Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

lunes, 5 de enero de 2009

Carta a los Reyes Magos

Ay, sí, sí, ya sé que os escribo ya un poco tarde, me he dado cuenta en la cabalgata, cuando vuestros carteros reales recogían las cartas de los niños... ¡ay, madre! ¡y yo sin haber escrito mi carta de todos los años!, he pensado, pero bueno, más vale tarde que nunca, ¿no? y como mis niños todavía están despiertos, que oigo protestar a Guille, está claro que todavía no podéis pasar por mi casa así que os mando esta misiva por la vía rápida (la de internet, claro) y a ver si llegamos a tiempo. 


Veamos, este año seré breve. Mi principal deseo esta vez es marcadamente egoísta. Me gustaría que le trajerais a Guille mucho, mucho, mucho sueño para que de una vez por todas duerma todas las noches de un tirón, que ya estoy yo vieja para seguir despertándome a horas intempestivas por los berridos de la criatura...

También os pido una chispita de magia para esos dos que vosotros y yo sabemos. A veces las cosas más simples se complican demasiado y no encontramos la salida, o encontramos demasiados tropiezos por el camino. Pero vosotros sois magos, seguro que tenéis unos polvitos mágicos que les hagan sortear todos esos tropiezos y volver a estar juntos como deberían, ¿verdad que sí?

Y para mí y mi familia... bueno, vosotros sabéis que este año que viene se presenta... digamos peculiar. Puesto que nos vais a traer cambios de todo tipo, os pediría por favor, si no es mucha molestia, que sean para bien. Aunque sé que lo serán, todo es cuestión de perspectiva, ¿verdad? y mi perspectiva de estas cosas siempre es positiva. Pero vaya, que si me echáis una manita mágica...

Nada más, sus majestades, ya les he molestado demasiado a tan tardías horas. Ay, no, sólo una cosita más... ¿me podríais traer una pizquita de voluntad para ser capaz de cumplir mis buenos propósitos del año? a cambio os prometo dejar atrás mis malévolas ideas sobre... bueno, vosotros ya sabéis de quién hablo también, ¿verdad? prometo olvidar toda idea de cruel venganza si me traéis al menos alguna de las cosas que os he solicitado. ¿Se pueden hacer tratos con sus majestades? 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta noche, tan difícil para mí, me has hecho creer de nuevo que los Reyes existen. Tanto decir que son los padres... si son Lamamma...

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