Porque acaba un año y empieza otro, aunque al final se trate sólo de un número en el calendario, porque estamos hartos de crisis, porque no hace falta gastarse dinero para ser glamouros@s, porque me acuerdo desde hace días del memorable post (y su continuación) de Miss Sybarite del año pasado y porque, por supuesto con su permiso, he decidido retomar su extraordinario reto del photocall de Nochevieja.
En este caso, si os parece, ampliaré el periodo a las navidades completas. Podéis enviarme vuestras más glamourosas fotos (no hace falta que se os vea la cara si no queréis) del momento que decidáis de estas fiestas aunque para mí el momento ideal para ponerse súper divina de la muerte es la Nochevieja por esto de despedir el año como se merece y, por supuesto, recibir al nuevo con todos los honores. Hasta el 3 de enero se recibirán las fotos en lamamma05@gmail.com ¡Que no me falle nadie! (también valen detalles especiales de la decoración de la casa, mesa, árbol...)
Y ahora el turno de los consejitos:
- El año se empieza estrenando algo. Ropa, pendientes... o el pijama si os apetece, pero se estrena algo (Lamamma dixit)
- No olvidéis vuestra lista de buenos propósitos. No es broma. Para mí, que no soy religiosa, el auténtico sentido de estas fiestas (no por la navidad sino por el fin de año) consiste en hacer repaso del año que termina, analizar lo que he hecho, lo que no, y como seguir evolucionando y mejorando durante el año que entra. Para los católicos, ya de paso, dedicar algún ratito a pensar en lo que de verdad significan estas fiestas para vosotros, no tiene por qué estar reñido con el glamour ni con los regalos, pero también hay que pensar en ello.
- El año se empieza con una buena copa de champagne rosé en cuanto acaban las campanadas (y digo champagne, no cava, que los hay buenísimos pero no es lo mismo, para defensores del cava, aseguraros al menos de que sea excelente, no es cosa de empezar el año con mediocridades...) Lo del rosé se me ocurrió el año pasado por eso de que el 2009 pintaba tan negro que pensé que había que darle un empujoncito para empezar a verlo todo de color rosa. Chorrada monumental, ya, pero oye, yo lo hice y estoy contenta de cómo me ha ido todo. Pienso repetir, tengo un proyecto importante para el 2010.
- Sed cuidadosos en la elección de los regalos que debáis hacer. Si el regalado no ha mostrado preferencias, tomarlo como un reto. Pensad cuidadosamente en sus gustos, elegir con cariño y sorprenderle favorablemente.
- Haceros algún autoregalo, concederos un capricho. Para regalos útiles o prácticos siempre hay tiempo. No hablo de gastar mucho dinero, puede ser una tontadita que os apetezca especialmente, pero seguro que hay algo con lo que daros un pequeño homenaje, da igual que sea una valiosa joya o una baratija, una edición especial de ése libro con tanto significado para vosotr@s o un DVD de oferta, concederse el tiempo de tomar un largo baño de espuma o comprarse el aceite dorado para el cuerpo con aroma a caramelo de Sephora y embadurnarse de los pies a la cabeza con él.
- Si os toca celebrar alguna comida en vuestra casa, la mesa debe de ser tan glamourosa como el menú. Comer es toda una experiencia sensorial, no la limitéis. Observar la presentación de los platos, la disposición de la mesa, concentraros en primer lugar en los olores, dejar que os impregnen, después probar un pequeño bocado, sentir su textura, escuchar su sonido al morderlo, dejar que su sabor os invada, tratar de describirlo, aunque sea mentalmente. Tomaros vuestro tiempo, comer deprisa es un sacrilegio (y lo dice Speedy González, pero os juro que intento corregirme) Y no os olvidéis de que el mejor es siempre el primer bocado. No hace falta inflarse a comer para quedar satisfecha. Y puestos a elegir, yo me estoy volviendo fan fatal de la nouvelle cuisine. Prefiero muchos platos con pequeñas cantidades que uno sólo enorme. Probar varios sabores, texturas, pero siempre un poquito de cada.
- Cuidar vuestra apariencia. Para el maquillaje os remito a la lección magistral del año pasado de Miss Sybarite, añadiendo únicamente una sugerencia propia, yo para este año pienso apostar por un tono vino subidísimo para los labios. No olvidéis tampoco el atuendo. De acuerdo que siempre hay que adecuarse al entorno, no nos vamos a vestir igual para el cotillón de un hotel de cinco estrellas que para ir a casa de la familia, pero para estas navidades busquemos un toque de elegancia, ¿vale? Y no olvidéis enviarme luego vuestra mejor foto. Da igual que sea sólo un detalle pero que sea glamouroso.