Ingredientes: (no os pongo cantidades, esto va todo a ojo)
- pechugas de pollo (cantidad según lo tragoncetes que sean los invitados)
- queso roquefort
- nata
- chalotas (o cualquier otra cebolla que os guste para cocinar)
- vino riesling (no os gastéis un dineral, obviamente, pero tampoco os vayáis al más barato, también la cocina agradece un vino decente, no estropeemos el plato por unos pocos euros, que es un vino blanco)
- pasta para decorar (yo usé nidos, pero cada cual a su gusto)
Preparación:
En un bol desmenuzar el queso roquefort y mezclarlo con la nata hasta formar una pasta espesa pero homogénea. Pasar a una manga con boquilla redonda y reservar.
Con un cuchillo bien afilado, hacer un pequeño corte en el extremo grueso de las pechugas, formando un bolsillo, sin llegar hasta el otro extremo. Con la manga pastelera, rellenar con la mezcla de queso roquefort.
Espolvorear las pechugas de pollo con harina y salpimentar. En una sartén profunda, calentar el aceite, agregar las pechugas y cocinar hasta que estén doradas por ambos lados. Añadir las chalotas y cocinar un par de minutos más. Verter el vino (con generosidad, que no se diga), reducir el calor y cocinar a fuego bajo unos 15 minutos, o hasta que la pechuga esté bien hecha.
Mientras tanto, hervir la pasta y reservar.
Yo lo acompañé todo con una salsa de champiñones espesita, casi como decoración. Puse en cada plato, la pechuga a un lado, un montoncito de pasta en otro y (haciendo un triángulo) un poco de salsa de champiñones. Aparte, saqué dos salseras, una con el resto de la salsa de champiñones, y otra con el juguito restante de cocer las pechugas en el riesling (que por cierto, descubrí que estaba buenísimo rociado por encima de la pasta, sin exagerar, solo mojarla un poquito)
Y esto debería haber ido acompañado de foto, pensaba hacerlas, de verdad, mi intención era ir fotografiando cada plato justo antes de sacarlo a la mesa, pero al final acaba una desbordada y se me despistó ese pequeño detalle... y alguno más... ays...
Bueno, pues continuaremos con el menú, ¿no?
12 comentarios:
Ay, sí, sí, por favor, continúa, que estoy babeando!!!
Mmmmmmmmmmuac!
Ah, sólo una precisión, ¿por qué haces esa mención al vino blanco como un vino barato? O he entendido yo mal... Cierto que suelen ser más baratos que los tintos pero también los hay más caros que algunos tintos.
Que bueno, menos mal que ya he terminado con la dieta, y puedo empezar a tomar tus ricas recetas.
Me parece un plato sencillo y fácil de cocinar así que el próximo finde voy a probar a hacerlo.
Un besito, Sara.
Pues no parece muy complicado. Supongo que comprarías pollo del bueno ¿no?
Lo que te falta es explicar cómo preparas la salsa de los champis.
Tiene muy buena pinta...Creo que la haré.
Eso sí...tendré que hacer otra salsa porque soy alérgica a los champiñones!!!
Miss Sybarite, me refería a que un buen vino blanco suele ser más barato que un buen vino tinto. Pero sí, el vino que me trajo mi hermano "para el puchero" efectivamente era más caro que muchos tintos.
Sara: ¡qué aproveche!
Espontánea: claro, el pollo de corral... la salsa de champis, facilita... le puse cebollita, los champis troceaditos, rehogar todo un poco, añadir buena chorraíta del mismo Riesling y dejar reducir. Como le había metido bien de vino ya no añadí más líquido, pero eso ya al gusto, podéis añadir un poco de agua, o mejor de caldo. Luego yo le metí batidora pero si os gusta más con trocitos, pues la dejáis tan cual.
Celia: bueno, la receta original iba con nata, creo, añadida a última hora al riesling en la misma cazuela, si no recuerdo más
YO tengo una duda: cuando dices que coges la pechuga y le haces un agujero y tal... ¿te refieres a la pechuga entera? ¿pones una pechuga entera para cada comensal? ¿no es mucho? Claro, que sino... dificilmente las vas a rellenar...
Elena-Z
Ya me parecía a mí que estaba pidiendo a gritos una chorrotadica de nata...
Elena: bueno, las cantidades en función de lo que traguen tus invitados. Yo las rellené enteras y las cociné enteras (bueno, contando con que de cada pollo sacas dos pechugas, no una sola doble, es que no sé cómo lo estás contando tú) Y luego, como me pareció mucho porque eran grandotas, las partí por la mitad.
Espontánea... uff, hija, pues te gritaría a tí... pero también es verdad que yo la nata para cocinar la uso poco (aunque hay otra receta con pechugas, nata y zumo de naranja facilísima y que sale de vicio)
jjajaja Mamma, mientras leía la receta me decía, riquísimas las pechugas pero esto a mi se me sube a la cabeza seguro... si es que me coloco con los bombones de licor, con eso te lo digo todo...
Tomo nota de la receta, una pena la foto, pero tienes razón esta una ese día para acordarse de las fotos antes de sacar el plato a la mesa, gracias si llegamos a sacar los platos.
Mil gracias por los ánimos que me envias.
Un beso y muchísima hambre a estas horas. ( y la comida sin hacer... )
Pizarr, mujer, que al cocer el vino pierde todo el alcohol, no? o casi todo al menos... tú tranquila que seguro que no te sube!
TE ENCONTRE! te había perdido la pista despues del blog de terra, pasé todo mi embarazo con tu blog y mi hijo nació el tres de mayo alucinante! ahora he estrenado blog, sin pensar apreté la tecla de publicar y oooooh! y ahora que hago? en fin guapa pasate si tienes tiempo.
Eva! ya te he visitado, me encanta tu blog!!! ´te seguiré
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