Resulta que esta mañana estaba en mi clase de acuafit y cuando hemos terminado, se ha metido uno de los monitores del gimnasio con una bebita preciosísima en la piscina. Simplemente para pasar un ratito con ella. Bien, yo a este hombre lo había visto sobre todo impartiendo las clases de body combat (yo mirando desde fuera, que con esto aún no me he atrevido, aunque todos los lunes pienso que voy a probarlo) y bueno, no sé, es un hombre muy majete pero en esa clase tiene una pinta de tipo duro que asusta.
Sin embargo hoy en la piscina, con la bebita en brazos, era otro. Su cara, sus ojos, cómo la cogía (la pobre no paraba de llorar, se calmaba un rato, lloraba otra vez...) Estaban de foto, la verdad (aunque los de ésta no son ellos, y no creáis que no he echado de menos mi cámara..)
Sí, el efecto de tener un bebé en brazos, sobre todo si es propio, claro, es tremendo. ¿Qué tendrán para dulcificar así la mirada de quien los sostiene? yo creo que hasta tienen que tener un efecto beneficioso sobre muchos trastornos... ¿no?Bueno, de hecho, cuantas abuelas no se han curado la depresión al tener un nieto al que cuidar...
Son como la música que amansa a las fieras...
ResponderEliminarUn besico
Elly
El de la foto está para comérselo (bueno, los 2 ;)
ResponderEliminarmisteriosa... la escena original era mucho mejor... imagínate un tío con un cuerpazo impresionante abrazando a una criatura de meses, que además al llorar enseñaba los tres o cuatro dientecitos que tenía...
ResponderEliminartotalmente de acuerdo!!!
ResponderEliminarcasi nadie puede sustraerse del embrujo de un bebe, todop el mundo, aunque antes no te saludara...quieren mirarlos...
si es que sacan lo mejor que llevamos dentro!!
ResponderEliminarTambién influye que los has visto desde tu experiencia como madre, si lo hubiera visto una ventiañera hubiera visto al buenorro del monitor, la nena seguramente hubiera pasado a sengundo plano
ResponderEliminarMi costi, aunque no está buenorro, se transforma cuando tiene un niño en las cercanias. Le hace carantoñas, le saca la lengua... y no sé si es por los ojos o porqué... los niños se le quedan mirando, como hipnotizados.
ResponderEliminarEn cuanto a tu comentario final... mi hija cuando nació le devolvió la vida a mi madre. Sin lugar a dudas.