Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

sábado, 5 de enero de 2019

Queridos Reyes Magos

Voy un poco justa de tiempo, lo sé, pero confío en vuestra magia.

También sé que este año no he sido demasiado buena, sobre todo con quien ya sabéis. Pero creo haber hecho muchos progresos, en ese y en otros aspectos de mi crecimiento personal. Por eso, me atrevo a pediros ante todo que me permitáis seguir desarrollándome y cumpliendo objetivos. Otros años os he pedido fuerza de voluntad pero he aprendido que no es eso lo que necesito sino otras herramientas mucho más concretas que poco a poco voy adquiriendo. Si tenéis a bien facilitarme alguna otra estaría genial.

Aún así, bueno, por mucho que una ponga de su parte, no todo depende de uno mismo, ya lo sabéis también, así que si tuvierais el detalle de traerle algo de sentido común a ese par que también sabéis para que hagan por fin las cosas como deberían y dejen de hacer el tonto os estaría eternamente agradecida. 

En otro orden de cosas, bueno, ya sabéis que este año debería ver la luz de la mano de la editorial La Fragua del Trovador, mi libro "La Pirámide del Dragón" así que si me atreveré también a pediros que le deis un empujoncito para que su lanzamiento sea todo un éxito y se vendan muchos ejemplares y, claro, que guste mucho a sus lectores.

Hay otras cosas que quiero pero no sería buena idea escribir por aquí, las sabéis, ¿verdad?

En cualquier caso, con el tiempo también he ido aprendiendo la importancia de ser agradecida y valorar lo que sí tengo. Cierto que sigo siendo inconformista y rebelde pero eso no quita para que sea capaz de ver todo lo bueno que me rodea y agradecerlo. Es importante saber relativizar, ordenar y separar.

No me siento aún preparada para hacer balance del año. Mentalmente no lo cierro hasta que no pasa vuestro día, pero sí os puedo adelantar que 2018, sin ser un año malo, me ha dejado un regusto amargo. Considerando individualmente experiencias y situaciones he de reconocer que ha estado bien, pero la sensación de conjunto no es positiva.  Ha habido un nubarrón durante casi todo el año que lo ha ensombrecido todo, aunque justo es reconocer que hacia final de año conseguí despejarlo bastante. Veremos qué me trae 2019. Tengo depositadas grandes esperanzas en él. ¿Me echáis una manita para que sea un año brillante?


Seguidores