre han habido guapos y feos, gordos y flacos, el de las gafas, y los perfectos guapísimos y los del montón, y no ha pasado nada, hemos sobrevivido y el tiempo ha puesto en su sitio a todo el mundo.

Anónimo dijo...

yo pienso como ODRY, tendemos a ver guapo a quien nos cae bien y feo a quien nos cae mal. Está bien intentar enseñar a los niños a no juzgar a la gente por las apariencias pero si a nosotros nos cuesta no hacerlo, es difícil enseñárselo a la perfección.

saludos
misteriosa

Anónimo dijo...

Pues yo también piesso como Odri, no os ha pasado que alguien os ha parecido asi como feuch@ y luego al ir conociendolo se ve mas guap@?, al final todo depende de los ojos que nos miran.
Sobre los cuentos pienso que además del marketing tambíen es una especie de matáfora, los buenos se ven guapos y ser una mala persona te hace parecer feo.
Que si que hay que ser buena gente que como digo yo en broma cuando escucho comentarios del tipo "si si es muy feito pero es tam buena persona", pues claro, no te fastidia encima de feo mala persona, pues lo que le faltaba al pollo, que haberlos hailos.

Tita dijo...

Te entiendo perfectamente. Creo que quitándonos el vicio de describir físicamente a la gente en unos y otros ámbitos, se solucionaría estupendamente.

El malo, malo (o equivocado...) y el bueno, bueno ¿para que ligarlos a detalles físicos o de vestimenta?

Besos

Hayra dijo...

Pues yo creo que es importante reflexionar sobre este tema.
Todos los que sois padres os preocupáis de que vuestros niños no se vayan con desconocidos, verdad?
Pero luego, no os paráis a pensar que en los cuentos el malo es normalmente feo, es decir, fácilmente reconocible como alguien malo (ejemplo claro en Caperucita con el lobo). Pero casi ningún cuento enseña a los niños que alguien de apariencia amigable, alguien guapo, alguien joven y alegre también puede hacerles daño.
Y creo que eso es importante que lo sepan, ya que mientras juegan en el parque, una chica joven, de apariencia simpática y dulce podría convencerles sin dificultad de que la siguieran hasta su coche, por ejemplo..

En fin, que sigan leyendo los cuentos tradicionales, pero que nadie se olvide de enseñarles que no todos los feos y de mala apariencia son malos, ni todos los guapos de traje o sonrisa dulce en la cara son gente de fiar.

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