Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

lunes, 13 de octubre de 2008

De los Pilares a los rebollones, o al revés.


Vaya puentecillo bueno acabamos de pasar. Huyendo como alma que lleva el diablo del agobio de las fiestas del Pilar, acabamos, pese a las funestas previsiones del tiempo, refugiándonos en ese pueblecito de Teruel del que ya os he hablado alguna vez: Bezas.


El viernes por la mañana fue de auténtico estrés. Mi marido trabajaba hasta las tres y yo tenía fiesta, así que aproveché la mañana para hacer cosas (más de las que nunca hubiera pensado que sería capaz de hacer con niños y todo) y a las tres menos diez estábamos un coche con el maletero lleno como si nos fuéramos para un mes, dos niños medio dormidos y una mamá, reponiéndose todavía del acelerón de la mañana, esperando con el bocata a un papá recién salido del trabajo. 

Viaje fantástico: autovía hasta Teruel, niños y papá dormidos como angelitos y mamá disfrutando de casi dos horas de relax y reflexiones personales al volante (me encanta conducir, sóla a ser posible, pero si mis acompañantes van dormidos la sensación es casi igual de buena) 

Algun@s ya sabréis que cuando viajo me preocupan relativamente poco las previsiones del tiempo. Mi marido se las arregla siempre para que haga bueno allá donde va. En este caso, tanto como bueno hubiera sido demasiado pedir, pero la lluvia tuvo el buen detalle de aparecer por la noche y a la hora de la siesta, exceptuando un pequeño chaparroncillo el domingo por la mañana, nada, cuatro gotas. 

¡Qué gozada de fin de semana! hasta los críos han estado más relajados que nunca. Han jugado con sus primos y otros niños del pueblo, nos lo hemos pasado pipa cogiendo rebollones, 
sobre todo Guille, que está hecho una auténtica cabra montesa. Sofía no, ella es más de ir a coger setas al Corte Inglés (herencia materna) pero curiosamente a mí me encanta, y mira que soy urbanita... pero andar por el monte, respirar aire
 puro entre pinares... Al día siguiente nos dedicamos a las moras. No las pesé pero lo menos cogimos dos kilos, qué barbaridad, las que había. ¡Y qué lujo de mermelada acabo de hacer! (y qué manera de autoboicotearme la dieta, porque precisamente light no es... eso sí, todo productos naturales... y total, por "un poco de azúcar", ¿no?) ya os contaré, que de momento sólo la he probado en caliente. Mañana le pondré "un poquito" a la tostada del desayuno... ays... quién tuviera el metabolismo de mi marido... da igual lo que coma... no engorda ni queriendo...

Peeeerooo, hasta los más largos puentes (hoy ha sido fiesta en Zaragoza) llegan a su fin y además hoy teníamos comida en casa de mi madre (Pilar, claro) así que esta mañana nos hemos vuelto para aquí, hemos comido con ellos (y con mi hermano, recién llegado de un viaje turístico por Rumanía) y por la tarde aún hemos aprovechado para llevar a los chicos a ver el manto de flores de la virgen y escuchar alguna jotica, que parezca al menos que hemos estado de Pilares...

Y mañana... vuelta a la rutina... 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

qué bien tener un lugar donde escapar.
Yo espero tenerlo pronto. Ya está todo en marcha para empezar las reformas de nuestra casita en el Moncayo. A ver si con suerte, para el Pilar del año que viene podemos hacer nuestra escapadita.
Lucitris

Anónimo dijo...

A mí ya sabes que no me gusta el campo, Mamma, sólo te envidio la compañía de tu hombre. Pero me alegro de que te lo hayas pasado bien. Muy bueno eso de que Sofía es más de ir a coger setas a El Corte Inglés, ¡jajaja! Mis hijos sí son seteros, los llevan los abuelos y están convertidos en auténticos sabuesos. Siempre lamentan que a su madre no le guste el plan pero qué le vamos a hacer... ¡yo sí soy urbanita 100%!

Anónimo dijo...

Hola a todas:
Pues yo voy a poneros los dientes largos, pq me escapé 4 días a Roma sola con mi chico, sin peque, que se quedó con la yaya. No es que no le quisiéramos llevar, pero para ver todo lo que queríamos ver en tan pocos días, iba a ser una paliza para él, y para nosotros....
En fin, que solitos han sido unos días de escapada buenos y ahora vuelta al cole de nuevo...pufff, vaya fatiga me da. Pero lo peor es como me he encontrado al peque...super mimosos, con mamitis pq me habia ido y sin querer separarse de mi ni un momento, y claro, a la hora de ir a la guardería, a llorar...y es que lleva llorando los tres últimos días, con lo contento que iba al principio. La directora dice que le pasa a casi todos los niños, que cuando son conscientes de donde van, pasan unos días malos, y encima Guille, con casi 3 años, pues más consciente todavía. Me da una pena terrible, y con ganas me quedo de no llevarle y que se quede con su abuelita tan ricamente, pero debo ser fuerte, no????
Pues lo dicho, después del descanso romano, a llorar con el peque un poquito.
Besos a todas.

Anónimo dijo...

Pues a mí me encatan las fiestas locales nunca aprovecharía esos días para irme de vacaciones, me gusta andar todo el día por la calle viendo espectáculos infantiles, pasear por las ferias, salir a cenar con los amigos, recibir a la familia, disfruto con las calles engalandas, el bullicio de la gente (yo vivo en una ciudad de 12000 hab. y todavía se puede ir andando a todos los sitios) encontrar conocidos que hace tiempo que no veo y charlar un rato, también es una buena forma de romper la rutina.
Besos Pili

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