Hola de nuevo, ¡cuánto tiempo sin actualizar! pero es que esta última semana ha sido una locura, con la adaptación al cole de Guille... pues sí, mi chiquitín se me hace mayor... ¿os acordáis en los inicios cuando aún no sabía si sería niño o niña y le llamaba bebote? pues mi bebote ya ha dejado la guardería para empezar "el cole de mayores"
Es curioso, está contento con el cole, en dos días que lleva yendo en autobús ha sido el primero en subir... y sin embargo tiene raticos en que se pone mustio y nos dice que no quiere ir... pobrete, pues no le quedan años ni nada... y eso que por ahora todavía van solo por la mañana. En un par de semanas alargarán ya la jornada (por fin) y los padres recuperaremos nuestra más o menos organizada rutina.
Y ¿sabéis qué? yo siempre había sido defensora a ultranza de los períodos de adaptación. De hecho lo único que no me gustaba de la guardería de Guille era precisamente que los metían a palo seco y me parecía muy brusco para un bebé, o casi, que lo arranquen de los brazos de su madre/padre/abuelo/abuela o quien lo llevara, para meterlo sin más explicaciones en un sitio desconocido con gente desconocida.
Me alegré mucho al saber que en este cole sí hacían adaptación, y me supo a cuernos no poder ir con Sofía a la suya. Igualmente me alegré mucho cuando ví que la de Guille me tocaría a mí, que me podía organizar mejor que maridín. Y sí, la he disfrutado mucho, lo reconozco. Os cuento un poco cómo ha sido y luego seguimos hablando.
previo: en el mes de junio fuimos un día con los niños para enseñarles el cole, que vieran su clase, jugaran con los juguetes, conocieran a la profe y los otros niños... todo esto con los padres presentes (a esta sí vino maridín también)
primer día: en dos turnos de media clase cada uno, van sólo una horita y con los padres en clase.
segundo día: en los mismos dos turnos, una hora y cuarto. Los acompañamos hasta la puerta de clase y nos fuimos a tomar un cafecito al comedor. Luego los recogimos, los acompañamos un ratito al recreo y ya nos fuimos.
tercer día: toda la clase junta, ya dos horas, igual, los acompañamos hasta la puerta y nos fuimos, esta vez ya fuera del recinto de infantil pero sin irnos demasiado lejos por si nos tenían que avisar.
El previo, genial, estuvo muy bien, es un ratito sólo, un día suelto y así ya saben a lo que irán después de las vacaciones.
El primer día, pues sí, también, porque estaban todos un poco asustadillos y hombre, lo de tener a mami o papi cerca, da seguridad...
El segundo día por fin se les suelta un poquito la mano, los dejamos sólos en clase y todo va muy bien.
Entonces, ¿para qué el tercer día? yo creo que fue peor, ese día hubo más lloros, para mí que hubiera sido mejor dejarlo en un par de días, que el segundo hubieran sido ya las dos horas por ejemplo y el tercero ya normal, que fueran ellos solos e hicieran el horario normal y todo...
En realidad, durante ese tercer día fue cuando me planteé si realmente será buena tanta adaptación y tanta gaita. Por un momento pensé si no sería mejor dejarlos en el cole sin más y dejarlos que se habitúen sólos, que tampoco es para tanto, no los estás dejando sólos en la selva precisamente...
Al final me he quedado con el término medio... sí me parece bueno para ellos acompañarles un poco y enseñarles el sitio y con quién se van a quedar (la profe, sobre todo) pero sin exagerar, creo que tantos días sobran. Yo lo juntaría todo en uno. Llevarlos al cole, vale, acompañarlos a la clase, también, estar un ratito con ellos mientras se conocen y demás, acompañarlos al recreo a desfogarse un poco y luego ya despedirnos y dejarlos solitos "frente al peligro" el resto de la jornada (que al fin y al cabo hacen media jornada solo... y si eso igual hasta se les podría recoger antes de la comida en vez de dejarlos a comer y que al día siguiente ya se queden también)
Ahí dejaría yo la adaptación escolar, ¿y vosotr@s? ¿qué opináis?