Recientemente se comentaba en Más mañanas algo sobre mujeres, edad, maternidad y trabajo. He hablado mil veces de ello en este blog y en los anteriores. Tod@s conocéis ya de sobra mi opinión al respecto. Y sin embargo... sin embargo a veces dudo. Vamos a ver, tengo claro que no sacrificaría mi carrera laboral por quedarme en casa (ni me apetece ni valgo para ello), por supuesto tampoco estoy dispuesta a pagar cualquier precio por mi desarrollo profesional. En todo hay un equilibrio, también en la famosa y utópica "conciliación" Y digo utópica porque de conciliar nada. Lo que está claro es que todo no se puede tener. Yo ahora mismo tengo un horario medio decente, del que no me puedo quejar. Y aún así hay momentos en que veo claramente que mis hijos necesitan pasar más tiempo conmigo. Y hay momentos, como el otro día en la reunión del cole de Sofía, en los que me da auténtica rabia que pidan colaboración de los padres para ciertos proyectos y yo no me pueda ofrecer porque mi horario laboral no me lo permite. Afortunadamente hubo muchas voluntarias, y algún voluntario. Bienaventurados ellos. Yo me mordí las uñas, los dedos y los muñones pero lo que no puede ser, no puede ser. Intentaré participar en la vida escolar de otra manera, qué se le va a hacer.
Y sin embargo, para mí sigue siendo importante equilibrar mi vida laboral con la familiar, lo que por supuesto implica no renunciar demasiado a ninguna de ellas. ¿Será cierto que es más importante la calidad que la cantidad del tiempo dedicado a los hijos? a veces tengo mis dudas; cuando a las 15:30 dejo a Sofía, recién llegada del autobús del cole en casa de sus yayos (a los que adora, desde luego) para volver a mi trabajo y ella me hace pucheros, o directamente me llora porque quiere quedarse conmigo; cuando Guille se me agarra a la pierna porque al pobre no me he podido hacerle apenas caso. Pues me temo que no, que ésa es una bonita excusa a la que agarrarse pero no es cuestión sólo de calidad. Los niños también necesitan cantidad, al menos en ciertas etapas (tanto de su padre como de su madre)
¿Y el trabajo? ahí sí que es más importante la calidad que la cantidad, ¿no? ¡pues tampoco! debería ser así, pero en la mayoría de los trabajos no lo es, y en otros simplemente no se puede. Yo me debo a mis clientes, así que tengo que estar disponible para ellos en el horario marcado, y en ciertos casos también fuera de él. Es así, pero es el trabajo que he escogido y además me gusta. Y el desarrollo que quisiera darle implica una disponibilidad aún mayor. Así que tengo que elegir: o dedico más tiempo a mi familia o dedico más tiempo a mi trabajo. Y a mí no me cuesta tomar decisiones, nunca me ha costado. Y mi decisión está tomada. Hasta cierto límite, por supuesto, pero creo que ahora es mi momento de crecimiento laboral, con familia y todo. Pero tampoco estoy dispuesta a pagar cualquier precio por ello. Mis hijos y mi marido son fundamentales en mi vida, no voy a sacrificarlos por ningún trabajo por maravilloso que sea, pero sí que tendré que recolocar algunas cosas y buscar de nuevo mi equilibrio, ése que sabéis que no he terminado de encontrar nunca después de ser madre.
Decisiones... dudas...
Pero me estoy liando y todavía quería contaros mi última incongruencia. Tiene que ver de nuevo con la última reunión del cole de mi niña. Sabéis que al final optamos por un colegio concertado... religioso... bien, vale, lo sé, lo decidí libremente, sabiendo lo que hacía y pese a muchas dudas iniciales. Y escogí ése y no otro porque sé de su flexibilidad y apertura de mente y que ante todo priman la libertad de decisión del individuo y blablabla (y qué leches, porque para mi gusto, que por supuesto es muy personal, es de los mejores colegios de Zaragoza, si no el mejor y eso pesa mucho más que la elección religiosa) Peeeeeeeroooooo, os lo confieso, el otro día, mientras un entusiasmado marianista nos hablaba apasionadamente de la pastoral en el colegio se me estaban poniendo los nervios de punta. Que si rincón de oración, que si descubrir a Jesús, que si rezar en familia... que sí, que ya... que he escogido un cole religioso... lo sé, lo sé, y lo hice con pleno conocimiento de causa (y además no me arrepiento de ello) pero, duda o incongruencia, el apasionado marianista me dejó así como inquieta...
Y os dejo, que me reclama mi vida familiar...
Es menos malo agitarse en la duda que descansar en el error
Alessandro Manzoni (1785-1873)
16 comentarios:
Por partes.
1) La calidad es imprescindible pero, en efecto, también la cantidad juega su papel. Glenn Doman, al que le debemos, por ejemplo, los bits de inteligencia, defiende esa idea. Esto es aplicable principalmente a los primeros años de vida.
2) Yo reduje mi jornada, primero, y dejé mi trabajo, después, por cuidar a mis hijos como creía que debía hacer. Lo estoy pagando pero no me arrepiento.
3) La enseñanza religiosa no le va a enseñar nada negativo a tus hijos. Servirá para inculcarles valores universales y positivos, que tú podrás matizar desde casa y que, en todo caso, ellos ajustarán con el tiempo y la experiencia. Es más sencillo llegar al equilibrio desde el control, si quieres excesivo, que desde el desbocamiento.
Besines.
yo la verdad es q no sufro esa falta d conciliación familiar y laboral,al menos ahora q ya tiene horario escolar no,el colegio al q acude está a 4 km d mi ciudad, así q se queda a comer allí, y ese ratito al mediodia la verdad es q primero pensaba q lo llevaría muy mal, pero ahora lo agradezco pq si no ya veo q m hubiera tocado ir d culo(a ella y a mi), la hubieran tenido q ir a buscar mis padres,llegaría a casa con ella con la comida a medias, luego vuélvela a subir, yo m veia comiendo d pie todos los días, y tampoco t esmeras tanto en hacer la comida si no está ella, a veces con un sobre y carne a la plancha nos apañamos, y esos 15 min, en el sofá m saben a gloria.No tengo dudas en q tanto la elección del colegio y el hecho d q se quede a comer ha sido un acierto , además allí le da tiempo d hacer siesta, si no se quedara en el cole no podría tener tiempo ni d eso.Eso si, a partir d las 5(menos 2 días a la semana por las tardes q trabajo y salgo a las 6.30), es toda mía.No tengo previsto llenarla d actividades extraescolares(alucino con algunos padres , q con 3 años ya los apuntan a todo lo posible,bueno si no tienes con quienes dejarlos m parece lógico pero en estos casos q os digo la madre está disponible 100%), creo q son unos años preciosos como para perderlos "colocándolos" aquí o allí cuando puedes estar con ellos,bueno esa es mi forma d verlo, d aquí 4 días tendremos q correr tras ellos para q pasen su tiempo con nosotros, así q he decidido q a no ser q sea algo q a ella le haga muchísima ilusión prefiero no apuntarla a nada y disfrutar d ella.Quizás si lo llevé peor cuando era un bebé,dejarla aunque fuera con mi madre con 1 mes y medio fue horrible, pero en seguida lo llevé bien,m agobiaba mucho el no tener apenas vida social,eso a alguien le puede sonar raro, pero en mi caso m gusta mi trabajo y disfruto con él, así q se m pasó rápido.El otro día una madre en el parque m dijo "yo he dejado d trabajar pq los hijos deben criarse con sus madres", opinión totalmente respetable pero q no comparto en absoluto, ¿debo entender entonces q yo he "fallado a mi hija"?,desde luego nunca he tenido esa sensación y otra cosa q m llamó la atención es q esta madre m dijo q el vínculo q se crea cuando los crias tú no es el mismo q cuando no lo haces,cosa totalmente incierta,mi madre ha trabajado toda la vida y no m hubiera sentido más cerca d lo q estoy d ella si se hubiera quedado conmigo en casa, d entrada pq yo recuerdos d mis 3 primeros años tengo pocos por no decir casi ninguno(q triste es eso verdad?)pensar q todo lo q he pasado con mi hija no lo va a recordar pq es ahora cuando empiezan a construir sus recuerdos.Por otra parte estoy 100% con lo q apunta miss sybarite, sobretodo en el punto 3,yo se q lo primero q hace mi hija cuando llega al cole es rezar, y para d contar,el sentido religioso del colegio al q va mi hija se limita a eso y poco más y a mi m parece muy bien, tb se les enseña el valor d la familia, d jesusito(q aun no tiene muy claro quien es) "ah! si ese nene del belén" d lo cual m siento orgullosa, tb quiero explicarle este año (y lo harán tb en el cole)q es la navidad y pq se celebra, no quiero q sólo tenga la idea q 3 tios q no sabe ni quienes son vienen a tu casa y t llenan d regalos, quiero q entienda q se celebra algo más y de hecho el año pasado cuando pasaba frente al belén le daba un besito al niño jesús, luego ella hará lo q crea conveniente, y si no es creyente pues no lo será y ya está, pero enseñarle ciertas cosas(d las q todos disfrutamos en nuestra sociedad pq para celebrar la navidad se apunta al carro hasta el más ateo, lo cual m parece perfecto pero incongruente)creo q no es bueno q sólo se lleven el sentido material d las celebraciones,y yo no tengo ninguna duda d q la educación d mi hija quería q fuera en un colegio concertado y católico, mi educación fue esa y nadie m ha dicho luego q es lo q tengo o no tengo q hacer, pero agradezco mucho la enseñanza q recibí,prefiero mil veces este tipo d enseñanza q llevar a mi hija a un colegio donde la religión católica ni se la nombra pq les parece obsoleta o d carcas y no es "progre", pero eso sí, despues todos celebran la navidad y la semana sta. ,!!eso si m parece una incongruencia!!. Saludos a todas.
Sobre lo de cantidad y calidad del tiempo que pasamos con los niños, pues contesto algo que leí, creo que era de Carlos González, y es que a ver qué dirá nuestro jefe si le decimos "Voy a venir cada día sólo 2 horas, pero eso sí, de muuuuuuucha calidad" ¿No le irá bien, verdad? Con los niños es igual, creo que necesitan calidad Y cantidad. Pongo la Y en mayúscula pq hoy en dia parece que hay que elegir, si estamos pocas horas decimos, bueno pero son de calidad, y si una mujer está muchas horas ya damos por sentado que malcría. Y la verdad es que hay de todo. Por eso creo que necesitan una cierta cantidad de tiempo (no sé cuanta, seguramente ni es la misma para todo el mundo, pero digo yo que algo más que el besito de buenas noches...), pero ese tiempo que sea además de calidad, de dedicárselo a ellos de verdad, si hay que salir al parque, se sale, y si por eso las camas quedan sin hacer, que queden (otra opción es que el niño nos ayude, pero no aparcarlo en la tele mientras nosotros hacemos camas, me refiero).
Totalmente de acuerdo con laura, que son muy pequeños para hicharlos con actividades extraescolares, aunque la mía no empieza hasta el año que viene, conozco a muchos niños que han empezado este año y algunos ya los apuntan a cosas sin necesidad. Levanto la mano del "mea culpa" pq yo he apuntado a Lucía a natación, pero ha sido por varios motivos:
- Que me parece bien que se acostumbren a hacer un deporte 2 tardes a la semana (es media horita, no os creais que es toda la tarde)
- Ella es muy energética y activa, así que tenía claro apuntarla a algo de moverse, no de estar sentado.
- Viviendo en una islita, me parece primordial que aprendan a nadar, casi tanto como a andar.
- Y ahora que viene el otoño y el invierno, y habrá días de lluvia, con la excusa, ya salimos de casa, que a ella le hace mucha falta, sino en casa se agobia.
Así que aunque, es cierto, he pecado de apuntarla a algo, casi lo considero el complemento natural y necesario. De todas formas, en verano no irá pq va por trimestres, y ya he decidido que encima que tendrá que ir a escuela de verano, no quiero atosigarla con horarios tb por la tarde.
misteriosa
Anónimo,
·Carlos González siempre es una buena referencia.
·Sobre las actividades extraescolares, es cosa de cada niño. Para ellos es un placer hacer cosas que a los adultos nos parecen un esfuerzo, disfrutan aprendiendo y jugando, y esas actividades para ellos son un juego y debemos animarles a ser activos y, además, a probar distintas opciones para que vayan definiendo sus gustos.
Otra cosa es que se las impongamos para "librarnos" de ellos.
Hay que adaptarse a cada niño, saber entender su "resistencia" y sus apetencias. Tengo una hija de 8 años que desde los 3 (y cumple en diciembre, así que es la más pequeña de la clase) hace tres o cuatro actividades extraescolares, aprovechando la tarde, el mediodía y hasta los fines de semana. Le encanta, se apunta a un bombardeo. Desde 1º de Infantil hemos hecho natación, ballet, música, canto coral, gimnasia artística, gimnasia rítmica, teatro, inglés... Algunas las mantiene, otras han ido pasando y esta tarde nos vamos a la reunión para empezar con el tenis. Todo es poco para ella, siempre quiere hacer más, no se cansa, en verano empalma el campamento con la tournée con tías, abuelos, tíos abuelos y todo lo que pille.
Mi hijo, 5 años, sólo quiere jugar. Hemos ido probando una cosita cada curso, predeporte el primer año, kárate el pasado, y este año vamos también por el tenis y la natación (a ver si por fin tenemos grupo de inglés donde queremos). Lo coge con muchas ganas pero es inconstante y se cansa. Terminar el curso es innegociable, lo que se empieza se acaba, pero no le hago asumir más actividades porque no le interesa. No creo que sea bueno dejarle y ya, aprender a hacer cosas es bueno, pero en la medida que él puede tolerar.
Vaya rollo que os he metido...
La idea de que vayan probando distintas posibilidades para detectar lo que prefieren y en lo que, por tanto, pueden destacar (y con ello sentirse realizados) la plantea muy bien Francisco Kovacs en su libro Hijos mejores.
Besos a tutiplén.
yo siempre me he preguntado ¿que "cojones" es el tiempo de calidad? ¿no será un invento moderno para que los pobres padres de ahora nos conformemos con ver a nuestros hijos durante un ratito? durante el tiempo que paso con mis hijos ¿cual es el de calidad? si estamos juntos sin hacer nada, simplemente haciendonos compañía, ¿estamos perdiendo el tiempo? ¿deberiamos estar haciendo puzles educativos, poniendo en práctica los consejos de supernani o qué?
En el cole de mis hijos, los padres preparan actividades para ellos, taller de cuentacuentos, teatro,... etc. yo tampoco puedo participar en ellos y la verdad es que me muero de envidia, pero aun tengo suerte por que mi jefe me permite acudir a las fiestas escolares. besos a todas de Pili
Laura, creo que llevas el tiempo suficiente leyéndome para haber visto mi post del año pasado sobre las navidades pero por si me equivoco, o para quienes no lo hayan visto, os refresco la memoria sobre el tema, que yo soy atea pero no por nada mantengo una excelente relación con una familia política muy, muy católica (incluído mi marido), incluso a pesar de tener a mis hijos sin bautizar.
Bueno, pues nada, que terra no me entra y no puedo buscar el link del post en cuestión pero bueno, ya sabéis mamaabordo.blogs.terra.es y andará por diciembre, claro...
No había comentado el último párrafo, mi hija mayor ha hecho la comunión este año tras dos años de catequesis y aunque al principio me parecia totalmente innecesario ahora estoy contenta, como dice miss sybarite solo le han inculcado valores universales y positivos aprender a rezar, a dar gracias no les hace daño, al contrario les ayuda a ordenar sus ideas y a meditar sobre lo que tienen, nosotros no somos muy religiosos y mi cultura sobre este tema tiene un nivel muy infantil justo el que ella tiene ahora, a veces cuando hace preguntas sobre Dios me resulta muy dificil explicarle las cosas por que yo misma me doy cuenta que mis respuestas no tienen mucha lógica, me siento como si le hablara de extraterrestres pero de todas formas sigo pensando que para ella ha sido bueno, fue una celebración de su paso de niña a casi adulta, en todas las culturas se hace de una forma u otra. Pili
Pili, si tienes ocasión de encontrarlo, aunque no te será fácil, hay un libro que puede ayudarte a dar respuestas, aunque, claro, siempre que tú interiorices la espiritualidad de una manera más avanzada que esa que nos enseñaron de pequeñas.
Yo lo compré hace años en una herboristería. Se llama "El despertar espiritual del niño", de Peggy J. Jenkins, editado por Robin Book. "Ideas creativas para que el niño descubra su vida interior y desarrolle su autoestima". Son pequeños ejercicios para dar respuestas.
Me voy a extender un poco para copiar uno pequeñito:
·El espíritu está presente en todas partes.
Materiales: un cuenco de cristal o de plástico transparente lleno de agua y un frasquito de cristal transparente sin tapa.
Ejercicio: La ilustración que aparece más arriba (un cuenco con un vasito metido en el centro) representa el cuerpo completamento sumergido en el espíritu. Pero a los niños puede costarles mucho comprender quién o qué es el espíritu. Un día oyen que el espíritu está dentro de nosotros: "Adéntrese en su interior y escuche al espíritu que hay dentro de tu corazón". Al día siguiente oyen que el espíritu está en todas partes y en todas las cosas, incluso en la cucaracha.
Esta simple analogía visual puede hacer que un tema muy complicado resulte muy sencillo. El agua simboliza el espíritu puro y se encuentra tanto dentro como fuera del cuerpo, que está representado por el frasquito de cristal. Si los niños han visto el mar, compare el cuenco de agua con el mar y la botellita con sus cuerpos, o dígales que todos nosotros somos com gotas de agua en el inmenso océano del espíritu.
Si lo desea, aluda a la analogía de la barra de pan, que mostraba que todos nosotros somos fragmentos de un todo y tenemos las mismas cualidades divinas (esto hace referencia a otro capítulo).
Afirmación (la teoría del libro se basa en inculcar y resumir las ideas en afirmaciones): No existe ningún lugar donde Dios no esté presente.
gracias miss sybarite lo buscaré.
Pili
En los tiempos que corren parece que la única buena oportunidad es alguna oferta de jubilación anticipada, pero, no, lamama tiene una promoción laboral, qué tía. Pues me parece muy bien, pero no me extraña que te corroan las dudas. No voy a añadir más al pitorreo general sobre el “tiempo de calidad” con los niños. Tengo una amiga que, hasta hace muy poco, tenía un puesto importante en una empresa importante, lo ha dejado para pasar más tiempo con su hijo rebelde de trece años. Pobre chaval, lo que le faltaba ahora es tener a su madre detrás a todas horas. Quiero decir que hay una edad en la que los niños necesitan atención, bien sea de su madre o de sus abuelos, luego volarán y tendremos que confiar en que lo hemos hecho bien. Alguna vez hemos hablado de ello.
No sé si estoy muy convencida de todo esto o es una forma de justificar mi propio suicidio laboral, la media jornada no es otra cosa. Confío en que llegue el día en que mis niñas me necesiten mucho menos y yo pueda volver a lanzarme de cabeza a mi trabajo. En cualquier caso, ellas son lo mejor que he conseguido jamás. Y sobre eso no tengo ninguna duda.
Por otro lado, yo he vivido algo muy parecido a lo tuyo con la religión del cole. Elegimos el que nos pareció el mejor colegio, sólo una pequeña pega: el modelo D, quiere decir que toda la enseñanza será en euskera. Un mal menor, pensé, a fin de cuentas, si mi hija es vascoparlante es preferible que tenga un euskera culto, no la cosa esa que habla el analfabeto se su padre. Y sin embargo, cuando algunas situaciones me hacen ser consciente de que en el colegio el castellano no existe, me da rabia. Sobretodo, la pasión con que se aplican en ello. Me da miedo que trasmitan a mi niña que tiene el deber de extender el euskera por el mundo. Hay muchos tipos de apostolado.
delicado tema el del euskera, sí... convertir lo que es una riqueza cultural en... no sé en qué demonios lo quieren convertir...
pili, totalmente d acuerdo con eso q dices sobre "la calidad" del tiempo q pasamos con nuestros hijos, para mi pasear d su mano o estar en casa sin hacer nada del otro mundo con ella ya es tiempo d calidad tanto para mi como para ella, no se necesitan muchas cosas más q la mutua compañía,supongo q t referías e eso.Lamamma, si ya recuerdo el tema y no m refería a ti en concreto , tú los llevas a un colegio católico sin ser creyente y eso m parece muy bien,m refiero más bien a las personas q no quieren saber nada d religión católica(no digo q no sean creyentes, si no q se meten continuamente con una religión q ni les va ni les viene y q no la quieren ni para ellos ni para sus hijos, lo cual m parece muy respetable) pq les parece "d carcas" y una antigualla, pero como t has referido a lo d las incongruencias, a mi el celebrar luego según el cuando se está totalmente en contra d una religión si m parece una total incongruencia, más q nada pq estas personas sólo saben transmitir a sus hijos el caracter consumista d las fiestas sin aportarles nada más a sus hijos y no creo q eso les beneficie.No creo q tenga nada q ver con el ser creyente, puedes no serlo y explicar a un hijo q es la navidad y q celebramos,al fin y al cabo forma parte d nuestras costumbres y tradiciones, luego ellos ya decidiran si creer en algo así o no.Un saludo a todas.
No era mi intención abrir un nuevo frente de conversación, sólo plantear otra reflexión más sobre lo incongruente que puede ser la diferencia de principios entre el colegio y la familia. De todas formas, elegir colegio no es como elegir supermercado, y no siempre existe ese que encaja con lo que buscamos. Y si existe, no hay plazas. En fin, a nuestros hijos tenemos que prepararles para la vida, tal y como es: incongruente, y desequilibrada.
tienes mucha razón espontanes,es realmente incongruente q haya principios tan diferentes a veces entre el colegio donde pasan nuestros hijos la mayor parte del día y nuestro propio hogar. Lo lógico es buscar un colegio laico si yo no "comulgo " con las ideas del catolicismo, al igual q yo tenía claro q mi hija iría a un colegio "d monjas",tan criticado a veces hoy en día,el otro día tuve q oirme "¿la llevas a un colegio d monjas..pobrecita jiji?" como si fueran a hacerle un lavado d cerebro o algo así...en fin ,creo q deben primar muuuchas cosas aparte d instalaciones y educación a la hora d elegir un colegio para nuestro hijo y los "principios" q se imparten en el centro q elegimos deberían estar acordes con los q tenemos en nuestra casa,cosa a veces dificil tal y como está el tema d elegir colegio hoy en día, el padre d mi hija es ateo pero nunca ha puesto ningun pero para q fuese bautizada y siempre ha respetado mis creencias, es más, fue él quien propuso matricularla en el colegio donde asiste,eso sí jamás pone en entredicho o en duda lo q le enseñan a nuestra hija, el q uno no sea creyente no significa q no quiera una determinada educación despues para sus hijos.saludos.
Laura, pues a vosotros os pasa como a nosotros pero al revés. No podréis encontrar nunca un colegio acorde con lo que creéis en casa porque no creéis lo mismo. Independientemente de que tu marido no haya puesto pegas al bautizo o a que vaya a cole de monjas.
no estoy d acuerdo lamamma,aunque no m refería al caso tuyo y d tu marido en particular.El colegio q hemos elegido es acorde con los principios q tenemos en casa.El padre d mi hija no es q no pusiera pegas para bautizarla o para ir a un colegio d monjas, es q era el primero q quería hacerlo,cuando digo q es ateo no es q no le guste la iglesia ni le de grima según q cosas le digan o le expliquen a la niña como has comentado en el post q t sucede a ti, es q no es creyente, aunque le hubiera gustado poder decir lo contrario y la fe o la tienes o no la tienes, es así d simple.Pero tenía claro q es lo q quieren q le inculquen a su hija y q no quería un cole laico para ella.No es q no le importe q recen por las mañanas, es q quiere q lo haga, después ella ya decidirá si cree o no cree,pero tiene muy claro q quería una educación católica para su hija.Saludos.
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