Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

sábado, 14 de marzo de 2020

#Yomequedoencasa



Bueno, pues parece que por cortesía del Coronavirus nos enfrentamos a algo que para un país mediterráneo como España, a priori se podría vivir como una tragedia. ¡Quedarnos en casa! ¡y con el tiempo que está haciendo tan rico! Pues sí hay que quedarse en casa, por responsabilidad con nosotros mismos y con nuestra gente, pero sobre todo, con aquellos que por diferentes razones son más sensibles al virus y desde luego con todo el personal sanitario que se está dejando la piel por atender a todos aquellos que caen enfermos, aparte de las urgencias y enfermedades habituales.

Todos hemos visto noticias de gente que se lo ha tomado como unas vacaciones y se ha ido unos días a la playa o ha mandado a los niños con los abuelos al pueblo. Seamos serios, si nos hacen confinarnos en casa es por el bien común, ¿en qué cabeza cabe coger a los niños, grandes portadores del virus por lo que parece, y llevárselos a un pueblo donde está la gente (en su mayoría de edad avanzada) tan tranquila porque allí no ha llegado la pandemia? ¿qué hacemos? ¿se la llevamos? ¿o colapsamos las urgencias de tranquilos pueblos costeros porque no hemos entendido el concepto "quedarse en casa"? ¿Tan difícil es de pillar o es que el ser humano es más estúpido aún de lo que ya venía demostrando históricamente?

No seamos irresponsables. De acuerdo que no hay que caer en el pánico pero tampoco quitarle importancia a lo que ya se ha demostrado que sí que la tiene. Lo reconozco, yo era de las que decía eso de "tanta historia por una simple gripe" Pues no sé, igual no es una simple gripe, o sí, pero se extiende más rápidamente, o yo qué sé, no soy médico. Pero por eso mismo, me abstendré de seguir opinando y, visto el progreso que lleva esto, me tomaré en serio las recomendaciones sanitarias y, además de extremar las medidas de higiene, me quedaré en casa lo que sea necesario.

Anda que no se me ocurren cosas que hacer. Pensadlo, ¿cuántas tareas tenéis por ahí en la lista de pendientes desde hace meses o años porque nunca encontráis el momento? Os cuento algunas de las mías:

1. desde luego pegarle una limpieza general y reordenamiento a la casa, que mal no le vendrá. Esta tarde ya le hemos pegado un buen viaje a la terraza. Seguiremos.

2. Darle un buen empujón a la tercera parte de la saga de mis pequeñas brujas. Ya os iré contando los avances, aquí o en mi página de facebook.

3. Hacer una buena limpieza de fotos acumuladas en soportes varios (móvil, google photos, CDs antiguos...) guardar en el disco duro externo las que de verdad quiera conservar y eliminar mucha furrufalla (esto de hacer fotos con el móvil es muy de uy, mira, tengo 15 fotos casi iguales...)

4. Probablemente incluso hacer una selección de fotos para sacar en papel y quizás enmarcar o guardar en otros soportes (le regalamos a mi hija una de estas tiras de pinzas con luz para colocar fotos en la pared, igual me hago con otra para mí) 

5. Leer, mucho

6. Ponerme al día con varias series en Netflix y otras plataformas

7. Terminar de volver loco al algoritmo de Spotify (escucho todo lo que mis hijos me recomiendan así que el pobre ya no sabe cómo tratar con la esquinozofrénica que le ha tocado en suerte)

8. Hacer limpieza de falsos amigos en facebook y fuera de él (ya ha habido un primer agraciado con el premio gordo de ser bloqueado en mi móvil y whatsapp)

9. Hacer probatinas en la cocina

10. Os diría que hacer manualidades pero en esta familia de chapuceros tenemos buena intención pero regulares resultados pero bueno, todo sea por entretenernos un rato

11. Rescatar esa colección de juegos de mesa del armario

12. Y sí, por supuesto escribir, escribir, y escribir...

Todo esto a falta de saber qué pasará con el trabajo, aún no sé si tendremos la opción de teletrabajar o qué ocurrirá. Los chicos sí tienen claro cómo se van a desarrollar las clases. Ya tengo a los dos en la ESO y a estas alturas manejan suficientes herramientas informáticas y virtuales como para esto no suponga un cambio drástico. Antes de irse a casa ya les explicaron que se conectarán al classroom en el horario habitual de cada asignatura, tendrán sus explicaciones, sus tareas, se conectaran todos virtualmente para corregirlas. Lo cierto es que hoy en día lo de no poder estar presencialmente en el lugar de trabajo (algunos) o estudio, francamente, es un mal menor. Es una buena ocasión de paso para que las empresas se enteren de que no, un teletrabajador no está todo el día tirado en el sofá viendo Netflix. Está trabajando, si se descuida más horas incluso que en la oficina porque lo de separar horarios se complica, y además está ahorrando un montón de dinero a la empresa en gastos fijos. Pero claro, en la mayoría de nuestras empresas la productividad todavía se mide en horas/culo pegado al asiento mirando al ordenador aunque no estés haciendo nada y si puede ser que salgas más tarde de tu hora mejor. Ya lo de que hayas sido más o menos productivo es secundario. En fin, tenía que soltarlo, es algo que me enerva muchísimo. Afortunadamente ya hay muchos directivos que lo han entendido hace tiempo y lo están aplicando con éxito. Poco a poco...

Contadme, ¿cómo lo lleváis? ¿os agobia quedaros en casa? ¿tenéis planes interesantes? No es lo mismo con niños pequeños que mayores, claro. Los míos están concienciadísimos y pegándoles la bronca a los abuelos que no terminan de pillar el concepto.

2 comentarios:

Susana dijo...

Pues hoy ando un poco como león enjaulado pero habrá que aguantarse. Un saludo

Lamamma dijo...

Bueno, paciencia, trata de establecer una rutina variada y no sé, la verdad es que esto es complicado y cada uno tiene que encontrar su modo de llevarlo mejor.

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