miércoles, 29 de marzo de 2017

Aprovechando restos en la cocina

¿Os acordáis de lo hablábamos no hace mucho de no tirar comida? Ayer mismo me encontré en la balda superior de mi frigorífico (donde yo no veo porque soy bajita) un plato con unos restos de pescado al horno y un poco de arroz con verduras que alguno de mis hijos se había dejado. Mi marido tiene la mala costumbre de subir esos platos con restos a la parte superior del frigorífico y a mí me sabe fatal porque si no los veo no los puedo aprovechar. Pero todavía estábamos a tiempo. No había cantidad suficiente para una ración pero también tenía un bote de corazones de alcachofa abierto de ayer así que solucionado: cogí una sartén grande, le eché un poco de aceite de oliva, troceé el pescado que quedaba y tal cual le volqué el contenido del plato. Lo rehogué un poquito y le le eché el resto del bote de alcachofas (escurridas pero no del todo, el arroz se había quedado un poco seco así que pensé que absorber un poco del caldo de las alcachofas no le vendría mal) En este caso no tiene mayor importancia porque es sólo para mí, pero sí, también es un plato sin gluten (siempre y cuando estemos seguros de que esos restos no han sido contaminados en ningún momento, recordad siempre que con que alguien haya metido pan en el plato ya no es apto)

¡Tapper listo para la ofi!


Hay muchas formas de aprovechar unos pocos restos de comida. Es incluso mejor cuando no ha quedado mucha cantidad porque si no lo más cómodo es volver a comer lo mismo, pero si queda poco, eso nos obliga a inventar un plato nuevo. Seguro que tú tienes también mil trucos de estos, ¿me los cuentas?

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