Esta vez dejaré a Sofía empezar con su relato, aunque ya os avanzo que a las dos nos han gustado mucho nuestras elecciones del mes.
Para agosto decidí leerme el libro que mi madre me compró cuando estaba de viaje de trabajo por Francia y que una amable dependienta le recomendó: A(ni)mal, escrito además por una autora (Cécile Alix) de la zona, y que trata la historia del viaje de Miran. Una historia que narra no sólo el viaje de Miran, si no desgraciadamente, de muchas otras personas en la actualidad. El libro comienza directamente en la acción, lo cual para ser mi primer libro en francés se me hizo un poco cuesta arriba, pero sí es cierto que, aún siendo consciente de que se me escapaban la mitad de las palabras, notaba en cada página lo bueno que era el libro y me daba rabia no ser capaz de entenderlo al completo.
Tras mi semana en Francia la lectura se me hizo notablemente
más fácil, aún había frases y palabras que no terminaba de entender, pero
seguir la trama se me hizo mucho más sencillo y pude acompañar a Miran en su
viaje mucho mejor. Como he dicho, fui consciente desde el principio de lo que
me encantaba el libro y lo bueno que era, pero no tenía ni idea de qué me
depararía al final del libro. Sin spoilers, pero un final precioso con el que
casi lloro. Estoy encantada de poder haber leído A(ni)mal y en cuanto
pueda me encantará releerlo para absorber al máximo todo lo que este libro
tiene que ofrecer. Se lo recomiendo a cualquiera que quiera salir de la burbuja
primermundista en la que vivimos y conocer un poco más qué es vivir la guerra,
la muerte y la emigración a una edad tan temprana como los 15 años.
Y por mi parte, como suelo aprovechar mis viajes de trabajo
para coger algún libro que me llame la atención, tenía varias opciones en
francés con las que ponerme. Escogí La vie est un roman, de Guillaume
Musso, intrigada por su sinopsis y su protagonista, una misteriosa novelista.
Buena elección, la verdad, sobre todo siendo yo también escritora. Me encantó
el juego constante de la novela entre los mundos real y literario. Partimos de
un inicio francamente inquietante. La protagonista, una famosa pero misteriosa
escritora, está jugando al escondite con su hija pequeña pero cuando termina de
contar y empieza a buscarla, la niña no aparece por ninguna parte. ¿Cómo puede
haber desaparecido una criatura en un apartamento que se ha mantenido
totalmente cerrado durante el juego? Nadie ha entrado y nadie ha salido, las
grabaciones de seguridad lo confirman. A partir de aquí, a lo largo de tres
partes, el libro nos lleva de sorpresa en sorpresa (alguna me pareció algo
traída por los pelos, debo decir, pero da igual, estaba ya tan atrapada en la
historia que me hubiera tragado cualquier cosa) hasta un más que digno final,
que tenía yo mis dudas visto el devenir de la historia. De esto que dices, con
el fregaó en que el que te has metido, a ver cómo sales ahora de aquí
dignamente… pero sí, al final todo tiene sentido.
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